El futuro llegó hace rato

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Agustina Boldrini
Lic. en Comunicación Social. Correctora de textos.

Todo vuelve… ¿vieron? Las modas en la ropa, en la música, en los diseños. Pareciera que los humanos transitamos constantes ciclos por los que vamos pasando una y otra vez. Bueno, en este maravilloso arte de volver una y otra vez, las formas en que nos comunicamos no se quedan atrás.
Como sabrán, la escritura no se inventó de un momento al otro, sino que fue un proceso lento y largo. La primera forma fue la pictográfica, en el 3400 a. C., con dos expresiones. Por un lado, la cuneiforme extendida por toda Asia Menor, que consistía en grabados hechos con una caña sobre tablillas de barro. Por otro, los jeroglíficos egipcios, que, en un primer momento, se emplearon para reproducir la palabra de los dioses (hierós: sagrado; glyphein: grabar) y luego adquirieron valor decorativo. Ambos sistemas representaban el sentido general del enunciado a través de dibujos. Así, cualquiera podía comprender el mensaje, pero no era posible expresar nociones abstractas.
La siguiente fase fue la ideográfica. Aquí la interpretación juega un papel importante, porque un conjunto de signos representa una idea. En este grupo se ubican los caracteres chinos y los kanji japoneses (se utilizan para expresar conceptos y son una de las tres formas de escritura japonesa).
La etapa final de la evolución de la escritura es el alfabeto. Se caracteriza por ser fonético (los sonidos están representados por letras) y convencional (se armó sin seguir leyes).

 

VUELVE, TODO VUELVE

Muchísimos años le llevó al ser humano conseguir un nivel de abstracción tal que permitiera expresar ideas que no pertenecen al plano físico y con símbolos que no tienen directa relación con el objeto. Y resulta que… ¡zas!… las nuevas tecnologías abrazaron los más antiguos modos de comunicación.
Fíjense si no en las redes sociales. La “vedete” del momento es la imagen. Fotos y videos son los que más respuestas generan. En el muro de Facebook, en Instagram o en Twitter, las imágenes valen por mil palabras, por medio de emoticones (dibujitos usados en los mensajes electrónicos) se manifiestan emociones y algunos signos reemplazan palabras.

“Las nuevas tecnologías abrazaron los más antiguos modos de comunicación”.

Asimismo, sobre barro, papel, piedra, madera, papel y muros, los humanos han querido desde hace siglos comunicar. Siempre han buscado un soporte en el que poder dejar el legado de su pensamiento: o aquello que cazaban o sus ideas religiosas. ¿Quién diría que en pleno siglo 21, con la llegada de las nuevas tecnologías, encontraríamos una nueva modalidad para conseguir este objetivo?
Los muros de las redes sociales son los mejores espacios que los seres humanos han encontrado para expresar de manera masiva sus opiniones, sus ideas, sus gustos. Podríamos imaginar (con mucho de juego, por supuesto) ¡la felicidad que el antiguo pueblo egipcio habría tenido si hubiera contado con esta herramienta!
Los nuevos soportes marcan nuevas formas de escribir, la evolución de estos lenguajes nos lleva a no encorsetarnos en formas rígidas. Escribir con nuevos códigos no es sinónimo de olvidar las reglas básicas, sino de incorporar las nuevas convenciones. Con esta idea presente, el futuro puede venir con la moda que quiera, que siempre estaremos prestos a disfrutar de sus nuevas posibilidades.