WASHINGTON CUCURTO “Cuando escribo, soy el personaje”

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Sin seudónimo, Santiago Vega hubiera escrito lo mismo; pero Washington Cucurto es más que un alter ego, es el personaje en que se convierte cuando se pone frente a la página en blanco. “Raras veces son cosas que pienso o siento, sino todo lo contrario, trato de comprender el espíritu de mi época, la actuación de la sociedad, sus causas y consecuencias, y sobre la base de eso construyo un personaje, salvaje, primitivo, tierno y violento, sin caer en el lugar común. Un personaje que es, en gran medida, un representante de nuestra sociedad”, le dice a Convivimos.

En su reciente novela, Con todas mis fuerzas, los protagonistas son un padre y un hijo porque “siempre es bueno repensar las relaciones familiares, padre, madre, hermanos, hijos”. “Creo que hoy en día la familia convencional está en crisis, y en ese sentido me pareció valioso volver a indagar sobre viejos aspectos”, explica. A su estilo narrativo le dicen “realismo atolondrado”, para él es simplemente literatura.

Al libro en papel todavía le ve una larga vida. “No creo que haya grandes cambios con respecto a la tecnología, ya no es una ciencia al servicio del hombre, sino de los negocios. Bajo esta filosofía es difícil que se den grandes cambios a favor de la humanidad”.

¿Un libro que estés leyendo?

El perseguidor, de Julio Cortázar.

¿Uno que recomiendes?

El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García Márquez. También la obra de Leo Oyola, Walter Lezcano y Gustavo Yuste: están escribiendo en un nivel superlativo y se encuentran a la altura de Márquez, Bioy o Cortázar, serán la base de la cultura mundial de este siglo.

Con todas mis fuerzas

Las ganas de crecer y el miedo a ser adulto, la necesidad de buscar un camino propio, el despertar del sexo, el amor por los libros son impulsos que unen y separan a Frank y su padre.

224 págs.

Emecé

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