Un fin de año para disfrutar

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Llegan los eventos de fin de año, y para muchos es un caos financiero y emocional. Consejos para rescatar el sentido de estas celebraciones e ideas para hacer buenos regalos sin gastar de más.

Diciembre no pasa desapercibido. Algunos lo esperan para hacer un balance, mientras que otros lo miran de reojo por ser una época de múltiples acontecimientos, exigencias y gastos exacerbados. Aun así, el fin de año y el comienzo de uno nuevo remueven los sentimientos. ¿Cómo lograr que prevalezca el disfrute y correr el aspecto económico del centro de atención?

Las claves son la planificación anticipada y la elaboración de un presupuesto. Armar un calendario no tiene mucha ciencia y permite organizar las actividades y los eventos, y por ende, los gastos. Se puede pegar en la heladera, y a medida que van surgiendo las invitaciones, se va completando, para que nada se superponga. 

El armado del presupuesto es determinante y es un ejercicio clave para hacer en cualquier momento del año, pero en esta época es aún más importante. Lleva solo un ratito de elaborar, y va a marcar la cancha respecto a cuánto extra se puede gastar. 

LOS REGALOS

Una propuesta interesante para hacerse este año es lograr que las celebraciones sean más emocionantes y encontrar la vuelta para que los gastos de diciembre no tengan consecuencias negativas el próximo año.  

Entonces, en lugar de caer en el frenesí de compras de último minuto, mejor planificar los regalos con anticipación y buscar que sean significativos. Algunos consejos son: 

• Armar una lista personalizada. Antes de sumergirse en la búsqueda de regalos, tomarse un momento para hacer una lista de las personas a las que se quiere sorprender. Pensar en sus intereses y rescatar esos datos que surgen espontáneamente sobre algo que les gustaría tener. 

• Hacer regalos con las propias manos. ¡Acá hay que aprovechar las habilidades al máximo! Sacar a relucir el talento para crear algo que al mismo tiempo muestra el tiempo y el esfuerzo dedicados al regalo es lo que lo hace más especial y significativo. Otra buena idea es apoyar a artistas o emprendedores que ofrecen productos únicos y artesanales.

• Regalar experiencias significativas. ¿Qué tal regalar un voucher para salir a merendar? Cualquier excusa para compartir tiempo de calidad es válida. Lo importante no es el precio en sí, sino la oportunidad de ofrecer un momento a la otra persona. 

• Pensar en regalos sostenibles. Ofrecer productos ecológicos y sostenibles le quita protagonismo al factor económico. Regalar algo con un precio módico, pero que no tenga químicos o se haya fabricado a partir de materiales reciclables… ¡tiene un plus! Acá entra en juego la creatividad. 

• Jugar al amigo invisible. Este juego, que tiene miles de variantes, es ideal para que todas las personas en la reunión reciban un regalo y para que no se tengan que comprar demasiados presentes. ¡Una estrategia imbatible!

• Convertir a las “promos” en aliadas. Prestar atención a los días de descuento con los medios de pago que se suelen usar. Se pueden anotar dentro del calendario. ¡Las cuotas sin interés son bienvenidas! 

Cambiar el chip para rescatar el sentido de estas celebraciones, esa es la cuestión. No sirve de nada endeudarse para comprar regalos si eso luego va a causar angustia y comprometerá la situación económica a futuro. Se trata de encontrarle la vuelta a este diciembre para tomar buenas decisiones emocionales y financieras, y disfrutar más sin tantas exigencias.