“Nuestra principal bandera es la canción”, asegura Justo Fernández Madero, el cantante y compositor de Silvestre y La Naranja, la banda bonaerense que acaba de lanzar un disco donde lo dejan en claro. Así, en los once tracks de Sueño cítrico les escapan a las etiquetas: “Preferimos no encasillarnos en ningún estilo, porque es una limitación a la creatividad. Hay que darle bola a lo que uno siente lindo y mágico, si está bueno, la coherencia se termina encontrando sola”.
A pesar de que el grupo suma más de una década, sienten cada trabajo como si fuera el primero: “Vamos redescubriéndonos y desbloqueando niveles musicales”, cuenta mientras toma mate.
Según Justo, el último álbum es el más colectivo de los cinco editados y es “la fiel representación del momento actual”, un presente que los encuentra muy conectados internamente. Si bien son amigos desde antes, por primera vez convivieron full time para grabar el disco. Se aislaron dos semanas en un estudio en el medio de las sierras chilenas, una experiencia que, confiesa, fue increíble y difícil de reemplazar. “Estar todo el día metidos en eso, tanta intensidad, generó una energía distinta que repercutió en la música”, dice. La presentación oficial será en septiembre, en el mítico Estadio Obras, en Buenos Aires: “Todavía no nos cae la ficha. Es un sueño, hace un año no te lo creía”.
- ¿Un disco que recomiendes?
El Álbum blanco, de The Beatles.
SUEÑO CÍTRICO
Un disco ecléctico y potente donde el pop juega con otros géneros como el soul, el rock y hasta algo de punk.
BMNG.
