10 iniciativas que auguran un futuro mejor

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Medidas que debemos tomar frente al calentamiento global, la falta de recursos naturales, la contaminación y otros males que enfrenta la humanidad.

Por Denise Destéfano
Foto Gentileza Amartya

No todo está perdido. Ante el permanente anuncio de un cataclismo mundial ocasionado por el cambio climático y la sobrepoblación del planeta, ya hay medidas concretas encarándose, proyectos en ciernes y buenas ideas que están muy cerca de ver la luz.
“Al encontrarnos en transición entre paradigmas, se dan muchos espacios que entran en comunión con una nueva manera de ‘ser en el mundo’, y, desde una perspectiva holística, contribuyen a crear soluciones para el planeta”, explica a Convivimos Juan Cruz Zorzoli, director ejecutivo de la asociación civil Amartya, que promueve la sustentabilidad a través de la educación. A continuación, enumeramos algunas de ellas.
1. Energías alternativas
La solar, la eólica y la geotérmica ya son energías de uso cotidiano, y siguen surgiendo nuevas posibilidades. Por ejemplo, tal como en Volver al futuro, en Inglaterra se presentó un colectivo que funciona con desechos alimenticios y humanos. Se llama Bio-Bus, y con un tanque de gas biometano puede recorrer 300 kilómetros, lo que requiere el residuo anual de cinco personas. Es un diseño experimental, pero ya hay micros que usan un sistema similar en Oslo, Noruega.
2. Banco genético de animales
Según el proyecto FrozenArk, un 30 por ciento de todas las especies de animales se extinguirán en los próximos 50 años. Para conservar ejemplares tan familiares como las chitas, varias organizaciones se dedican a guardar muestras de especies en peligro. El Laboratorio de Biotecnología Reproductiva para la Conservación de Fauna Silvestre del Zoo de Buenos Aires conserva unas 5000 muestras que representan a más de 70 especies distintas. Hay iniciativas similares en zoológicos de Estados Unidos, Inglaterra, Sudáfrica, China y Brasil.

“Se dan muchos espacios que entran en comunión con una nueva manera de ‘ser en el mundo’”.
Juan Cruz Zorzoli

3. Pasos de fauna salvaje
Los ecoductos son túneles que permiten recuperar la vegetación natural mientras dejan que los animales atraviesen una ruta o una vía del tren sin peligro. Con el mismo fin, se construyen puentes verdes. En la Ruta Nacional 101, en el área del corredor de biodiversidad Urugua-í-Foerster, se hizo el primer ecoducto de Latinoamérica en un intento por evitar la principal causa de muerte de los yaguaretés en Misiones, el arrollamiento, y probar que la convivencia entre el mundo animal y el desarrollo humano es posible.
4. Sistemas de desalinización y purificación de agua
Según la ONU, 1800 millones sufrirán escasez grave de agua potable para 2025. Con el 97 por ciento de este recurso en los océanos, los sistemas de desalinización parecen ser la respuesta. Esta tecnología avanza y es cada vez más económica, aunque todavía es cara para los países más pobres, mientras se desarrollan biotecnologías para la retención del agua de lluvia y su potabilización. La Unesco, por su parte, prefiere las “soluciones basadas en la naturaleza”, como la preservación de zonas húmedas y bosques, para aumentar la cantidad y la calidad de agua disponible.
5. Recolectores de basura marinos
Según el Worldwatch Institute, entre 10 y 20 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos cada año y forman enormes islas, pero ya existen propuestas para remediarlo. The Ocean Cleanup planea generar una barrera pasiva que acumule el plástico arrastrado por las corrientes. Seawer es un proyecto futurista de una central hidroeléctrica flotante que podría limpiar los océanos mientras genera energía renovable. Y el Inner Harbor Water Wheel, ya en funcionamiento, es un “caracol” gigante que recoge la basura del puerto interior de Baltimore antes de que llegue al mar.
6. Construcciones sustentables
Las casas con mínimo impacto ambiental que aprovechan la naturaleza para generar energía propia, reutilizan agua de lluvia y tienen una correcta ventilación y ubicación que minimiza el uso de recursos ya son una realidad. Desde las construcciones rurales de adobe o bambú hasta las paredes verdes de la ciudad, este parece ser un estilo que llegó para quedarse: reduce la huella ecológica, genera enormes ahorros en consumo y termina con las islas de calor urbanas. Definitivamente, la tendencia del futuro.
7. Consumo colaborativo
Esta modalidad en sus varias formas es sin duda el mejor camino para enfrentar el consumismo. El auto compartido, el alojamiento tipo couchsurfing, Uber, los clubes de trueque, las “gratiferias” y la venta de usados hacen furor y no solo porque son rentables. Compartir en lugar de comprar algo nuevo es inteligente, ecológico y acerca a las personas eliminando intermediarios. Promete ser la manera de consumir de acá en más.
8. Biomímesis
Si hay algo que entendimos en plena crisis global, es que conviene aprender de la naturaleza. La biomimética se inspira en ella para crear nuevas tecnologías que resuelvan problemas humanos con nuevos modelos de sistemas, procesos o elementos. El concepto es tan viejo como Leonardo Da Vinci y sus máquinas voladoras, pero ahora está de moda y se aplica desde los negocios hasta el diseño y la construcción, buscando siempre bajo impacto ambiental.
9. Participación ciudadana
Aprender a participar y colaborar con otros, saber manejar disensos y generar consensos, inspirar confianza y compromiso, enseñar a respetar los acuerdos, construir con visión de mediano y largo plazo es, según los especialistas, una de las grandes herramientas que deberán cultivar las generaciones para sobrevivir en un mundo donde todo está relacionado y en permanente e instantáneo contacto. Mantenerse al margen ya no es una posibilidad.
10. Educación ambiental
Enseñar sustentabilidad resulta central para promover una nueva noción de desarrollo. “La educación es el elemento más revolucionario (en el sentido de transformador) con que podemos dotar a nuestra sociedad, y necesitamos que forme pensadores sistémicos capaces de encontrar y generar valor ambiental, comprometidos ya no con la producción y reproducción de la riqueza económica, sino con el cuidado de la vida en un sentido holístico”, resume para terminar Zorzoli.

 

OBJETIVOS DEL MILENIO

Hace 18 años, 191 jefes de Estado fijaron los Objetivos del Milenio. En 2015 renovaron el compromiso con 17 metas, entre las cuales están garantizar agua limpia y saneamiento, energía accesible y no contaminante, que las ciudades y comunidades sean sostenibles, que la producción y el consumo sean responsables.
“Sin dudas, el mayor desafío como sociedad es redefinir nuestra noción de desarrollo y, con ello, la de bienestar y la relación con el consumo, el confort y la comodidad”, concluyó Zorzoli.