El abecé de las finanzas personales

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“Todos deberíamos aprender el abecé de las finanzas personales”, asegura Alejandro Asrin, presidente de Naranja X. Comprender cómo se manejan es vital para poder administrarlas de manera adecuada y alcanzar una mejor calidad de vida.

Foto: iStock

Las “finanzas personales”, la “economía doméstica” o el “dinero del hogar” se ocupan de cómo las personas o familias administran sus recursos a lo largo de su vida. En todos los casos, se está hablando de la administración de los ingresos (sueldos, rentas, ventas, subsidios, etcétera) y del patrimonio (propiedades, vehículos, colocaciones financieras, etcétera) de la gente.

Una buena gestión de las finanzas personales permite sacar mejor provecho de los recursos que cada uno tiene. Saber cómo administrarlos es útil tanto en épocas de prosperidad (quien organiza sus gastos tiene más posibilidades de ahorrar) como de escasez (al priorizar egresos, es posible evitar endeudamientos no planificados o en exceso).

“Todos tenemos la necesidad de saber y pensar qué hacer con nuestros ingresos y egresos. Así como uno aprende a leer y escribir, también debiera aprender el abecé de las finanzas. La realidad es que por el solo efecto de tener un ingreso, deberíamos saber de finanzas”, asegura Alejandro Asrin, presidente de Naranja X. 

“Alguien dijo alguna vez: ‘Cada objetivo o meta en la vida conlleva una decisión financiera’”, recuerda el CEO de la compañía. Así, un manejo adecuado de las finanzas personales se transforma en una especie de precondición para lograr un mejor bienestar, tanto material (por ejemplo, alcanzar metas o llevar adelante planes) como emocional (tranquilidad, disfrute, etcétera). Una clave, en ese sentido, es vivir de acuerdo con “las finanzas reales” y no en función de expectativas o de falsas premisas.

Para ello, suele resultar productivo intentar tener todo registrado en un solo lugar. Es decir, todos los ingresos y egresos. En el caso de los ingresos, es fácil cuando se está en relación de dependencia, pero cuando se es cuentapropista, a veces se llega a mitad o fin de mes y es difícil precisar cuánto dinero ha ingresado. Lo mismo corre para los gastos. Tener un resumen con todo (ingresos, pagos, débitos, compras financiadas y demás) hace mucho más fácil el control y permite ver y analizar “cosas” que no estuvieron bien y otras que fueron beneficiosas. 

En definitiva, las finanzas requieren tiempo y dedicación. Un buen seguimiento de las propias cuentas permite reflexionar con los pies en la tierra y dar pasos más satisfactorios en términos de la vida cotidiana. 

3 PALABRAS CLAVE

Ocuparse: registrar y planear ingresos y egresos. 
Controlar: revisar el cumplimiento del plan que se diseñó.
Seguridad: tomar decisiones sobre el “flujo seguro”, es decir, sobre recursos que se poseen (no sobre eventuales o futuros no confirmados).