La primera audición que hizo Camila Bocca en su vida fue para entrar al cuerpo estable del Teatro Colón. Además de ganar el concurso, luego de transcurrido tan solo un año Paloma Herrera, directora del ballet, la eligió como una de las bailarinas solistas del staff. Tiene 20 años y asegura que a partir de aquel momento, todo empezó a suceder muy rápido. “Me ha tocado interpretar roles que me encantan y que no había pensado hacerlos tan joven”, le cuenta a Convivimos.
“Cuando bailo, siento una responsabilidad enorme por la gente que vino a verme. Lo disfruto tanto que en el momento me olvido de lo que estoy haciendo, de alguna manera salgo inconsciente y al terminar siento que fue un flash, no recuerdo bien qué pasó”, confiesa.
Por su talento también es convocada por otras compañías, como el Buenos Aires Ballet. “Es una oportunidad increíble para los bailarines, porque el escenario es una instancia para crecer como artista, te da más confianza y experiencia. Y también para el público que no siempre puede acceder a ver una obra del Colón”.
Los maestros son exigentes, pero asegura que sobre todo la presión es propia. “Siempre hay competencia, a veces sana y otras no. Hay que bloquear el cerebro ante las malas energías, hacer tu trabajo y volver a casa”, cuenta. Ella regresa feliz: “Hoy tiene sentido todo lo que dejé de lado por un objetivo que logré cumplir”. Por eso, asegura que el principal valor en esta carrera es la perseverancia.
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Buenos Aires Ballet
La compañía creada por Federico Fernández, figura del Teatro Colón, interpreta los mejores pas des deux del repertorio internacional. Para ello, reúne a los bailarines más destacados de la escena.
27 de abril, a las 21, en ND Ateneo, Paraguay 918, Buenos Aires.
