Mario Galizzi: “Sin lo emocional, no es ballet”

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Aunque la entrevista es telefónica, se sienten los ademanes que hace Mario Galizzi mientras responde, como si estuviera hablando con alguno de los miembros del Ballet Estable del Teatro Colón y les indicara detalles en sus movimientos. El maestro y coreógrafo asumió recientemente la dirección del gran coliseo argentino, donde también fue bailarín. “Quiero que dejen de pensar en si saltan más alto o dan más giros, porque no son solo bailarines, son artistas de ballet”, sostiene en una pausa de los ensayos para presentar Giselle

“La técnica pura, sin la parte emocional, no sería un ballet; por eso, lo principal es apuntar a lo artístico. A veces, se expresa primero con lo facial más que con las zapatillas de puntas. Transmitir los amores y desencuentros de una obra, sin hablar, solo con baile, es un desafío inmenso, y encima que la gente lo entienda”, explica, e insiste: “Para ver solo destrezas técnicas físicas, es mejor disfrutar de un espectáculo de contorsionismo”. 

Cuenta que Giselle es el ballet romántico por excelencia y de gran dificultad interpretativa para los bailarines. También, sostiene que, para cualquier compañía clásica, programar las tres grandes obras de Tchaikovsky –El lago de los cisnes, La bella durmiente y El cascanueces– es fundamental para mantener el training del cuerpo de baile. 

  • ¿Una obra que recomiendes? 

Todo lo de George Balanchine.

GISELLE 

Un desengaño amoroso lleva a una campesina a la locura y luego a la muerte. Sin embargo, en el más allá, el poder del amor muestra el camino de la redención.

5, 6, 8, 9, 12, 13, 14, 16, 17 y 19 de abril, a las 20, en Teatro Colón, Cerrito 628, Buenos Aires.