Melina Torres

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Si los lectores se cruzan con Melina Torres, es inevitable que le pregunten en qué anda Silvia Aguirre, la protagonista de sus novelas policiales Pobres corazones y la reciente Zona liberada. “Yo respondo, porque me gusta que hablamos del personaje como si fuera un pariente lejano y nos dejemos llevar por eso. En este mundo que está agotado, poder entrar al de la ficción está buenísimo”, cuenta la escritora. 

Es santafesina, pero vive en Rosario, y la realidad que atraviesa la ciudad respecto de la inseguridad y el narcotráfico se reflejó en la primera entrega de la que espera sea una saga. Para la segunda, llevó a su protagonista a otro escenario, cruzó a Entre Ríos y la víctima es un artista plástico. “Cuando una escribe novela negra se hace cargo de lo que está aconteciendo. Como dice Reynaldo Sietecase, para conocer un lugar al que nunca fuiste hay que leer a sus autores de novela negra, porque un poco te pintan el panorama de lo que pasa”, sostiene. 

Su llegada al género fue cuestión del destino. Egresada de la carrera de Comunicación, realizó un taller literario y tras una consigna “apareció de sopetón Aguirre”. “Tiene que ver con lo que venía pulsando, mi interés en las mujeres y el feminismo, y las ganas de leer algo distinto. Así salió esta jefa de policía, lesbiana, futbolera, mal hablada y absolutamente incorruptible”, revela. 

  • ¿Un libro que recomiendes? 

Invisibles nunca más, de Sonia Tessa. 

ZONA LIBERADA

El 30 de diciembre, Aguirre no tenía más planes que comer torta chajá y unos sanguchitos. Sin embargo, deberá investigar el asesinato de un artista internacional. En su nueva aventura está más filosa que nunca. 

288 págs. 

Suma de Letras