Festejar con conciencia ambiental

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Cuando la sustentabilidad es parte de la vida diaria, organizar una fiesta es una oportunidad más para sumar acciones que protejan el medioambiente.

CRÉDITO

Por Denise Destéfano.

Festejar no es razón suficiente para dejar de lado una vida de consumo consciente y cuidado del ambiente. A la hora de celebrar, cada vez más personas –y empresas– están atentas al efecto que este hito fuera del cotidiano puede llegar a tener en su entorno, aumentando su huella ecológica personal o de la organización que representan.

“Hoy las empresas están tomando más conciencia sobre lo que genera hacer un encuentro para una cantidad elevada de personas que se movilizan, consumen alimentos, utilizan recursos, etcétera. Son, sin dudas, impactos que hay que comenzar a medir y mitigar”, asegura Fernando Tormo, gerente comercial de la agencia Nice Dog, la primera productora de la región que obtuvo la certificación de la norma ISO 20.121 de eventos y espectáculos sustentables.

“Las empresas que nos convocan buscan sumar acciones de bajo impacto ambiental en sus eventos de fin de año o, por ejemplo, otros más específicos como el lanzamiento de algún producto o servicio”, agrega. En cada evento la agencia analiza y mide, entre otros aspectos, la gestión integral de residuos, la cadena de suministro, la huella de carbono, la accesibilidad al lugar donde se realiza y la movilidad, incentivando el carpooling por medio de premios o generando acciones de inclusión social con la fundación con la que trabaja esa compañía, por ejemplo.

“Creo que las empresas de a poco van entendiendo que los eventos también deben ser parte de su estrategia de sustentabilidad. Necesitamos de todos en este cambio de paradigma”, subraya Tormo.

Desde una fiesta de la firma más numerosa hasta un acontecimiento familiar como Navidad o un cumpleaños: cualquier evento puede ser planeado con una mirada sustentable, y esta es una tendencia que se está dando en nuestro país y en el exterior. A continuación, algunas ideas para llevar adelante.

1. Invitaciones y fotos on-line. Las invitaciones no se envían más en papel. Llegarán por mail o WhatsApp en formato flyer. Las fotos del evento se comparten de la misma manera, en algunos casos en alguna página web creada solamente con ese propósito, pero la mayoría de las veces se difunden primero a través de las redes sociales. 

“Las empresas van entendiendo que los eventos también deben ser parte de su estrategia de sustentabilidad”.
Fernando Tormo

2. Materiales que no sean descartables. El uso de vasos, platos y servilletas descartables en los cumpleaños es una manera efectiva de llenar los rellenos sanitarios y generar contaminación. Se reemplazan fácilmente con vajilla de cerámica, vasos de vidrio y servilletas de tela, que pueden estar a tono con la decoración. Otra opción es hacer platos, vasos o tazas decorados con el nombre de los invitados para que se los lleven a su casa como suvenir o, aún más innovador, usar platos comestibles hechos de biomateriales.

3. Decoración verde. Los globos son elementos altamente contaminantes, especialmente si se utiliza helio para inflarlos, un recurso no renovable. Los que no terminan en la basura son los que se vuelan y pueden llegar a algún curso de agua desinflados o pinchados, donde los animales pueden confundirlos con comida o quedar atrapados por ellos. Para agregar color a la fiesta es preferible utilizar banderas, cintas o banderines de tela, todos ellos reutilizables, o elementos que después puedan quedar como parte permanente de la decoración del hogar.

4. Más frutas y vegetales. Es una buena idea armar pinchos con frutas de estación, brusquetas de vegetales, jugos naturales y budines de zanahoria, frutos secos o limón en lugar de los clásicos alimentos ultraprocesados: chizitos, palitos, papas fritas y gaseosas que se suelen ofrecer. Que en la mesa abunden los colores y la presentación creativa de los platos es una manera de tentar a chicos y adultos a probar cosas que en casa no consumen. 

5. Juegos ecológicos. ¿Qué mejor manera de entretener a los invitados que enseñarles buenos hábitos para el ambiente? Se pueden organizar carreras o competencias donde el objetivo sea separar residuos, decorar una maceta y plantar una semilla que después los participantes se lleven a su casa como suvenir; para los chicos, armar juegos donde se enseñe sobre los animales o las plantas y su cuidado, construir juguetes con materiales recuperados y más.  

6. Regalos sustentables. Si en lugar de organizar la fiesta se va como invitado, conviene pensar bien el regalo. Los juguetes ruidosos, de plástico, que usan pilas contaminantes o tienen pantallas no son la elección más ecológica. Es mejor regalar juegos o muñecos hechos con materiales reciclados o naturales, biodegradables, que fomenten la creatividad y lo analógico. Los semilleros con macetas y las herramientas, los kits de reciclaje y los juegos de ciencia son una buena alternativa. Para los grandes, son ideales los elementos que ayuden a llevar una vida sustentable: botellas reutilizables para el trabajo, toallas y pañuelos de tela, ropa de marcas con certificación orgánica que asegure el comercio justo y otros productos artesanales comprados en la feria del barrio de la mano de los propios productores.

7. Maneras creativas de envolver regalos. A la hora de empaquetar, se debe tener en cuenta qué tipo de papel se usa. Los metalizados, engomados o plastificados no son reciclables. Se recomienda envolver con pañuelos de una tela que le pueda gustar al agasajado, usar papeles de diario, madera o blancos decorados o directamente entregar el regalo en una bolsa de tela reciclable que pueda tener más tarde otros usos.

8. Que no sobre. Quizás hay que buscar en los antepasados esta necesidad de que en las fiestas haya comida y bebida por demás. Replanteemos este concepto y tratemos de calcular lo justo para evitar el desperdicio. Y si hay sobras, preparar paquetes para que los invitados más cercanos puedan aprovecharlas, llevarlas al otro día al trabajo o bien tomar contacto con el banco de alimentos más cercano para que ellos le den un mejor uso. 

En la naturaleza

Hay reservas ecológicas, granjas y bioparques que ofrecen la posibilidad de celebrar los cumpleaños de los chicos. Tal es el caso de Temaikèn, La Granja Chocolatada o el Ecoparque, en Buenos Aires, y el Arca de Noé en Calamuchita, Córdoba, por nombrar algunos, donde además de ver y aprender sobre los animales, sus hábitats y costumbres acompañados por guías especializados, los invitados pueden pasar el día al aire libre, disfrutar los juegos y después multiplicar ese conocimiento llevándolo a casa.