Un gol, un potrero y miles de sueños

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El programa de responsabilidad social de Naranja, Un Gol, un Potrero, equipa desde hace ocho años espacios para que los niños puedan practicar deporte. Algunas historias de potreros en este fin de año mundialero.

 

Cuando Marcos Rojo hizo el segundo gol contra Nigeria en el tercer partido del Grupo D del Mundial de Fútbol en junio, estaba cumpliendo un sueño. Posiblemente el suyo propio y también el de miles de argentinos que aguardaban la esperanza de salir campeones, pero especialmente el de los chicos de la escuelita de fútbol Rolando Ortiz, de Acambuco, Salta.

Es que, desde 2010, por cada gol de la selección argentina, Naranja acondiciona un espacio donde los chicos puedan hacer deporte y también amigos. Solo es necesario inscribir la institución vía web, completar un formulario y –lo más importante– ¡conseguir votos!

Esteban Vargas, Colaborador Naranja, en una de las entregas.

Hacía largo tiempo ya que Natalia Aramayo había inscripto su potrero, o mejor dicho, la canchita que había creado su papá, EusequioAramayo, antes de fallecer en 2012. “Mi padre reunía a los niños del lugar, cuando ya habían cumplido con las actividades de la escuela (y las obligaciones que el campo requería), para jugar a la pelota. Todas las tardes, alrededor de 30 chicos de todas las edades se juntaban en la canchita hasta que la luz del sol se lo permitiera”, cuenta Natalia. El nombre del potrero, Rolando Ortiz, era en honor a un hombre muy apreciado por Eusequio con quien había trabajado.

La intención de mantener vivo el recuerdo de su padre impulsó a Natalia a trabajar en la canchita, que había perdido convocatoria debido a que muchos niños tuvieron que migrar de su Acambuco natal a otras localidades para continuar con sus estudios –en ese entonces en el pueblo solo funcionaba el nivel inicial–. “Se gestionó con las empresas locales el armado de un playón deportivo, se pidió ayuda en el municipio, se anotó a la escuela en todo concurso que apareciera, etcétera. Así fue como en el año 2012 la inscribí en Un Gol, un Potrero”.

Los chicos de la Escuela de fútbol Cooperativa Caucete (San Juan), otro de los potreros participantes.

Para este año, consiguieron 6600 votos y salieron ganadores. Recibieron, entre otros elementos, 25 pelotas, arcos grandes, conos, escaleras de coordinación, indumentaria de pecheras de entrenamiento, silbatos, cronómetros y pizarra táctica.

La entrega del potrero estuvo a cargo de la sucursal Naranja de Tartagal, ubicada a unos 380 kilómetros de Acambuco. “El pueblito está en el medio del monte salteño, casi en la frontera con Bolivia. Es un camino de cornisa con más de 200 curvas, significó un esfuerzo del equipo llegar hasta ahí, hubo que pensar la logística. Fuimos un sábado, algunos con nuestras familias, y hacía mucho frío”, recuerda José Luis Torrents, Colaborador Naranja, y agrega: “Para nosotros como local es todo un acontecimiento, no solo significa ir a entregar un premio; compartir la alegría de una persona siempre es grato. Los lugares que ganan son muy carentes, te das cuenta de lo que significa para ellos, el agradecimiento, que nunca podrían haber llegado a tener lo que vos les estás dando”. Su compañero Silvestre Campos afirma: “El mirar más allá nos deja la enseñanza de que un poquito significa mucho para otros. Al llegar, la alegría reinó en todo momento. Padres, niños, docentes y gente allegada nos recibieron con todo lo bueno y hermoso que pudieron brindarnos, pero lo que más me llenó el alma y el corazón fue ver el rostro de cada niño expresando la enorme felicidad que solo los inocentes pueden mostrar”, dice. 

Muy cerca de Acambuco, en la localidad de Aguaray, otras siete instituciones resultaron ganadoras; una cantidad curiosa, considerando que se trata de un pueblo de no más de 9000 habitantes. “Cuando los ganadores son de lugares chicos, se corre la bola, se hacen campañas para que todos se inscriban y se apoyan entre sí”, explica José Luis.

En la actualidad, hay 5000 potreros inscriptos y un millón de usuarios votando. Ya son 439 los ganadores y más de 30.000 niños beneficiados.

En el departamento de Itatí, Corrientes, sucedió algo similar. Fueron cinco los ganadores, gracias a “un gran trabajo de inteligencia entre el profe de Educación Física y el intendente de Ramada Paso, una localidad a 60 km de Corrientes Capital”, cuenta Guillermina Vallejos Viard, Colaboradora a cargo de estos potreros. “Estuve en todas las entregas, son momentos superespeciales, porque chicos que ni siquiera tienen una pelota reciben cajas. O no tienen zapatillas, por ejemplo, y reciben botines”, comenta.

A la escuelita de fútbol El Príncipe fueron un mediodía aprovechando el tiempo de almuerzo, porque para llegar había que viajar una hora desde el local. Cuando llegaron a Itatí, justo atrás de la basílica –un símbolo representativo de esa provincia– los esperaban unos 60 niños, algunos pertenecientes al club y otros de la zona, que se habían acercado a ver el acontecimiento. ¡Habían conseguido 10.693 votos! Su profe, Maximiliano Maidana, dijo emocionado: “Queremos agradecer a los que día a día nos han votado, y a Naranja, por darnos la oportunidad de soñar con estos elementos que a nosotros en esta zona nos cuesta más conseguir. No hay nada más lindo que ver a los chicos felices, gracias por facilitar su entrenamiento, realmente nos sentimos privilegiados”.

En la actualidad hay 5000 potreros inscriptos y un millón de usuarios votando. Ya son 439 los ganadores y más de 30.000 niños beneficiados. En los potreros pasan cosas buenas; de eso, este programa no tiene dudas.