El mismo

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¿Cómo los tratan estos días frescos? Aquí los vengo a acompañar en ese cafecito de invierno con un tema que, aunque parece insignificante, es un flagelo que atormenta a nuestro idioma. Vamos a hablar del uso incorrecto del término “mismo” cuando se emplea como sustantivo. Ese “mismo” tan inofensivo en su función original se ha convertido en un enemigo silencioso de la gramática.

En nuestra cotidianidad, nos encontramos a menudo con frases como “Se enviará el mismo” o “Les solicitamos que las mismas sean posibles de compartir”, donde el adjetivo “mismo” se ha arrogado el papel de sustantivo sin el menor derecho. ¡Pero no nos alarmemos! Vamos a desenmascarar este fenómeno y a ofrecer una solución a este despropósito gramatical.

Antes de entrar en más detalles, podemos decir que el término “mismo” posee un amplio abanico de funciones en nuestra lengua. Su uso es correcto cuando significa “idéntico” (“Se puso los mismos pantalones que ayer”). También se emplea con valor enfático, con pronombres personales y algunos adverbios (“Mañana mismo buscaré las entradas”). Es correcto el uso en la locución conjuntiva casual “por lo mismo” (por esta razón). Además son válidas las expresiones “dar lo mismo”, “ser lo mismo”, “estar en las mismas”, “hallarse en las mismas”. Sin embargo, y esto es crucial, el uso de “mismo” como sustantivo es un error que debemos evitar a toda costa.

 “El uso de ‘mismo’ como sustantivo es un error que debemos evitar a toda costa” 

El término “mismo” ha demostrado su versatilidad en múltiples funciones gramaticales, pero su utilización como sustantivo se ha convertido en un mal hábito que debemos erradicar. Ahora bien, el problema de este adjetivo devenido en sustantivo es que el hablante tiende a querer sonar más sofisticado al expresarse, entonces se despacha con un “La misma se realizará en el horario habitual”. Son adornos que las personas emplean para darle aires de sofisticación a lo que dicen, cuando, en realidad, despojar de este firulete a la expresión le da claridad y elegancia, porque el contexto se encarga de crear la magia: “El viernes 2 de junio será la celebración del día de los jardines de infantes. Se realizará en el horario habitual de clase”.

Para evitar caer en la trampa del “mismo” como sustantivo, debemos echar mano a la gran cantidad de alternativas disponibles en nuestra lengua. En lugar de utilizar “mismo” como un sustantivo genérico, podemos recurrir a palabras específicas que se ajusten al contexto de nuestra frase o a pronombres demostrativos (este, esta). De esta manera, enriquecemos nuestro lenguaje y evitamos confusiones innecesarias.

El desafío está planteado. La batalla contra el uso incorrecto del adjetivo “mismo” como sustantivo está en nuestras manos. No permitamos que se infiltre en nuestras conversaciones y en nuestros escritos. Recordemos siempre que “mismo” es un adjetivo, no un sustantivo. Hagamos honor a nuestra lengua y utilicemos las palabras de forma correcta.

¡Adiós al “mismo” como sustantivo! ¡Hola a una comunicación más clara y precisa!