Valerie Steele: La psicoanalista de la moda

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La historiadora de moda visitó la Argentina para presentar su primer libro en español; analizó nuevos objetos de estudio, los cruces entre la moda y el arte, y el rol de los museos para alojar exhibiciones.

Por: Cata Greloni Pierri
Foto: Gentileza Valerie Steele

Cuando Marcelo Merino, el director de Estudios de Moda de Ediciones Ampersand, le escribió por correo electrónico para hacer una recopilación de algunos de los ensayos publicados por la historiadora de la Universidad de Yale, curadora y directora del museo del Fashion Institute of Technology (FIT), ella ni lo dudó. Era la primera vez que uno de sus más de 20 libros –traducidos a los idiomas francés, alemán, italiano, portugués, chino y ruso, entre otros– se editaría para su público hispanoparlante.

Entonces, Valerie Steele seleccionó capítulos y ensayos de distintas publicaciones de Fashion Theory: The Journal of Dress, Body & Culture, la revista académica que dirige y fundó hace dos décadas, donde incluyó temáticas de estudio como el uso del corset, el gótico y el fetichismo. “Lo tradujeron en un libro tan elegante y fue tan sencillo el proceso de selección que quedé impresionada con el resultado final”, dice Steele desde un hotel del centro porteño, durante su estadía en el país, que incluyó una masterclass en la Universidad de Buenos Aires y la presentación del libro en el MALBA.

El libro es un gran aporte a la teoría de la moda, ya que no hay mucho escrito en español.
En realidad, no hay muchos libros de teoría de moda en ningún lado. Por eso decidí enfocar mis estudios en esta materia, aun cuando me llevó más de una década lograr el reconocimiento y respeto de mis colegas. Hace poco estuve en París por una gran conferencia de culturas en la moda, y discutimos justamente cómo es que todavía no existe el estudio de la moda en Francia. Todos los libros dan cuenta de la cronología de los hechos, señalan los hitos más destacados, los creadores más reconocidos y listo. Nada más. Es increíble cuán superficial puede ser su estudio y todo lo que hay aún por hacer.

“Los libros de moda señalan los hitos más destacados o a sus creadores. Es increíble cuán superficial es su estudio y todo lo que hay aún por hacer”.

  • ¿Cuál es el rol del museo para la moda?

Para muchos museos, las muestras de moda son una gran manera de atraer una audiencia dispuesta a pagar por lo que verá. Los directores de estos no ven la moda como una disciplina importante, sino que lo hacen por su gran atractivo comercial. Por eso, últimamente las hay en cantidad y con nombres tan grandilocuentes. Sin embargo, el público sí está interesado en aprender acerca de la moda y hay muchas muestras sumamente interesantes e innovadoras, como el Museo Imperial de la Guerra, en Londres, donde se expuso la moda durante la Segunda Guerra Mundial o la del camuflaje. Los museos ofrecen la oportunidad de que la gente pueda mirarla desde afuera de nuestro guardarropa, desde la calle, desde un local o en el celular. De esta forma, se la puede aislar y apreciar seriamente. Al dirigir un museo, debo preguntarme si es moda de calidad o no, si es interesante, relevante o si hará pensar al público.

  • ¿A qué se refiere con “moda de calidad”?

Cuando pensamos en coleccionar ropa para un museo, pensamos en moda que sea históricamente o artísticamente relevante. Nos preguntamos con mi equipo si esa pieza ayudó a que la moda se moviera hacia adelante, si tal o cual diseñador influyó de alguna manera. Por ejemplo, Yves Saint Laurent tuvo mucha influencia en la moda, pero ¿qué colección fue más importante? ¿Qué conjuntos fueron los relevantes? No solo miramos la alta moda, sino la ropa deportiva, la callejera, la de las subculturas como los hippies o los góticos que marcaron su identidad a partir de la vestimenta.

  • ¿Cuáles son las críticas principales que se le hacen a la moda cuando se expone en museos?

La primera y la más común entre los críticos de arte es que la moda no pertenece a este campo por ser uno de menor nivel creativo. A la vez, se la critica por ser comercial (aunque el arte también lo sea) y, por lo tanto, no debería estar expuesta en museos. A la vez, que es una nueva manera de publicidad para las marcas o los diseñadores y, a veces, esto es verdad.

Las galas de las exhibiciones de moda se han vuelto más importantes que las muestras en sí mismas, como por ejemplo, la del Met. Sin embargo, esta difusión es beneficiosa para todos los sectores.
¡Y paga las muestras! Se necesita mucho dinero para montar una exhibición así de importante en un museo. No es fácil recaudar tanto con una exhibición o un show de moda, y son muy costosas. Estas galas ayudaron a que se volvieran más populares y rentables también.

En medio de una crisis editorial mundial, ¿cuál cree que es el rol de las revistas, tanto académicas como fotográficas?
Antes, las revistas de moda se vendían hasta en los supermercados. Cuando toda esa información pasó a consumirse de manera digital, perdieron público. Todavía existe un nicho duro y coleccionistas que compran revistas muy caras, que contienen grandes producciones fotográficas con marcas de lujo, y cada vez hay más y más de estas. Los portales digitales, las revistas de compras o las que editan las marcas no se acabarán, pero no se encontrarán grandes textos entre ellas. Hoy, las imágenes son más importantes, y estoy convencida de que el público interesado en la moda tampoco lee mucho. Es gente más orientada al consumo de imágenes.

  • ¿Qué temáticas en relación a la moda se están planteando desde el mundo académico?

En Fashion Theory… estoy recibiendo un montón de pedidos de textos acerca de la sustentabilidad. También está creciendo el número de artículos acerca de la identidad individual de los diseñadores. Hay un gran interés en conocer el pensamiento proyectual singular en relación con la historia de vida de esa persona y cómo pudo haber influido en su camino creativo, como por ejemplo, en el de Rei Kawakubo, Karl Lagerfeld o Rick Owens.

LOS PRÓXIMOS PASOS DE STEELE

Este mes termina su exhibición actual acerca del impacto del color rosa en la vestimenta, y ya prepara la próxima acerca del aniversario 50 del museo del FIT. “En cinco décadas, el museo ha hecho alrededor de 200 muestras de moda, y elegimos una treintena de ellas, las más relevantes, para confeccionar al menos tres miniaturas de cada una de estas prendas. La gente podrá interiorizarse un poco en las muestras de la moda gótica, el surrealismo o la primera exposición sobre Paul Poiret, en 1976”, cuenta. Además, hace varios años estudia la relación entre la moda y la psicología, su análisis y simbolismo para un nuevo proyecto. Para el próximo otoño, Valerie exhibirá una muestra acerca de París como la máxima ciudad de la moda y otra con el foco en los zapatos, que tendrá su libro propio.