Como espectador de teatro musical, José María Listorti no podía creer cómo hacía una persona para cantar, bailar y actuar al mismo tiempo. “¡Qué bárbara esta gente! Nunca voy a llegar a esto”, pensaba sin imaginarse que en 2023 sería parte de un suceso de la calle Corrientes, Matilda. “A lo que más miedo le tenía era a la actuación, porque el tono de un musical es exagerado, pero tampoco tanto para que sea creíble. Todo es más sobreactuado, así que el desafío era más lo actoral que el canto”, cuenta.
En la obra interpreta al padre de Matilda, el malo de la historia, caracterizado con una peluca verde y bigotes. Al vestuario le aportó un sombrero propio, que compró hace más de una década y que pidió usar por el cariño que le tiene. También para la suerte, porque es el mismo que llevó al casting.
Divididos en tres grupos, forman parte del elenco 26 niños, algo que también le inquietaba al principio. “Sin embargo, a la hora de trabajar eran Robert De Niro, lo más profesional que te puedas imaginar, me sorprendieron gratamente. Es impresionante lo que hemos aprendido de ellos”, comenta.
Siempre disfrutó de hacer reír, pero no descarta el drama, incluso ya tiene ofertas para continuar en la comedia musical: “Me encanta hacer todo, me gusta aprender, por eso en mi carrera nunca me encasillé”.
- ¿Una obra que recomiendes?
Tarascones, de Gonzalo Demaría.
Matilda, el musical
La historia de una niña inteligente y especial, enamorada de la lectura, que desarrolla una habilidad mental para lidiar con su realidad. Esta producción se despide de los escenarios.
Del 12 de enero al 13 de febrero, en Teatro Gran Rex, Av. Corrientes 857, Buenos Aires.
