SAN PABLO, EN EL NOMBRE DE LOS BLANCOS

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Luego de varios años de estudio y una iniciativa de trabajo conjunto entre bodegas (bodegas Salentein, Tapiz y Zuccardi), la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Cuyo y el Instituto Nacional de Vitivinicultura, se creó la IG San Pablo en Mendoza, que actualmente cuenta con poco más de 500 hectáreas de viñedos plantados. Esta indicación geográfica del Valle de Uco significa un gran paso hacia el logro de mejores vinos con identidad de lugar, tal como sucede en el Viejo Mundo. Sin dudas, se trata de uno de los paisajes más originales del pedemonte por su cercanía al frente montañoso de la Cordillera frontal. Su altura extrema (hasta los 1700 msnm) y clima en sintonía, sus temperaturas medias bajas y gran amplitud térmica, y una pluviometría anual muy superior marcan la personalidad única a los vinos, sobre todo a los blancos. Porque los factores microclimáticos condicionan fuertemente el ciclo de madurez de la vid, haciendo de esta una zona de madurez más tardía que otras regiones cercanas. Los suelos, con alto contenido de piedras y materiales calcáreos, también influyen en el estilo de los vinos. Este entorno privilegia a las uvas de ciclo corto, y por lo tanto las uvas blancas son las reinas del lugar, aunque también hay Pinot Noir, Malbec y Cabernet Franc. La Chardonnay demuestra un carácter distintivo, como así también otras variedades alternativas (Verdejo y Albariño). Pero la que al parecer llegó para quedarse y lucirse más que en ningún otro rincón argentino es la Sauvignon Blanc.

 

MINIGUÍA DE VINOS

MAD BIRD DARK BLEND 2018 

CORBEAU WINES, MENDOZA 

($600) 

PUNTOS: 88,5

Esta edición especial de 9000 botellas se lanzó con fines benéficos bajo el lema “Wine is Love” en apoyo a la lucha contra la discri- minación. Se trata del reconocido blend de la casa a base de Malbec (40%), Bonarda (35%) y Ancellotta (25%). De aromas amables y paladar ágil, con buena madurez y texturas incipientes, en donde la fruta y la crianza conviven.

 

NIETO SENETINER D.O.C MALBEC 2018 

NIETO SENETINER, LUJÁN DE CUYO 

($750) 

PUNTOS: 89

Fiel exponente de la variedad y de la primera denominación de origen creada en el país. De aromas intensos y equilibrados, paladar franco y voluptuoso, con agradable frescura y taninos dóciles. Las notas de crianza (12 meses) recién asoman sobre el final de boca, y siempre pasa un año de estiba en botella antes de salir al mercado. Eso explica su vigencia.

TERRAZAS GRAND CHARDONNAY 2019

TERRAZAS DE LOS ANDES, GUALTALLARY, VALLE DE UCO

($2200) 

PUNTOS: 92,5

Combinando uvas de altura de dos viñedos diferentes (Caicayén, a 1230 m; y El Espinillo, a 1650 m) se concibió la segunda añada de este blanco. De aromas complejos, con un toque de madurez y levaduras. Resulta austero y elegante, con buen carácter gracias a sus texturas finas y mordientes. Paladar voluptuoso con leve dejo floral y suave ahumado final. Tiene un gran potencial.

 
TIPS

Recientemente se publicó en Scientific Reports el estudio de terruño más extenso jamás realizado para una variedad de vino, que demostró científicamente la capacidad que tiene el Malbec de transmitir el terroir. Es decir que el efecto del lugar puede ser explicado químicamente a través de diferentes cosechas, desde pequeñas parcelas hasta grandes regiones, y con un 100 por ciento de efectividad en las predicciones. Roy Urvieta (33), responsable enológico del Catena Institute of Wine, es uno de los autores principales junto al investigador Ariel Fontana, del IBAM-CONICET. Pero más allá de ser los pioneros en ofrecer una prueba irrefutable de la existencia del terruño en la Argentina, lo más relevante vino después. Porque gracias al impacto causado por el trabajo realizado en las parcelas más selectas de Catena Zapata, hoy se considera a la parcela como el equivalente al “cru” francés, la base del prestigio.