Cultivar rúcula en casa

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Desde el punto de vista botánico, la rúcula es un “yuyo” que crece casi en cualquier parte. ¿Por qué no aprovechar esta propiedad y tener producción propia? 

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ace unos años, esta verdura de hoja picante y sabrosa era desconocida, a pesar de que crece desde siempre en los bordes de caminos y rutas, con otros yuyos y malezas. Hoy se la encuentra en todas las verdulerías y es ideal para consumir en ensalada, ya sea sola o combinada con escamas de queso parmesano y tomates secos, o sumando su rico sabor a una pizza o a la salsa de los fideos. Además de rica, es saludable: su sabor intenso estimula la secreción de jugos gástricos, y esto la vuelve muy digestiva. Como si fuera poco, aporta vitaminas A y C, hierro, betacaroteno, magnesio, potasio y fibra. 

La planta de rúcula tiene entre cinco y siete hojas con buena capacidad de rebrote. Esto permite cortar entre tres y cinco veces cada una, y luego renace en diez o veinte días (con cada corte, las hojas se ponen más duras y con sabor más fuerte). 

¡A SEMBRAR!

Laura Álvarez Costa, técnica en producción agropecuaria y especialista en huertas, brinda algunas recomendaciones para cosechar rúcula en casa. 

  1. Verificar el poder germinativo de las semillas. Envolver algunas en una servilleta de papel mojada y dejar dos o tres días, manteniendo la humedad. Si salen brotes verdes, son adecuadas. Al comprar las semillas en sobre, siempre verificar la fecha de vencimiento, que figura al pie del envase. 
  2. Preparar la tierra. Es posible comprarla en bolsas ya preparadas en los viveros, o mezclar nosotros mismos el sustrato con hummus de lombriz y aditivos inertes para airear la tierra, como perlita, vermiculita o arena (pedir asesoramiento en el comercio). 
  3. Sembrar y esperar. Con un rastrillo o un tenedor, hacer surcos de dos centímetros en la tierra y dejar caer una fila de semillas. Tapar con tierra y regar en forma abundante. Los brotes deben recibir al menos dos horas diarias de sol, ya sea directo o a través de una ventana. A los tres días se podrán ver los brotes.
  4. Regar. Las plantas se riegan poco en invierno y bastante en verano, sin encharcar. Para aumentar la producción, preparar un bidón de agua enriquecida con compost líquido rico en nitrógeno. 
  5. ¡Cosechar! Se puede arrancar la planta de raíz y volver a sembrar semillas, o cortar las hojas al ras del suelo. 

¿DÓNDE?

Además de los canteros y el jardín, es posible criar rúcula en macetas, latas, palanganas de zinc, bidones o botellas cortadas, o cajones de fruta. Estos últimos se pueden intervenir con dos manos de esmalte sintético de color vivo. Luego hay que impermeabilizar el cajón por dentro para que la humedad de la tierra no dañe la madera. Para ello, forrar el interior con una bolsa de residuos y hacer orificios en la base para favorecer el drenaje. 

VARIEDADES

En viveros, semillerías, supermercados y casas de jardinería podemos encontrar principalmente dos tipos de semillas: 

  • Rúcula común: hojas redondeadas de color verde medio. Hay una variedad de hoja dentada y sabor más suave. Ambas germinan a los 8/10 días de la siembra y se cosechan a los 40/50 días. Crecen en todo tipo de terreno y clima, con suelo suelto y riego de moderado a frecuente. Lo ideal es sembrarla en forma escalonada para tener producción permanente. Permite cinco cortes.
  • Rúcula selvática: hojas dentadas de color verde oscuro. Es muy crocante y sabrosa, con alto rendimiento. Germina a los 6/8 días de la siembra y se cosecha a los 25/45 días. Permite hasta tres cortes y, una vez cortada, se conserva fresca más días.