Fabián Zitta: Diseños de rigor quirúrgico

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El diseñador y médico oriundo de Corrientes se reinventó durante la pandemia con prácticas más sustentables y nuevos proyectos creativos.

Foto Pato Pérez

Norman Foster decía que tu universo creativo es como una célula con un núcleo donde reside tu identidad. Después hay un citoplasma, que también tiene otras sustancias y pertenece a otros universos, y finalmente el resto de los elementos, donde viven las fuentes de inspiración”, comenta Fabián Zitta desde el primer piso de su tienda en la avenida Quintana, en el barrio de Recoleta, en la ciudad de Buenos Aires. El diseñador y anestesiólogo, que se mudó de Corrientes a la capital para estudiar Medicina en la Universidad de Buenos Aires a los 18 años, da su definición de la identidad de un diseñador, en las palabras del arquitecto británico que homenajeó en su última colección de invierno, presentada en medio de la pandemia por el coronavirus. 

Las características que residen en el núcleo de la célula creativa de Zitta tienen que ver con la rigurosidad de las líneas, los recortes geométricos, los plisados y los materiales nobles. Además, con una experimentación de calados láser en cuero y una paleta de color distintiva que varía cada temporada, pero que combina tonos desaturados, empolvados y suaves, como rosados, grises, nudes y pasteles, que se conjugan con otros estridentes como verdes lima y esmeralda, rojos y fucsias, y también azules cobalto. Estas cualidades saltan a la luz al ver las creaciones del correntino de 54 años que fue jurado del reality televisivo Corte y confección y combina sus días entre los quirófanos, fríos y asépticos, y su atelier de dos pisos, donde viven vestidos de seda con recortes de organza plisada, sacos smocking plateados y monoprendas livianas en cuero de oveja. 

Este año, el diseñador que viste a celebrities como Pampita, Valeria Mazza y Flor de la V cumple 20 años en la moda junto a su pareja y socio Charly Fonseca, y lo festeja desde el hacer, sumando nuevos complementos: una colección resort de alto verano con la que se presentó en la última edición del ciclo de desfiles Designers Buenos Aires, una línea de accesorios que se suman a su primera creación, la cartera Bárbara –hecha por artesanos argentinos y llamada así en honor a su primera gata– y nuevos servicios de interiorismo.

  • ¿Cómo encontraste tu camino en la moda?

Empecé como un hobby para los tiempos libres por fuera del quirófano, intuitivamente y sin mucho conocimiento. De forma particular, estudié con Norma Bertol, que estuvo trabajando más de 20 años entre Chanel y Sonia Rykiel, y después vino a vivir a Buenos Aires. Ella me enseñó todo lo que sé, desde historia de la moda y sociología del vestir, y todavía sigue siendo mi mentora y hace la curaduría de cada colección mía para lograr un buen equilibrio entre los recursos, la materialidad, la silueta y la paleta de color de cada temporada.

  • ¿Qué hábitos modificaste por la pandemia?

Primero, nos dio tiempo para bajarnos de la vorágine del diseño de colecciones y la creación de campañas, y repensar nuestra empresa, que es una pequeña pyme que prioriza la relación directa con las clientas. Luego, el aislamiento nos forzó a ser más creativos, modificar hábitos de trabajo y reciclar telas que teníamos en stock. Siempre diseñé sobre telas nuevas y empecé a tomar un camino más sustentable, a leer y ver documentales acerca de quién está detrás de la construcción de tu producto de lujo, y eso hizo que además redujera la cantidad de prendas de cada temporada, de 170 a 95 artículos, donde hay solo uno o dos por diseño. Con esta filosofía, armamos pequeñas cápsulas con una inspiración puntual. Nuestras clientas, que son fidelizadas y a quienes conozco mucho, entendieron el concepto y las prendas se vendieron bien. 

  • ¿Cómo fue la experiencia de ser jurado del programa Corte y confección? 

Si bien me interesa más el prestigio que la fama, me pareció un lindo desafío estar en los medios, pero no me sedujo la fama. Mi primera carrera es la Medicina, y el diseño lo hago porque me apasiona, no porque me interese tener horas de televisión. El lado positivo que tuvo mi paso por el programa fue que me conectó con clientas del interior del país que tal vez no me conocían por ser un diseñador instalado en Buenos Aires. 

  • Pampita es casi una embajadora de tu marca. ¿Cuándo empezaste a vestirla? 

La primera vez que la vestí personalmente fue una casualidad. Estábamos en una inmobiliaria en Uruguay, a la espera de la entrega de las casas que habíamos alquilado para el verano, y nos presentamos. Me preguntó si había traído vestidos para la temporada y le mostré los diseños que tenía en el baúl, de los cuales eligió varios, y uno lo usó esa misma noche para una fiesta importante. A partir de ese día, hace más de diez años, la empecé a vestir para eventos personales cruciales y otros sociales. Es una mujer de códigos, segura y profesional. Además, me ayudó mucho vestirla el año pasado para Showmatch para tener vidriera durante la pandemia, en medio de un año muy difícil para la industria textil argentina. Cualquier cosa que ella se pone se vende mucho, y siempre se relaciona con buenos estilistas que le aportan un look moderno y con sello propio. 

DE LA FIBRA TEXTIL A LA CAPILAR   

Además de crear sastrería rigurosa, geométrica y futurista o vestidos vaporosos, el diseñador fue elegido este invierno por Hairssime, la compañía argentina de cosmética capilar, que lo llamó como director creativo de la campaña Ssime Cálidos, su línea de coloración de temporada que incorpora tonos dorados a su paleta de pigmentos. El litoraleño intervino desde el estilismo (aires retro de los años 40 y 60) y creando piezas exclusivas para la producción fotográfica, bajo el lente de Florencia Cisneros. “Es la primera vez que hago una alianza con una marca, y me interesó mucho que fuera argentina y trabajara la amplitud cromática como yo lo hago”, dice Zitta.