La suerte y la noche

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Fragmento del cuento “La suerte y la noche”, de Eduardo Álvarez Tuñón, incluido en su último libro, El tropiezo del tiempo.

Confieso que entré por primera vez a la casa de Joan Masip Ferrer con resignación y miedo, sin imaginar las pequeñas aventuras que iba a vivir a su lado, ni la pasión, vana y profunda a un mismo tiempo, que se ocultaba en la música solemne de su nombre.

Hacía tres meses que había llegado a Barcelona, con la esperanza ingenua de trabajar en algún diario. Había recorrido, sin éxito, las principales redacciones, en orden decreciente, desde las más importantes hasta las gacetillas que nacían para cubrir las ferias de tauromaquia. Había podido comprobar que tanto mis 20 años como mi condición de argentino, sin otra trayectoria a exhibir que una nota publicada en una revista de domingo sobre las frases y refranes pintados en los camiones de Buenos Aires, eran un obstáculo para mi vocación de “redactor creativo”, categoría que parecía no existir en España y cuyo contenido nunca me dieron oportunidad de explicar. Convencido de que el periodismo era un universo cerrado y difícil para mí, intenté visitar editoriales y me ofrecí como lector de originales, capacitado, también, para redactar solapas y contratapas, y tornar atractivo cualquier libro. Mi desesperación iba en aumento a medida que pasaban los días. Vivía en una pensión en el barrio de Gracia y ya debía un mes. La dueña era de Extremadura. Había conocido la pobreza, y esa mañana, en la que salí temprano para visitar la última editorial de mi lista, me dijo, sin que yo le confesara mi situación: “Hoy va a conseguir algo. Se percibe cuando un hombre de buena fe necesita dinero. No es por la ropa. Es por la luz”. Nunca creí demasiado en las profecías, pero entré a la sede de Libros de Iberia con cierta alegría, que abandoné rápidamente, porque pensé que podía perjudicarme, al borrar ese aspecto de desdicha que, según aquella mujer, podría abrirme todas las puertas. Luego de una larga espera, me entrevistó una señora elegante, de unos 50 años, con fina tonada catalana. Me escuchó con atención, me hizo algunas preguntas sobre mi vida, los motivos de mi viaje, mis gustos literarios, para luego decirme que ellos no habían solicitado personal ni publicado ningún aviso, y que la dotación estaba completa. Me iba a levantar de la silla para irme, cuando me retuvo con un gesto.

—Un momento. Tengo un trabajo para usted, pero no es aquí —dijo con un tono de voz más bajo, y me extendió una tarjeta en la que pude leer su nombre: “Milagros Masip Pujals”, una dirección y un número de teléfono—. Se trata de mi padre —agregó—. Tiene 83 años. Está muy bien de la mente, pero frágil, casi no sale. No quiere ninguna mujer a su lado desde que murió mi madre. Una persona hace las cosas de la casa durante el día. A las 10 voy yo a acostarlo, y duerme como un ángel, literalmente, hasta las 7 de la mañana. Me costó convencerlo de que alguien se quedara en la sala, por si le pasa algo durante la noche, pero terminó aceptando. Puso como condición que se tratara de un muchacho joven y culto. Lo único que tiene que hacer es estar, conversarle un poco antes de que se duerma y llamarme por cualquier cosa. Nada más. Ni remedios toma. Ha sido un gran lector. Pídale que le cuente algo de Quevedo o de Cervantes. Muestre interés y verá cómo antes de terminar la frase se queda dormido. Al menos eso nos pasa a nosotras, a mi hermana Julia y a mí, quiero decir. 

Eduardo Álvarez Tuñón

Buenos Aires, 1957. Narrador, poeta y ensayista. Publicó las novelas El diablo en los ojos (1994), El desencuentro (1999 y 2010), Las enviadas del final (2009) y La mujer y el espejo (2016). Autor de los libros de cuentos Reyes y mendigos (2005), que obtuvo el premio de la Fundación Suiza, y Armas blancas (2012). Entre sus libros de poesía se destacan El amor, la muerte y lo que llega a las ciudades, La secreta mirada de las estaciones, Antología poética (1975-1991) y La ficción de los días. En la actualidad, dirige junto con Mario Sampaolesi, la colección de poesía El Aura, de Libros del Zorzal.

El tropiezo del tiempo

Editorial Edhasa

Libros del Zorzal