Cómo prevenir las caídas en personas mayores

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En Holanda, durante el año 2016 se registraron más de 7500 muertes por caídas, mientras que solamente 750 personas murieron por accidentes de tránsito.

Por: Guillermo J. Bustos

Doctor y profesor emérito. Facultad de Medicina, Universidad Católica de Córdoba, Argentina.

 

Las caídas son la principal causa de muerte por accidente. El 75 por ciento corresponde a las personas mayores. En este grupo, cada vez más numeroso, los sobrevivientes a una caída tienen alto riesgo de cirugías mayores y reemplazos. Los posoperatorios suelen ser tormentosos; y la rehabilitación, larga y dolorosa. La posible pérdida de independencia, la necesidad de atención de la familia y el costo económico son consecuencias frecuentes y muy lamentables.

Si alguien tiene una o más caídas simples en un año, debe consultar al médico. Es fundamental recordar que dos tercios de las personas que se caen corren riesgo de caer nuevamente en los seis meses siguientes.

Una caída puede cambiar la vida con un saldo absolutamente negativo.

CAUSAS Y PREVENCIÓN

Hay causas extrínsecas, relacionadas con el ambiente donde se vive, e intrínsecas, relativas al propio individuo.

  • Causas extrínsecas

Las principales medidas por tomar para disminuir el riesgo de caídas son:

En el baño:

1) Evitar la bañadera; la ducha simple permite entrar y salir con más facilidad.

2) Poner cintas antideslizantes en el piso de la ducha o una alfombra plástica que se adhiera bien. Lo mismo en todo el piso del baño.

3) Con el tiempo, será necesario usar un banquillo plástico para ducharse. Estar sentado facilita el lavado de los pies y ofrece seguridad. Hay nuevas tendencias a crear un asiento incorporado a la bañadera o a la pared de la ducha.

4) Colocar agarraderas en cantidad. Horizontales y verticales. Hay que entrar y salir de la ducha bien tomado de estos valiosos soportes. Aun durante el baño conviene usarlas para cambiar de posición.

5) Vestirse en el baño exige que la ropa interior y los pantalones se pongan en posición sentada. No hacer equilibrios peligrosos.

6) Nunca usar la balanza con los pies húmedos y siempre subir y bajar tomado de un soporte cercano.

7) Durante la noche, usar el baño con la luz encendida.

“Una persona mayor activa físicamente afrontará el envejecimiento en mejores condiciones orgánicas“.

En el dormitorio:

1) No desplazarse en la oscuridad.

2) No ir al baño en la noche sin encender las luces de todo el trayecto.

3) Tener una linterna en la mesa de luz. Siempre será útil, especialmente en los cortes de corriente eléctrica.

4) No dejar zapatos, pantuflas, ropa o cualquier otro objeto sobre el piso del dormitorio. Es posible tropezarse y caerse.

5) No salir de la cama bruscamente, desperezarse antes y luego sentarse en el borde de la cama uno o dos minutos para estar bien despabilado antes de ponerse de pie.

6) Al vestirse, recordar que pantalones, polleras, calzoncillos o bombachas deben ponerse en posición sentada.

En el resto de la casa:

1) Evitar pararse en sillas o muebles para alcanzar algo. Tener una escalera plegable pequeña y segura.

2) Subir y bajar escaleras o caminar en pisos con desniveles usando siempre pasamanos o soportes cercanos.

3) Las pantuflas pueden usarse si son cerradas y toman todo el pie, y si tienen el dibujo inferior bien marcado y antideslizante.

4) No usar ojotas. El calzado con plataforma o tacos altos tampoco se aconseja para personas mayores.

5) El uso de bastón es muy recomendable. Ofrece una valiosa base de sustentación. Es una tercera pierna no despreciable siempre que se supere el complejo de parecer más viejo con su uso.

  • Causas intrínsecas

1) La edad: el peligro aumenta con los años. Se pierde el equilibrio y la agilidad de la juventud. Aumenta la osteoporosis, que vuelve muy frágiles los huesos. Nuestra mente no funciona como antes: cae el poder de concentración, aumenta la confusión, se pierde progresivamente la memoria y a veces tenemos apuro (no se sabe para qué) y nos desplazamos atropelladamente.

2) Los medicamentos: los hipotensores, los comprimidos para dormir y algunos antialérgicos producen efectos secundarios no deseados, como mareos, somnolencia y confusión.

3) Una vida sedentaria, sin actividad física, o una actitud mental depresiva son componentes importantes en crear el riesgo de caer al suelo.

  • Dos recomendaciones fundamentales
Actividad física

No hay duda de que la humanidad se ha vuelto sedentaria. Todos vivimos sentados o acostados. La televisión, la computadora, los videojuegos, los medios de transporte se usan preferentemente sentados. Esto implica pérdida de masa muscular, disminución de reflejos, agilidad y equilibrio, probablemente alteración de la circulación sanguínea y de la oxigenación de los tejidos, etc.

La actividad física y deportiva se ha hecho imprescindible como compensación fisiológica a tanto sedentarismo. Es necesaria para cualquier edad, pero nadie la necesita tanto como las personas mayores. Cada año que pasa se necesita más actividad física que el anterior.

Una persona mayor activa físicamente, con un plan de ejercicios adaptados a sus necesidades y posibilidades, afrontará el envejecimiento en mejores condiciones orgánicas, evitando las caídas o, al menos, disminuyendo su gravedad.

Para ello es útil concurrir a un centro de jubilados, tener un entrenador personal, formar grupos alrededor de un profesor de Educación Física, concurrir a un gimnasio, etc.

Caminar es bueno, pero no es suficiente. Se deben agregar ejercicios para mejorar equilibrio y agilidad.

Las personas mayores deben tener especial cuidado al usar bicicletas fijas y cintas eléctricas para caminar o correr. Un error en su manejo puede producir caídas peligrosas.

Actitud mental

El envejecimiento produce un deterioro progresivo, cruel y lamentable en todos los seres humanos. Ha llegado el tiempo en que el alma debe crecer a medida que el cuerpo disminuye. Ahora el alma debe atropellar al cuerpo.

Una actitud depresiva, melancólica, vivida en soledad y tristemente predispone a la enfermedad y a las caídas. El cuerpo llora lo que el alma pena.

En cambio, si uno se rodea de amigos y participa en actividades divertidas (juega, baila, viaja, pasea, hace teatro, etc.) sale del encierro y la soledad, aumenta la posibilidad de tener entusiasmo y alegría, quiere vivir y, como consecuencia, toma todas las medidas para no caer.

Primero se cae el alma, después el cuerpo.

 

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