No es moda, ya es una tendencia. En la última década, el número de mujeres que deciden viajar solas aumentó más de 230 por ciento en el mundo. Historias de viajeras en primera persona.
Foto AFP
Cada vez más mujeres viajan solas en todo el mundo. Según publica la revista Harvard Business Review, esta tendencia aumentó en más de 230 por ciento en la última década. En la Argentina, según un estudio realizado por Booking, la plataforma digital que conecta a viajeros con ofertas de alojamiento, casi seis de cada diez mujeres decidieron, al menos una vez, viajar solas.
Lo que las impulsó a viajar sin compañía, señala la plataforma, es que el 49%, en comparación con el 51% de los varones, lo hace porque está “atravesando un momento de búsqueda espiritual”; el 48% porque puede “conectar mejor con la gente” (contra el 52% de los varones); el 47% porque estaba “atravesando un momento de cambios” (contra el 53%), el 45% para “hacer lo que prefiera” (contra el 55%); el 44% porque “nadie me podía acompañar” (contra el 56%) y el 42% porque “me tomé un año sabático” (contra un 58% de los varones).
Cuando se va más allá de las fronteras del país, Booking detectó que el destino más elegido por las argentinas y las colombianas es América Latina, mientras que las brasileñas y las mexicanas optan por destinos fuera de la región.
Por su parte, un estudio realizado por Almundo, uno de los sitios de viajes más conocidos, reafirma que se trata de una tendencia en ascenso. La encuesta realizada en la Argentina en 2018 demostró que se había duplicado la cantidad de mujeres que decidieron viajar por su cuenta. “Los números muestran que las tendencias están cambiando. Cada vez más mujeres se animan a viajar solas. Estamos convencidos de que los viajes transforman porque son experiencias que implican un crecimiento personal”, señaló Francisco Vigo, directivo de Almundo, al sitio especializado Reportur.
Entre los destinos más elegidos por las argentinas, según la plataforma virtual Eventbrite, se encuentran las playas, les siguen los paisajes montañosos y los sitios históricos.
A la hora de buscar información y reservar viajes, las aplicaciones móviles vienen ganando terreno, aunque según Reportur todavía muchas mujeres optan por organizar sus vacaciones y realizar las compras en sucursales físicas.
EN PRIMERA PERSONA
Lo que llevó a Débora Sobreviela a viajar sola fue la separación con su pareja. “Una amiga me dijo: ‘¿Por qué no te venís a pasar el Año Nuevo a Ushuaia?’”. Ese fue el disparador para que diera el gran salto y comenzara la travesía que la llevaría a recorrer Argentina y Chile desde el extremo sur hasta Bolivia. Lo hizo a dedo y en colectivo. Fueron ocho meses de viaje atravesando todo tipo de climas y geografías.
“Siempre me imaginé ese viaje sola, superlibre”, cuenta Débora. Dice que cuando tenía 21 o 22 años se escribió una carta a ella misma para abrirla cuando tuviera 25. Se reencontró con ese documento a los 27 años y, para su sorpresa, allí le deseaba a su yo del futuro que ojalá hubiera sido capaz de cumplir su sueño de hacer ese viaje que tanto deseaba por América Latina. “Era el momento, todo empujó un poquito”, asegura con un halo de mística esta argentina que se crio en España y que desde hace siete años reside en el país trasandino.
En el caso de Ailén Guevara, una porteña de 28 años, lo que la impulsó a viajar fue “que no tenía ataduras”. Lo hizo durante tres años por Argentina, Bolivia, Perú y Ecuador hasta llegar a Colombia. Allí echó raíces por un tiempo, viviendo y viajando durante un año y medio.
“Una se desprende de todo lo material, se da cuenta de que necesita muy poco para caminar”.
Débora Sobreviela
La experiencia le enseñó a Débora que “una se desprende de todo lo material, se da cuenta de que necesita muy poco para caminar”. Ambas coinciden en que lo básico para la aventura es el pasaporte, dinero y la mochila con lo mínimo indispensable. Se han trasladado utilizando diferentes tipos de transporte y se han alojado en hostels, campings y hasta en casas particulares a través de CouchSurfing, la plataforma que conecta a personas que ofrecen una cama o sofá de manera gratuita para viajeros.
Débora cuenta que ahora está esperando el llamado interior para volver a salir de viaje. Ailén ya recibió ese llamado, está organizando su siguiente proyecto viajero: Europa. “Me voy a hacer temporada allá, estoy averiguando todo lo que necesito para ir”, dice entusiasmada desde el otro lado del teléfono esta chef que ya siente que pasó tiempo suficiente en casa para llenarse de afecto y volver a rodar la vida.
Bettina Marengo hace pocas semanas regresó de su primer viaje a Europa, donde recorrió más de diez ciudades. Aprovechó un pasaje barato y rápidamente le puso fecha a un sueño que tenía pendiente desde hacía mucho: “No fue ultraplanificado, aproveché la oportunidad, las cosas se dieron así. Ante la imposibilidad de viajar acompañada, tomé la decisión de ir sola, eso no me paró. Creo que si lo pensaba mucho, no lo hacía”. Para Bettina, la edad jugó a su favor. “A los 50, tenés más aplomo”, asegura la periodista cordobesa. A la hora de moverse en cada ciudad, confiesa que fue una “aplicación-dependiente”, por eso recomienda no olvidarse de llevar un cargador de batería portátil. “¿Qué cosas descubrí de mí? Que me oriento más de lo que creía y que soy capaz de pasarla muy bien sola”.
TRES MUJERES IMPERDIBLES
Laura Lazzarino empezó a viajar en 2008 y lleva más de 60 países recorridos.
Blog: https://losviajesdenena.com
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Twitter: @LosViajesdeNena
El Mundo de Floxie: Trabajó durante 20 años en la industria aerocomercial, lo que le dio la posibilidad de recorrer los cinco continentes. Un día se dio cuenta de que quería dedicarse el resto de su vida a contar historias.
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Aniko Villalba recorrió más de 45 países; ahora vive en Holanda. Publica libros de viaje y dicta talleres de escritura, creatividad y documentación.
Blog: https://viajandoporahi.com
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