La inclusión financiera es una herramienta que busca mejorar el acceso de las personas a bienes y servicios financieros con la finalidad de reducir brechas sociales, territoriales y de género. Un concepto multidimensional incluido en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
La inclusión financiera significa, para las personas y las empresas, tener acceso a productos financieros útiles y alcanzables que satisfagan sus necesidades –transacciones, pagos, ahorros, crédito y seguro–, prestados de manera responsable y sostenible. Pero, además, está estrechamente vinculada con la sostenibilidad, ya que tiene el potencial de promover varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Nos referimos a los 17 objetivos aprobados en 2015 por las Naciones Unidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y perspectivas de las personas en todo el mundo. Este llamamiento trazó un plan de acción para alcanzar esas metas en el año 2030.
Tanto organismos internacionales como gobiernos coinciden en señalar las potencialidades de esta herramienta para promover múltiples ODS: fin de la pobreza; hambre cero; salud y bienestar; igualdad de género; trabajo decente y crecimiento económico; industria, innovación e infraestructura; reducción de las desigualdades y alianzas para lograr los objetivos.
De los 17 ODS, existe uno –el octavo– que se relaciona estrechamente con la inclusión financiera. Dentro de este objetivo, titulado “Trabajo decente y crecimiento económico”, la ONU ha formulado distintas metas, entre ellas, la promoción de políticas orientadas al desarrollo que apoyen las actividades productivas, la creación de puestos de trabajo decentes, el emprendimiento, la creatividad y la innovación. También promueve el fomento de la formalización y el crecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas mediante el acceso a servicios financieros, así como el fortalecimiento de la capacidad de las instituciones financieras para fomentar y ampliar el acceso a los servicios bancarios, financieros y de seguros a todos.
NUEVAS HERRAMIENTAS TECNOLÓGICAS
Las nuevas herramientas tecnológicas permiten poner en marcha a toda la economía, ya que les posibilita a las personas disponer de bienes y de una prosperidad que, si bien se devuelve a largo plazo, tiene efectos inmediatos. Para el crecimiento de la economía de la región, las fintech pueden contribuir a ese crecimiento, que podría ser diez veces más en la próxima década, y en todos los sectores. Estos son algunos indicadores de lo que hacemos en Naranja X, que potencian la inclusión financiera de más personas en el país:
• Más de 10 millones de tarjetas (crédito y prepaga). Para el 40 por ciento de los nuevos clientes que se suman mes a mes, Naranja X es su primera experiencia financiera.
• Más de 900 mil préstamos otorgados en 2021 por un monto total que supera los $20.600 millones. El 34 por ciento de esas personas tomó un préstamo por primera vez en el último año.
• El 33 por ciento de los clientes del producto “tarjeta de crédito” la usan como único medio de pago. Y el 52 por ciento de los clientes concentran más del 50 por ciento de su deuda con nosotros.
