Leer en el siglo XXI

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Los e-readers ganan terreno con nuevas prestaciones, mayor capacidad para almacenar libros digitales y una definición óptima de la tipografía en pantalla. 

Si hasta ahora el uso del e-reader o Kindle fue más bien tímido debido al prestigio que merecidamente tiene el libro de papel, todo hace pensar que, a partir de los hechos que vienen signando este año, la tableta para leer e-books (libros digitales) tenderá a volverse cada vez más popular. Será, tal vez, un ejemplo más del reemplazo gradual de objetos y hábitos cotidianos por sus versiones digitales; en este caso, la costumbre de comprar libros.

Por lo pronto, en un dispositivo con una capacidad estándar de 8 GB se pueden guardar unos 6000 libros, cantidad que supera ampliamente las posibilidades de lectura en el transcurso de una vida –aunque siempre es bueno tener muchos para elegir–. Los modelos más recientes traen hasta 32 GB, pero en rigor parte de ese espacio lo ocupan funciones como el wifi o el software para audiolibros. En la pantalla táctil de cualquier e-reader, las letras de tinta digital se visualizan con gran realismo, como si estuvieran impresas en papel, gracias a la resolución de 300 píxeles por pulgada.

El e-reader más vendido en el mundo, que en la Argentina cuesta unos $20.000, es el Kindle Paperwhite, de Amazon. Se trata de un modelo delgado y ligero. Su pantalla de 16 centímetros de largo es antirreflejante, lo que permite leer a pleno sol, y se ilumina con luces led ubicadas en los márgenes para hacer lo propio en la oscuridad. Tiene conectividad wifi 3G y Bluetooth para escuchar audiolibros con auriculares inalámbricos, y en su última versión es resistente al agua, de modo que se puede disfrutar en la playa, la piscina o el spa. 

En el mismo rango de precio y prestaciones se encuentran el Kobo Clara HD, de la firma canadiense Rakuten, más chico, liviano y cómodo para manipular debido a la reducción al mínimo de su marco; y el Mica Likebook Mars, de la china Boyue, con su gran pantalla de 20 centímetros y sus dos tonos diferentes de iluminación: uno frío para usar preferentemente de día y otro cálido que evita alteraciones del sueño por la noche.

En cambio, bien arriba en el target –y en el precio– se encuentra el Kindle Oasis. Se trata de un modelo sumamente ergonómico, con un cuerpo ultrafino de 3 milímetros de espesor y un grueso marco lateral derecho a modo de mango que contiene dos botones para pasar de página. Esto permite utilizar el e-reader cómodamente con una mano, evitando tener que tocar la pantalla con la otra. Para volverse adicto a la lectura. 

LECTURA PERSONALIZADA

Los modelos más avanzados de e-readers ofrecen prestaciones como para seducir incluso a los lectores más apegados al libro de papel. Por ejemplo, elegir a gusto el tamaño de la letra, el tipo de fuente, el espaciado y los márgenes. Igual de sencillos son los comandos para subrayar o destacar partes del texto –solo hay que pasar la yema del dedo por la frase deseada–, y la facilidad para hacer anotaciones en el margen. Además, si se desea convertir cualquier documento de texto en un archivo apto para el e-reader para aprovechar todas sus funciones, basta con descargarse en la PC el programa Calibre, que se encarga de hacerlo.