Cuidar el ambiente tiene sus privilegios

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Reconociendo el impacto positivo que los clientes ecológicos poseen en el mundo, las marcas y los gobiernos premian sus esfuerzos con beneficios especiales.

Los ciudadanos ecológicos tienen privilegios que pueden aprovechar. Premiar las buenas conductas hacia el ambiente les permite a las empresas captar y retener a un público joven y moderno mientras proyectan una imagen sustentable asociándose a esos clientes que celebran consumir marcas ecológicas. 

“Creo que las empresas se convierten en pioneras y protagonistas del cambio”, comenta a Convivimos Guillermo Schulmeier, cofundador y CEO de Emprendia, una agencia de comunicación enfocada en que organizaciones y gobiernos puedan profundizar su compromiso con la sustentabilidad. “En Río de Janeiro pude observar cómo una cadena de supermercados tenía cajas preferenciales para los clientes que no necesitaban bolsas de plástico. Desde beneficios pequeños como este a otros más importantes, como descuentos por comprar productos con menos packaging, este tipo de medidas solo van a aumentar y profundizarse”, agrega.

En Buenos Aires, algunos locales de Palermo hacen descuentos a quienes llegan en bicicleta. Otros alientan su uso colocando estacionamientos de bicicletas en la puerta. Tea Connection tiene objetivos anuales de reducción de huella de carbono, consumo de agua y generación de residuos. Mercado Libre promueve en una categoría especial los productos sustentables. La idea es promover un estilo de vida saludable y ecológico.

PREMIAR AL CIUDADANO

También hay iniciativas por parte de los gobiernos locales. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA), junto a Unilever, generó el programa Reciclando en la Ciudad, que entrega descuentos para la compra de productos de ese grupo a quienes lleven reciclables a los Puntos Verdes. El GCBA, además, tuvo hasta hace poco el programa Puntos por Reciclar que otorgaba crédito para la SUBE y premios. 

En Rosario, Santa Fe, los vecinos pueden canjear sus reciclables por premios según el peso de lo reunido, desde jardines verticales hasta carga para la tarjeta Movi. Estos “ecocanjes” se organizan también en Paraná y otras ciudades del interior del país.

En el mundo la modalidad es conocida: en los Estados Unidos, Japón, el Reino Unido, Italia o Grecia hay máquinas que reciben botellas de plástico y entregan pasajes de colectivo o puntos para canjear en entradas de cine, descuentos en negocios o carga para el celular. 

“Es una tendencia que vino para quedarse. Las empresas que se conviertan en aliadas de sus consumidores en el cuidado del planeta serán las que mayor valor de mercado tendrán en un futuro muy cercano”, concluye Schulmeier. 

Volver a lo de antes

En línea con la promoción de un estilo de vida más saludable, algunas cafeterías están ofreciendo descuentos y otros beneficios a quienes estén dispuestos a apagar el celular por un rato, durante el almuerzo o la cena. Esta iniciativa es conocida en restaurantes de todo el mundo y, si bien es cuestionada por algunos que no están dispuestos a desconectarse, es celebrada por aquellos quienes, fans de la ecología o no, buscan traer de vuelta el buen hábito de la conversación y el contacto visual.