2019, odisea en la cosecha

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Por: Fabricio Portelli

La cosecha 2019 finalizó en medio de polémicas y será recordada por haber sido tan buena (en lo cualitativo) como tan complicada (en lo económico). En 2018 se había recuperado volumen con gran calidad. Pero la caída del 40 por ciento en las ventas internas, otro tanto en las exportaciones y la baja del consumo la opacaron.
Lo paradójico es que en la actualidad se producen los mejores vinos argentinos de la historia. Sí, se elaboran mejores vinos, pero se venden menos.
Por suerte, el vino, como la vida, da revancha, y con la nueva cosecha se renuevan las esperanzas.
De los 2019 se puede esperar mucho. Para algunos, el Chardonnay es la variedad del año, los Malbec han generado muchas expectativas, y para los viñedos de extrema altura fue una cosecha histórica. Pero la abundante cantidad de uva contrastó con la poca demanda, los precios bajos y plazos de pago más largos; factores que también marcarán para siempre estos vinos.
Hasta hace poco, la añada no tenía tanta importancia. Pero gracias a la vitivinicultura de precisión, la influencia del clima se puede percibir en las copas. No tanto en los vinos masivos, porque suelen combinar uvas de distintas regiones para mantener una calidad homogénea. Pero en las grandes etiquetas, esas en las que los hacedores buscan respetar el carácter del terruño con mínimas intervenciones, la añada habla por sí sola.
Los franceses dicen que el terroir es la conjunción del lugar, el clima y el trabajo del hombre, y esa es la clave para lograr vinos únicos.

 

TIPS

Los vinos argentinos no son los mejores del mundo, pero gozan de muchas cualidades que los hacen únicos. Más allá de bodegas, variedades y estilos, hay una característica bien diferencial que atraviesa a la mayoría: la altura. No significa que los vinos elaborados con uvas provenientes de viñedos a más de 900 msnm sean mejores. Pero la cercanía con el sol permite una mayor insolación de la vid, y si se hace un buen manejo de canopia, eso redundará en una mejor madurez. También en hollejos más gruesos, y por ende con mayor cantidad de polifenoles. Las brisas constantes son otro de los factores que posibilitan uvas más sanas. Y las temperaturas medias de día y de noche son más marcadas, permitiendo una mayor amplitud. Pero sobre todo es la heterogeneidad de los suelos mayormente pedregosos, incluyendo sus pendientes, lo que brinda un carácter distintivo y una expresión propia a los vinos de altura.

MINIGUÍA DE VINOS

Altos Las Hormigas
Tinto
2017
Altos Las Hormigas
Mendoza
$400
89 puntos

Blend de Bonarda, Malbec y Semillón, que busca recrear la vieja tradición de agregar uvas blancas al tinto para darle mayor frescura. De buen carácter, dominado por el Malbec moderno de Uco, con frutas negras frescas y dejos herbales. Un cuerpo casi denso, propio del Bonarda, y un trago largo y fluido, con buena concentración. Un vino versátil y novedoso.


Viña Las Perdices
Rosé
2018
Viña Las Perdices
Agrelo, Mendoza
$485
88,5 puntos

Inspirados en los rosados de La Provence y con ganas de innovar, Juan Carlos Muñoz y Fernando Losilla elaboraron un nuevo y pretencioso rosé; tan atractivo por fuera como por dentro. De aromas equilibrados y una frescura casi mordiente, con volumen y paso consistente. Más pensado para servir en la mesa; ideal para lucirse con pescados o un arroz con mariscos.


Alandes Paradoux
Blend Blanc de Blancs
II Edición
Bodega Alandes, Valle de Uco
$850
90 puntos

Karim Mussi Saffie amplió sus horizontes vínicos más allá de La Consulta. Aquí ha logrado un blanco bien bordelés, con Semillón (66%) y Sauvignon Blanc (34%). De buen cuerpo y frescura integrada, un carácter frutal definido, paso untuoso y leves dejos de crianza que prolongan su final de boca. Mejor servirlo decantado y acompañando pescados a la parrilla.