Foto: Diego S. Nucera
Eso dice Milena Salamanca sobre las canciones que escribió y se animó a incluir en su nuevo material. “No son tan folklóricas y, por tanto, generan controversia. Son de varios años de experiencia de lo que una transita y lo que una cree. Cuando una compone, es por cuestiones que una pasa y necesita contar”, le dice a Convivimos. Confiesa que hasta el momento le costaba mostrar lo que escribía por miedo a la aceptación de los demás, tanto que ni siquiera lo cantaba en vivo. “Está el mercado y una especie de circuito que le ofrece al músico y lo presiona al mismo tiempo: si no componés, no sobrevivís. Incluso se genera entre colegas, es como de otro nivel ser compositor e intérprete. Busqué encontrar el equilibrio entre ambas, es el camino al que aspiro, así que, por otra parte, asumí que esto soy yo, lo admito y lo acepto”. Al disco lo llamó Milena porque tiene una mirada muy introspectiva y no hay nada que la identifique más que su propio nombre.
Es consciente de que sus incursiones musicales pueden alejarla de un público tradicional, porque “hay quienes te crucifican si no hacés cosas folklóricas, pero también hay gente que está abierta a recibir la búsqueda artística desde otro lugar”.
Tiene 24 años y cuenta que viajando por los pueblos de la Argentina se ha encontrado con mucha gente joven y talentosa haciendo ritmos folklóricos. Sin embargo, observa que el público del folklore es chico, “a gran parte del país no le interesa. Es difícil sacar de algunos la idea de que es un género aburrido, y eso se transmite”.
¿El último recital?
Marc Anthony.
¿Un grupo que recomiendes en vivo?
Dura tierra y Caracol a contramano.
Nueve noches con la presencia de los artistas destacados del folklore nacional. Milena se presenta el 31 de enero.
Del 26 de enero al 3 de febrero, en Plaza Próspero Molina, Ruta 38, km 760, Cosquín, Córdoba.
