Pasear al perro le hace bien y es divertido

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Sacar a pasear al perro aporta beneficios físicos y emocionales para la mascota, y también para su dueño. Refuerza, a su vez, el vínculo entre ambos.

El paseo del perro suele convertirse, con el tiempo, en una obligación más que en un disfrute. La emoción y la alegría de adoptar al animal que se sienten en un comienzo, donde todo es una novedad y los momentos compartidos resultan mágicos, suelen evaporarse en la nube de obligaciones cotidianas. La consecuencia, por supuesto, la sufren ellos, que no pueden elegir y están a merced de las prioridades y las decisiones de sus dueños. Los que tienen más suerte terminan en las manos de un paseador que los saca diariamente o algunas veces por semana, permitiéndoles también socializar con otros de su especie. Sin embargo, muchos deben conformarse con una simple vuelta a la manzana de vez en cuando.  

Lo que, quizás, gran cantidad de dueños no sepan es que el paseo con las mascotas puede resultar positivo y entretenido para ambos. De hecho, el adiestrador de perros Carlos Martínez entiende que esta actividad es una responsabilidad de los propietarios. “No importa que sea de raza pequeña o que tengas un precioso jardín en el patio trasero, tu perro necesita salir y estirar las patas fuera de casa”, explica el especialista, quien asegura que el exterior le aporta una cantidad de estímulos sensoriales que no obtiene de otra forma. Además, si las caminatas son largas, colaboran en que se mantenga en un buen estado físico. También es fundamental –siempre hablando de las grandes ciudades– que aprenda que la calle es el lugar donde hacer sus necesidades, y olfatear es una manera para ellos de aliviar la tensión y necesitan marcar con su orina el territorio. Por supuesto, para tener una convivencia armónica entre vecinos, no hay que olvidarse de la bolsita para juntar las deposiciones.

“Salir a pasear con nuestro perro a diario es una actividad saludable muy recomendada también para las personas”, afirma Martínez. Además de hacer ejercicio físico, puede convertirse en un momento de desconexión de los problemas cotidianos. Y, por si fuera poco, al igual que para los canes, resulta una oportunidad de encuentro y diálogo con otras personas. En cuanto al vínculo con el animal, se verá reforzado al establecerse un espacio de confianza y disfrute mutuo. “Si realizamos los paseos de forma regular –un mínimo de tres al día y de 30 minutos– y creamos un horario fijo, conseguiremos que salga de forma tranquila y relajada”, refiere el experto, y aconseja llevar sus juguetes para estimularlo.  

Otro punto para tener en cuenta es que debe ser el dueño quien controle el ritmo. Desde Mascotas de la Ciudad, organismo que depende del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, aconsejan diferenciar dos momentos: uno donde el perro camina a la par (siguiendo las órdenes de la persona y con la correa corta) y otro cuando va relajado (oliendo y hasta pudiendo estar suelto en los lugares autorizados). “Es conveniente que el animal vaya siempre del lado izquierdo de la persona y no por delante de ella”, recomiendan.  

DOG FRIENDLY

Hoy existen muchas opciones para disfrutar de una vida social en compañía de las mascotas, tanto en espacios cerrados como al aire libre. La opción más conocida son los bares y restaurantes, que antes solo ofrecían los platos para el agua y, debido al éxito de la propuesta, fueron incorporando menús especialmente pensados para ellos. También existen playas habilitadas para llevarlos, donde pueden disfrutar de la arena y el mar junto a sus dueños. Viajar es otra opción, dado que las aerolíneas, teniendo los documentos necesarios, lo permiten. Incluso ya hay hoteles que los hospedan.