Interiores verdes

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Crear un jardín interior resulta una inestimable opción cuando no se dispone de espacio al aire libre. Ideas y consejos para diseñar y disfrutar de un vergel en el hogar.

Tener plantas interiores ofrece múltiples ventajas: su mantenimiento es más sencillo, dan sensación de amplitud, purifican el aire, reducen el ruido y la polución, y relajan y mejoran el ánimo y la productividad de las personas que se benefician con su presencia. Y como si estos motivos no bastaran, también proporcionan un impacto visual que ornamenta y realza cualquier rincón.

Diseñar un jardín interior no es complicado, pero se deben considerar algunos aspectos para que perdure a través del tiempo.

EL LUGAR

Lo ideal sería contar con un área para transformarla en un edén de puertas adentro, pero eso no siempre es viable. Lo que sí se puede hacer es acondicionar rincones de la casa en donde llevarlo a cabo: debajo de una escalera, en un pasillo, en un rincón del living; también se puede sacar partido de las paredes, con trepadoras como enamoradas del muro o el filodendro trepador. Incluso es posible armar terrarios y minijardines de cactus y suculentas para colocar en mesas ratonas y repisas cuando no hay sitio disponible. 

Cualquier lugar sirve; el único requisito es que las plantas reciban ventilación y un poco de sol, razón por la cual es aconsejable ubicarlas cerca de tragaluces y ventanas, y alejadas de las corrientes de aire y de los aparatos de aire acondicionado y de calefacción. La idea es reproducir su hábitat, por lo que al momento de escoger especies se deben considerar aquellas que se adapten a las condiciones climáticas de la vivienda, que deben ser similares a las de su entorno natural. Todo ello favorecerá que no se marchiten y que crezcan saludables. 

COMBINACIONES INFINITAS

Es preciso definir qué tipo de jardín se desea, y en ese sentido, hay estilos para todos los gustos: tropicales, zen, verticales y más. Un punto para destacar es el sinnúmero de mezclas que habilitan las macetas y los contenedores, debido a que, si el tamaño del recipiente lo consiente, puede albergar varias especies de distintos colores y dimensiones –aunque habrá que cuidar que compartan los mismos requerimientos respecto a la luz, el riego y el tipo de suelo–.

Es preciso definir qué tipo de jardín se desea, y en ese sentido, hay estilos para todos los gustos: tropicales, zen, verticales y más.

Otra opción son las aromáticas, que se pueden ubicar en varios sectores para perfumar todos los ambientes, como el cilantro –que además es un pesticida natural–, a la vez que algunas sirven de condimento para las comidas; muchas de estas plantas se adaptan perfectamente a ámbitos con poca luz, como la albahaca, el perejil, la menta y la salvia.

Es fundamental aprovechar el valor estético de las plantas, que pueden aportar un aspecto frondoso conjugando alturas, proporciones, estructuras, colores y tamaños de las hojas, y texturas, o dar un toque francés incorporando simetría y flores como violetas de los Alpes de diferentes tonalidades.   

LAS MÁS UTILIZADAS

Aspidistra: resalta por sus enormes hojas de un verde penetrante y por su capacidad de adaptación, que le permite desarrollarse sin inconvenientes en entornos con poca iluminación y escasa humedad. 

Areca (o palmera amarilla): además de bella y elegante, es una de las mejores plantas de interior para eliminar las toxinas que pululan en el aire. Necesita luz (no sol directo) y tierra húmeda.

Beaucarnea (o pata de elefante): es una exótica suculenta cuyo tronco se estrecha a medida que va creciendo, para rematar en una melena de hojas finas y alargadas. Requiere luz, pero tolera sin problemas los ambientes secos.

Dracaena (palo de agua o tronco de Brasil): es una planta tropical perenne de hojas largas sobre un tronco con anillos, que exige humedad y luz directa, por lo que es preciso colocarla cerca de ventanas y rociarla con frecuencia.

Drácena (planta de la buena suerte o polinesia): es un arbusto que en condiciones naturales puede alcanzar los 4 metros de altura. Su follaje, dependiendo de la variedad, puede ser verde, rojo, púrpura o una combinación de esos tonos, proporcionando durante todo el año un toque de color que ornamenta muy bien los jardines interiores.

Espatifilo: amén de eliminar la atmósfera de contaminantes, esta planta es muy utilizada por la belleza de su mata de verde intenso y sus flores blancas. Florece todo el año y precisa luz y suelo húmedo. 

Monstera (filodendro o costilla de Adán): es una trepadora que se distingue por sus grandes hojas cortadas con agujeros que asemejan costillas. No hay que exponerla al sol directo, ni mantener el suelo húmedo.

Palma de bambú: es una palmera que sobresale por sus tallos largos que asemejan a las cañas de bambú, cada uno de ellos coronado por hojas plumosas. Purificadora natural, crece en temperaturas medias, sin necesidad de sol, pero sí de mucha humedad y de suelos con buen drenaje.  

Peperomia (ombligo de tierra o cola de rata): es una pequeña planta anual que se caracteriza por la vistosidad de sus hojas carnosas, que presentan distintos tonos de verde en cada uno de sus lados y las espigas florales blancas erguidas que emergen sobre el follaje. No demanda sol directo ni riego abundante.       

Sansevieria (o espada de san Jorge): es otra purificadora que se caracteriza por sus hojas largas y puntiagudas de color verde con tintes grises. Rústica, demanda luz y riego solo cuando el sustrato se encuentra seco. 

Recomendaciones de diseño

• Descartar la idea de ubicar plantas en el centro de mesa o en sitios de tránsito, ya que moverlas de un lado a otro puede afectar su desarrollo.

• Introducir elementos decorativos como jarrones, pequeñas fuentes de agua, muebles donde apoyar macetas chicas y receptáculos de diversos materiales para delimitar el espacio y generar mayor impacto visual.

• Romper el verde con flores como amarilis, lirios de la paz, bromelias o cactus desérticos, o especies con hojas de variadas tonalidades como el crotón, el hypoestes o la vriesea, a fin de crear hermosos focos de atención.

• Vestir una pared con plantas como el potus brinda mayor apariencia de frondosidad al jardín interno, a la vez que produce un efecto de frescura en el ambiente.