Luciana Ferro: Cómo cuidar el corazón

0
39

La médica cardióloga asegura que las mujeres desconocen la incidencia de las enfermedades coronarias en su salud. Destaca la importancia de la prevención y de la incorporación de hábitos saludables. 

Foto: Sebastián Salguero

Si no vas a hacer actividad física, no vayas a trabajar. Es más o menos la misma responsabilidad –afirma la médica cardióloga Luciana Ferro, convencida de que el ejercicio aeróbico diario y los cambios en el estilo de vida son el único secreto para prevenir las enfermedades cardiovasculares–. No hay ninguna droga que baje el riesgo en un 80 por ciento como sí lo hace salir a caminar o andar en bicicleta”. Le preocupa cómo crecen las estadísticas, en particular entre las mujeres, que las ubican como la principal causa de muerte, alcanzando a una de cada tres.   

Atendiendo en su consultorio, notó que ellas vienen acompañando a sus maridos, pero no para preguntar por su propio corazón. Asegura que las mujeres desconocen que son patologías que las afectan y que llegan tarde, cuando la afección es aguda. “La mujer tiene más riesgo ante la enfermedad cardiovascular y tiene peor pronóstico”, confirma la doctora cordobesa. 

Hipertensión, diabetes, obesidad, sedentarismo y tabaquismo figuran entre los factores de riesgo tradicionales de las enfermedades cardiovasculares. Todos son más dañinos en ellas. Por ejemplo, la obesidad les aumenta el riesgo un 64 por ciento, mientras que, al hombre, en un 46 por ciento. Además, las mujeres suman otros riesgos que les son propios, como los relacionados con la maternidad y los cambios hormonales durante la menopausia. 

El panorama no es alentador si la persona sana no incorpora hábitos saludables a tiempo. Por eso, la doctora Ferro insiste en que el foco debe estar en la prevención, tal como se ha logrado con el cáncer de mama, para que cada una entienda que el control anual puede salvarla. “Con más educación, la principal batalla está ganada, disminuís el riesgo”, sostiene.

Cuando tenía 11 años, Luciana vio cómo su papá, de 39, sufría un infarto. No está segura de si ese acontecimiento de su infancia la marcó inconscientemente para que, una vez recibida de médica, optara por especializarse en cardiología. Confiesa que ser médica fue una vocación de toda la vida.

  • ¿Por qué las enfermedades cardiovasculares están siendo la primera causa de muerte en mujeres? 

Para la mujer actual, empoderada, que tiene el “síndrome de la mujer maravilla”, que sale a trabajar, se encarga de la casa, cuida los hijos y se lleva el mundo por delante, aumentó el riesgo cardiovascular. Y hay varios factores. Primero, no reconoce la enfermedad, desconoce que es su principal causa de muerte y que, en la Argentina y el mundo, muere una mujer cada once minutos por esta causa. Le teme más al cáncer de mama; pero las enfermedades cardiovasculares lo superan ampliamente en mortalidad. También, los factores tradicionales son más agresivos que en el hombre, y, además, tiene factores propios, como el parto prematuro, la hipertensión del embarazo, la diabetes gestacional, el sobrepeso persistente que queda después de un embarazo, entre otros. 

  • ¿La enfermedad aparece a edad más temprana? 

Sí. Pero en eso no hay diferencia con el hombre. Cualquier mujer entre 45 y 55 años, que está a full y con múltiples responsabilidades, es casi seguro que no está haciendo ejercicio, está comiendo mal, no descansa y no tiene recreación. Y son mujeres que no se controlan; en cambio, las más grandes, las de 60, sí. Y probablemente, el médico que la mira dice “Ah, tiene 45, está bien”, pero en realidad es ahí donde hay que intervenir: tenés una persona sana que está haciendo las cosas muy mal. Prevenir y no lamentar consecuencias. 

  • ¿Qué es lo más importante para revertir esta problemática? 

La prevención es fundamental, aumentar la conciencia de la mujer respecto de la morbilidad y mortalidad cardiovascular. En el chequeo precoz podés evaluar el riesgo cardiovascular, le podés dar un consejo para que tempranamente empiece a instaurar y para evitar lamentarse en el futuro.   

  • ¿Qué se aconseja? 

Incorporar hábitos saludables: mantenerse en peso, dormir bien, no fumar y 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico moderado. Es hacer actividad física media hora por día, de lunes a viernes, pero muy pocas mujeres cumplen con eso. Si lo hicieran, el impacto sería más positivo que en el hombre, mejora hasta un 80 por ciento las probabilidades de enfermedad coronaria. Por otra parte, la enfermedad cardiovascular en la mujer es muy prevenible, aunque la tarea es de cada una. Con los estudios uno sabe dónde está parado para evaluar el riesgo cardiovascular; te puedo dar consejos, pero tenés tarea para el resto del año. Es muy difícil cambiar el estilo de vida de una persona. Sin embargo, sabiendo que los factores de riesgo son más graves en la mujer, es urgente el cambio del chip y tener conciencia de que es su principal causa de muerte, de manera de poder hacer un cambio y no llegar a una enfermedad coronaria temprana. 

  • ¿La prevención de quién depende? 

También es multifactorial. Es campañas, es medios de comunicación, es hospitales. Como con el cáncer de mama, todos hicimos que fuera posible esta concientización de que el control una vez al año previene la enfermedad. En esto, tendría que ser igual, pero todos lo dejamos pasar. La concientización es un conjunto. 

CIRCUITO SALUDABLE

“Hoy la mujer está muy ocupada, entonces para facilitarle que pueda hacerse el chequeo de corazón, creamos un recorrido que empieza en Ginecología y termina en Cardiología”, explica Luciana Ferro sobre el Circuito de la Mujer que se acaba de crear en el hospital donde trabaja (Hospital Privado de Córdoba). Este es parte de la Sociedad Argentina de Cardiología, membresía a través de la cual conoció Mujeres en Rojo (Go Red For Women), una iniciativa que trabaja por la prevención de las enfermedades cardiovasculares y que fue una importante fuente de motivación en la temática.