Adoptar un gato callejero

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Llevar a casa un gatito abandonado es un acto loable que trae aparejada una serie de cuidados específicos para que se integre a la vida familiar. Las claves para tener en cuenta son tres: conocimiento, paciencia y mucho amor.

 

Tener una mascota implica siempre brindarle la asistencia necesaria para que se desarrolle sana y feliz, por cuanto si encontramos un gato que ha sido librado a su suerte, lo primero que debemos preguntarnos es si estamos preparados para asumir la responsabilidad con respecto a su bienestar, sus cuidados y su educación.

No todos disponen de espacio o tiempo para incorporar a un nuevo integrante a la familia, por lo que algunos aportan su granito de arena brindándole un hogar de tránsito hasta conseguirle un destino definitivo y venturoso. Si ese no es nuestro caso y queremos y podemos prodigarle todo el amor y la atención que merece, será mejor conocer algunas cuestiones que harán que el proceso resulte exitoso.

GANAR SU CONFIANZA

Antes de poner en marcha cualquier táctica es preciso entender que muchos de estos mininos probablemente han padecido malas experiencias con humanos o con otros animales, por lo que, excepto que se trate de un cachorrito, será muy difícil que se muestre amistoso y mucho menos que deje que lo alcemos. Por el contrario, es posible que se altere y huya.

Por esta razón debemos transmitirle tranquilidad ofreciéndole comida y cuidando que nuestros gestos no lo sobresalten. El objetivo es que se meta por sus propios medios al transportín –si es muy pequeñito, es posible que no haga falta– para poder trasladarlo sin inconvenientes, por lo cual podemos dejar en su interior un poco más de alimento o alguna chuchería que despierte su curiosidad.

Lo siguiente será llevarlo al veterinario para que descarte cualquier dolencia, indique el tratamiento requerido en caso de que padezca alguna infección y ordene el plan de desparasitación, vacunas y esterilización. Esto último es particularmente importante, sobre todo en los gatos adultos, ya que reduce la probabilidad de que se escape en la época de celo.

Lo ideal es tener todo preparado para su arribo: el lugar que le hemos destinado para dormir, alimentarse y hacer sus necesidades, sus utensilios para comer y beber, su caja sanitaria con piedritas y su cama. Esto no siempre es posible, en particular en estos casos en los que la urgencia por salvar una vida supera toda planificación.

Es imprescindible armarnos de paciencia y no olvidar que los gatos son básicamente independientes y que el nuestro ha vivido en un espacio abierto, sin puertas ni muros, que puede haberle sido muy hostil, por lo que no está acostumbrado a estar encerrado ni a que le demuestren afecto. Por ello deberemos permitirle que recorra la casa a sus anchas y que al principio sea él quien elija su rincón. Quizá los primeros días se esconda y se muestre nervioso; esto es normal y hay que dejarlo. Si lo forzamos a salir, se sentirá amenazado, creyendo que le haremos daño y el proceso de adaptación volverá a foja cero. Paulatinamente se animará a abandonar su refugio y empezará a inspeccionar su nuevo hábitat.

En tanto, podemos acercarnos a su escondite, hablarle con un tono suave y estar pendientes de que nos vea cuando le dejamos su alimento y su agua, de manera que nos relacione en forma positiva. Progresivamente se irá sintiendo más seguro, y los acercamientos se intensificarán. Cuando ya nos hayamos ganado su confianza y esté adaptado, será el momento de enseñarle a respetar las reglas de la casa. Bastan solo un par de veces de marcarle con un fuerte chistido que no puede subirse a la mesada o colgarse de las cortinas para que aprenda los límites que le fijemos.

 

GaTips

  • Es posible que al principio nuestro amigo felino intente escaparse, por lo que será acertado mantener cerradas las puertas y las ventanas, al menos durante la primera semana de adaptación.
  • Debemos tener en cuenta que antes de traerlo a casa debía proveerse su propio alimento cazando. Para reemplazar ese hábito, podemos proporcionarle juguetes que cumplan ese fin; además lo entretendrán y le permitirán liberar energía.
  • Un tema frecuente en este tipo de casos es el de las pulgas. Consultemos al veterinario acerca del mejor modo de combatirlas, para proteger a nuestra mascota y desinfectar los ambientes.

 

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