Has recorrido un largo camino, muchacha

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Históricamente, la mujer ha luchado por obtener los mismos derechos que los hombres. El cine ha sido testigo de ello, y estas conquistas pueden verse a través de las películas.

Por Leonardo González 

El cine nació y se desarrolló como un entretenimiento, pero también es un medio que ha sido testigo del cambio de la mujer. Lo primero que se puede nombrar es la llegada del sonido, a fines de la década del 20. Ya no bastaba solo con ser una cara bonita, a las actrices ahora se les exigía que tuvieran una buena voz y que supieran interpretar sus papeles. El problema es que las actrices seguían relegadas a roles secundarios y debían ser dóciles y felices criando hijos. Toda la que no respondiera a estas características era una femme fatale o una criminal. Y no cabían dudas de que pagarían por su rebeldía. 

Con los años, los roles femeninos fueron teniendo un costado más pícaro y osado, si se quiere. Aun así, mostraban una debilidad. Muchos de estos personajes utilizaban el sexo y el erotismo –solapadamente para que ningún censor se ofendiera– para tener al hombre comiendo de su mano y alcanzar cualquier objetivo que se impusiera. De todas maneras, esa mujer no estaba completa. Algo le faltaba hasta que no cumpliera la fantasía romántica de encontrar al hombre de su vida.

Durante los años 70 y 80, la mujer que aparecía en pantalla era sexualmente activa, tenía independencia económica, peleaba por los mismos puestos  que los hombres, no temía mostrarse ambiciosa y hacer lo que fuese necesario para sobresalir. Pero todas estas características fantásticas y que dotaban de mayor profundidad a los roles femeninos eran mejor vistas solo si la chica se quedaba con el chico. Pero con el avance del tiempo los personajes femeninos comenzaron a ser más fuertes, rompían esquemas, gritaban, se quejaban, se hacían escuchar, y hasta eran tan letales con las armas y sus puños como los hombres.

El cine la presentó a la mujer de diferentes maneras: fue un objeto deseado como Marilyn Monroe en Una Eva y dos Adanes (Some Like It Hot, 1959). La que se moría por encontrar a su príncipe: Julia Roberts en Mujer bonita (Pretty Woman, 1990). Manipuló al hombre, como lo hizo Barbara Stanwyck en Pacto de sangre (Double Indemnity, 1944). Y fue la que enfrenta todo tipo de dificultades, como Angelina Jolie en Todo corazón (A Mighty Heart, 2007). También estuvieron las que rompen los esquemas, como Susan Sarandon y Geena Davis en Thelma & Louise (1991); y las que arriesgan todo por su compromiso con una causa como Cate Blanchett en Veronica Guerin (2003). Por último, las de armas tomar, como  Jamie Lee Curtis y su Laurie Strode de Halloween (2018).

Los cuestionamientos culturales siempre están en constante movimiento, y el cine seguirá mostrando todos estos cambios sociales que, sin ninguna duda, son para mejor. 

ADN SOBRE LA MUJER EN EL CINE

• Los roles femeninos pasaron de ser meros personajes decorativos a mostrarse más profundos e interesantes.

• Las mujeres fueron llegando a posiciones mucho más importantes y de poder dentro de una industria en la que predominaban los hombres. 

• En las tramas actuales, las damiselas o mujeres en peligro que necesitan ser rescatadas por un hombre ya casi no existen.

• Un personaje femenino actual que no responda a los cambios que se fueron dando en la sociedad sería rechazado totalmente por el público.