El expediente de mi madre

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Décadas después de la desaparición del régimen comunista en Hungría, el autor de este libro descubre que su adorada madre espió durante décadas para ese gobierno y pasó información comprometedora sobre amigos, vecinos, familiares y hasta sobre sus propios hijos. Esa historia se cuenta en esta novela sorprendente y conmovedora, de la cual compartimos un fragmento.

La señora Pápai acudió puntual al encuentro. Los hombres llegaron con unos quince minutos de retraso y pidieron disculpas repetidamente con la mayor humildad, no sin antes ofrecer a la señora Pápai un ramo de flores con ocasión de su sexagésimo cumpleaños. Todo esto tenía lugar en la plaza de Batthyány. Mientras ellos seguían derrochando excusas, la señora Pápai anuló con un gesto de impaciencia cuanta palabra redundante estuviera por venir y aludió a la nevisca que caía, y que el informe, por lo demás, olvidó mencionar: “Que sea este el mayor problema, caballeros”. En honor a la verdad dijo “camaradas”, con su inconfundible acento y con una sonrisa que los desarmó por su atractivo y por la voz de cantarina melodía que no hacía sino avivar el encanto de su afirmación; pero en aras de la seriedad del relato quedémonos ahora con “caballeros”, que refleja con mayor fidelidad los galantes piropos que salieron de las bocas de los varones para acompañar el precioso ramo. Acto seguido, y según lo acordado previamente, el pequeño grupo se encaminó por la orilla de la plaza en dirección a la pastelería junto al templo, o detrás de él (cuestión de perspectiva), ubicada en un semisótano que había sido en su origen una planta baja, hecho que recordaba las épocas anteriores a las grandes crecidas del río, cuya gris espuma se iluminaba por un momento ante la risa desbordante de la señora Pápai. El propio Hokusai habría envidiado el bello espectáculo de los copos de nieve de aquel blanco majestuoso al caer de soslayo sobre las aguas plateadas. En ese preciso instante, la risa de la señora Pápai quedó sofocada por el estridente rechinar del tranvía de la línea 19 al partir de su parada final, situada justo detrás de la estación del metropolitano, en dirección al Puente de las Cadenas.
Aquel día la señora Pápai no brillaba por su elegancia; se había calado una tupida gorra de lana de colores y un abrigo beige forrado que no se diría que fuese el último grito: provenía de los talleres de la fábrica de ropa VOR, Vestidos Octubre Rojo. Como si fuese deliberado su total descuido en el aspecto exterior, calzaba unos sencillos zapatos de tacón bajo y su única alhaja eran sus hermosos ojos verde jaspeado, resplandecientes, que tendían al azul o al gris. “Bah, el atavío de una persona no es lo importante, caballeros, no es el hábito lo que hace al monje”, habría dicho si se lo hubiesen preguntado. Sin embargo, esta vez su apariencia poco refinada fue decididamente ventajosa. Que era la fecha de su cumpleaños, los hombres tampoco lo supieron por ella, pues la señora Pápai ponía especial énfasis en que ese día su entorno “prescindiera de hacer alharaca”, no le gustaban las ceremonias, las celebraciones superfluas, “ayayay, hay cosas mucho, pero muchísimo más importantes en este mundo, personas que se mueren de hambre, que van descalzas, que son diezmadas por las enfermedades y las guerras”.

 

BIOGRAFÍA DEL AUTOR


Andrá Forgach

Budapest, 1952. Novelista, traductor, dramaturgo y artista visual.
Figura destacada del movimiento contracultural húngaro de las décadas de 1970 y 1980. Entre su obra destaca la novela Zehuze, protagonizada por una madre que escribe cartas a una hija. El expediente de mi madre se ha convertido en un gran éxito en Hungría y ha tenido una notable repercusión internacional: hasta el momento se han vendido los derechos de publicación en 14 países.

PORTADA DEL LIBRO
El expediente de mi madre.
Editorial Anagrama.