Marcela Morelo: “El amor es la herramienta más poderosa”

Luego de presentar Tu mejor plan, se prepara para nuevos desafíos. Creadora de éxitos del cancionero popular, vive el presente y les canta a los sentimientos compartidos.

Fotos Gabriel Machado

Marcela Morelo está renovada. En su rostro hay luz más allá del sol del mediodía que se entromete por la ventana de su casa. Lo demuestra el brillo de su sonrisa y la soltura con la que se mueve durante la entrevista por videollamada. Es la primera vez en más de 20 años de carrera que ni sus discos ni sus giras son el principal tema de conversación. Hoy sus hijos se encuentran en la cima del ranking, y eso no le molesta. Está contenta y orgullosa de haber agrandado la familia adoptando a tres hermanos. “La llegada de ellos nos cambió el ADN”, asegura. En su vida y en la música, al aire fresco lo prefiere de frente. 

Durante el 2020, la creadora de “Corazón salvaje” volvió sobre los temas con los que empezó a cantar en los bares de Buenos Aires. La idea fue de su marido y socio creativo, Rodo Lugo. Juntos armaron las versiones que suenan en el álbum Tu mejor plan, todos clásicos de los 90. “Es una manera de homenajear a ese repertorio que a mí, como cantante, me hizo aprender un montón de cosas. En ese tiempo, trabajaba sola con las canciones que hay en este disco: era plomo, flete, cantante, la que hacía las bases en el teclado y vendía el show. Me dieron mucha alegría, mucho aprendizaje, mucha calle haciendo todo, mucho oficio”, recuerda.

Confiesa que la presentación del disco, el 13 de diciembre, día de su cumpleaños, fue su festejo más masivo. Sin pandemia, la celebración hubiera sido íntima o tocando en un escenario, como si fuera una fecha más del calendario.

Siempre un disco es un regalo, cuando está terminado y también el proceso, porque hay mucha gente involucrada. Hacer un disco es hermoso, es un trabajo de creatividad, de unir el arte de distintas personas, brinda mucha felicidad. Un obsequio te da siempre un subidón de alegría, así que sí, lo es. 

Era prepararme sin saber adónde iba. Tampoco lo sé hoy [se ríe]. Siempre me encuentro buscando cosas que me gusta hacer, que se me ocurren y voy ahí. En un momento dije “Quiero cantar, quiero componer”, y me entregué. De eso sí me acuerdo, hubo un momento que no sabía para dónde disparar y recuerdo perfectamente que hice una entrega, dije: “Por favor, guiame, quien sea que sea el superior, por favor te lo pido, hacé un instrumento de mí y llevame a donde quieras”. A partir de ahí, en todo lo que iba haciendo de a poco, era estar en el lugar correcto con la gente indicada, y hoy estoy acá. 

Sí, creo. “Creo en el destino y en las almas gemelas. Siempre me harás falta, siempre estaré a tu vera…” [Canta una estrofa de su tema “Almas gemelas”]. Pero el destino no es decir “Voy por allá y voy”, también creo en el encuentro, el cual permite que vayas para un lado o para el otro. Cuando se da, es porque tiene que ser, y cuando no, es porque es para el otro lado. 

El haber encarado siempre lo que quería. Quedarme sola fue lo mejor que pasó, fue ahí cuando me puse a ser yo misma y compuse un montón de canciones. Estaba laburando con el repertorio que incluí en Tu mejor plan y era feliz. Ese momento fue muy importante en mi vida artística. Pero tiene una sucesión de hechos anteriores, porque mi abuelo era bandoneonista, nací en una casa donde había música, y eso me marcó mucho; luego, estudiar en un conservatorio me dejó grabada la música en el cuerpo y el alma, la naturalidad de la música. Y también el encuentro con mi marido y mis hijos.  

Esas ganas de enfrentar, de ir y de buscar nuevas cosas. Fui así en todos los momentos de la vida, necesito conectarme con los nuevos tiempos, con las nuevas ideas, quiero arañar para subir un poquito más y sentir el nuevo aire, engancharme de eso que está viniendo, que es superior a lo que está pasando ahora, que estamos peleando o con ideas raras o antiguas. Siempre estoy queriendo encontrar lo nuevo, tratando de salir del lugar cómodo. 

Mucha gente nace con dones, pero quedan ahí, porque hay que hacerse cargo, tomar la responsabilidad de hacer algo con eso. En un momento sentí que quería ser cantante, tengo grabaciones a los nueve años cantando afinada. Siempre lo supe y es bastante inexplicable, está en mí y considero que es un don que vive en mi cuerpo, yo soy el instrumento. Y me hice cargo. En un momento pasé de ser inconsciente de querer ser cantante a ser consciente; entonces esa conciencia me hizo entender que era un instrumento, y como tal, hoy incluso lo siento así, me pongo a disposición. Y entregué todo, mi vida. 

Tengo la sensación de haber compuesto canciones donde solamente fui ese instrumento. No es que sea una genia, después está el oficio, escribir lo es. 

Estoy muy agradecida con la vida que me tocó y que me toca. El mensaje es que siento que las cosas deben ser encaradas desde la herramienta más poderosa, que es el amor. Si una persona hace cualquier cosa desde el amor, es muy difícil que le vaya mal. Pero tenés que laburarla mucho para cumplir los sueños, para estar en el lugar correcto con la persona indicada. Y fundamentalmente, ser una buena persona. Transmitir eso, nada raro. Somos libres también, ser libre, gozar de esa libertad, gozar de soñar.

Te diría que es el sentimiento. Alguna frase con la que cualquier persona puede sentirse igual. Es lo que me dicen: “Parece que escribís las canciones para mí”. Yo vivo, y cuando vivís, tenés la posibilidad de escribir un verso y una melodía, y cuando decís “¡Qué linda!” y creés que va a cambiar al mundo, de repente a alguien le llega… ¡fuaaa es una bomba de amor! 

Sí, soy una cantante popular, soy muy popular. Hago canciones que evidentemente les gustan a todos. Lo de “pop” es por “popular”. Además, un cantor popular va a los pueblos a cantar, es así, y yo lo hago. Tener la voluntad de salir de gira, viajar un día entero para llegar a mi laburo del fin de semana es hermoso, es lo más lindo de ser cantante popular. 

AQUÍ, AHORA Y MAÑANA

Además de instrumentos disponibles por toda la casa, no descansan ni el pool ni los naipes. Jugar pasó a ser una de sus palabras más frecuentes y no tardó en actualizar a sus chicos con juegos de su infancia. Les enseñó el “chupi”, por ejemplo, que consiste en dar vuelta figuritas con las manos como sopapa. Armaron las suyas con papeles; mamá Marcela empezó ganando, pero ellos aprendieron rápido. 

“MIS HIJOS ME DESPERTARON LOS SENTIDOS, ESTÁN EN OTRA FRECUENCIA, ESO ES MUY HERMOSO”.

Sí, por supuesto. Estar constantemente enfrentándome a mis aspectos personales o gustos o sentimientos me permite escribir canciones. Este año fue muy fuerte, fue un año de aprendizaje absoluto. Soy mamá hace pocos años, es una familia ensamblada con tres hijos. Familiarmente fue muy positivo. Mi reflexión o resultado es que aprendí mucho a ser mamá. Y grabamos un disco.

El ser madre es una responsabilidad muy grande. Nosotros con Rodo tomamos el compromiso enorme de ensamblar tres hijos ya grandes a nuestra familia, no eran bebés. Y hace cuatro años nos miramos todos los días y no lo podemos creer, son lo más. Y mirá que hay que laburar como una loca. Mis hijos me despertaron los sentidos, es mucha energía, están en otra frecuencia, eso es muy hermoso. Estamos en proceso de cambio muy grande, hay una unión muy fuerte y, a pesar de todo, este año, ese “quedate en casa” hizo que el vínculo acelerara el proceso. Entonces, estamos muy ensamblados, hay una confianza y un amor impresionante. Aprendemos a convivir, es muy hermoso. 

Van cambiando las prioridades de acuerdo con la edad y la época. En este momento, me voy a enfocar en el aquí y ahora. Este año lo importante es la salud, la unión de la familia, bajar la ansiedad para tener buena salud mental, física y espiritual. El año musical está restringido, así que no tengo giras, pero sí shows, participaré de “Las Elegidas” en el Colón y tengo una novedad, muy interesante para mí: me llamaron para actuar en una serie, ¡es una primicia! Me dieron un personaje en una ficción muy musical, tengo que seguir siendo un poco yo, lo que permitió aceptar el desafío. Es salir del lugar cómodo y ¡me metí en un “bolonqui”! Justo el año pasado hice un seminario de actuación con Inés Estévez, y después se dio lo de la serie, así que me vino muy bien lo que aprendí con ella. Eso es lo que me gusta, obtener muchas herramientas. 

Quiero jugar, pero siendo responsable y aprendiendo. Lo tomo con total responsabilidad, en eso soy así siempre. Creo que voy a aprender mucho, me interesa muchísimo. 

No sé si me imagino. Quiero mucha salud para acompañar a mis hijos, para verlos crecer y disfrutar de ellos desde otro lugar, de más grande. Y quiero seguir trabajando, no me imagino sin trabajar. Le digo a mi hijo que me va a tener que llevar al teatro a cantar. 

Felicidad, amor, perseverancia, confianza, unión con Rodo, creatividad, trabajo, esfuerzo, aprendizaje… ¡Uf, un montón! 

PING-PONG 

Un libro: El poder del ahora, de Eckhart Tolle. 

Música que hayas descubierto: El trap. 

Un pueblo: Son todos especiales. 

Una comida que te gusta cocinar a tus hijos: Polenta con queso y salchichas.