Jessica Kessel: “Con mis zapatos, las mujeres se sienten cómodas y seguras”

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Después de seis años desde su comienzo, la diseñadora de calzado incorporará una línea vegana para el próximo invierno.

Por Cata Greloni Pierri
Foto Patricio Pérez

Por la vereda del nuevo local de Jessica en Recoleta, ciudad de Buenos Aires, caminan madres con sus hijas, señoras con las compras, chicas jóvenes rumbo al gimnasio y muchas más. Todas tienen algo en común: al pasar por la vidriera en colores pastel, ninguna se resiste a frenar y mirar los diseños joya de esta joven zapatera de 32 años que empezó a crear sueños para los pies de las mujeres.

Desde los 15 quería estudiar Diseño de Indumentaria, y empezó la carrera en la Universidad de Buenos Aires, pero luego de un corto paso por el CBC, se fue a vivir afuera para después regresar y trabajar como asistente de la estilista Florence Argüello en campañas, desfiles y producciones de moda. Hija de comerciantes y nieta de una diseñadora de moda que nunca conoció, Jessica se crió entre conjuntos de ropa de colores estridentes que paseaba entre los anticuarios de sus padres, en San Telmo.

  • ¿Cómo comenzaste la carrera?

Mientras trabajaba en Casa de Gobierno, hace casi diez años, necesitaba hacer algún hobby creativo, y así conocí a Fernando López Bizcaíno, mi maestro zapatero, porque quería saber cómo se construía el calzado desde cero. Al año arranqué con el emprendimiento, vendía zapatos en mi casa y a través de Facebook, y todas las mañanas me iba a los talleres y a Boedo a comprar materiales. Lo más difícil fue encontrar un taller que me cumpliera con los tiempos, que fuera de buena calidad y me hiciera pocos pares.

  • ¿Cuál fue tu primer diseño?

El primer zapato que materialicé fue uno cerrado, escotado y de punta redonda. Los hice en gamuza lisa, en color celeste, con puntera y talón a contratono, en rosa. En ese zapato está mi identidad, el gusto por el recorte, el charol, la combinación de colores contrastantes y de materiales. Me encanta trabajar con colores pasteles.

“Me gusta que cada mujer incorpore los zapatos a su manera y que una vez que compra en JK, siempre vuelve”.

  • ¿Cuándo y cómo diste el paso hacia una tienda a la calle?

Fue muy orgánico. Estaba buscando un departamento donde mudarme para abrir un showroom más grande, porque todavía no quería tener un local. Me parecían una locura los alquileres en Palermo, y mi mamá alquilaba el local en donde yo estoy hoy, pero los inquilinos se querían mudar porque les quedaba chico. En 2015 abrí el local en San Telmo con un poco de incertidumbre por el público de esa zona y fue la mejor decisión que tomé. Fue un cambio radical pasar de un showroom a tener un local. Primero, por el producto que hago; y segundo, porque en el momento en que comencé se usaba muchísimo la plataforma, y quienes pasaban por allí me pedían esos bodoques y en color negro. Yo estaba haciendo unas puntas larguísimas y en naranja, turquesa y blanco, con tacos de cinco centímetros. Elegí este tipo de zapatos porque trabajaba en el centro, estaba todo el día en la calle desde muy temprano hasta supertarde y seleccionaba los tacos que iba a usar cada día de acuerdo a las exigencias diarias. Me gusta estar canchera y cómoda a la vez, no tener que cambiarme los zapatos si voy a una fiesta ni llegar a casa después de todo el día y querer revolearlos.

  • Antes de abrir tu segundo local en Recoleta tuviste un pop up store en un shopping. ¿Cómo fue esa experiencia?

Hace un año estuve cuatro meses en el Alcorta Shopping y me sirvió muchísimo para que un público nuevo me conociera y para saber que no volvería a estar dentro de un centro comercial. Si bien la experiencia estuvo buenísima, me fue muy bien y muchas clientas me conocieron a partir de ese local, creo que es algo más rentable para marcas más grandes y que pueden mantener un nivel de producción muy alto, con venta a todo el país y con un gran presupuesto.

  • Y enseguida abriste tu segunda tienda…

Después de la experiencia sabía que podía y necesitaba expandirme. Me gusta crecer a conciencia y dar pasos seguros, sin tener que ahogarme en deudas. Consulté con varias inmobiliarias y me vine al barrio a ver locales. Hace seis meses que este local estaba libre, y me paré en la vereda de enfrente a ver el movimiento de la cuadra, que era constante y con un público similar al que me conoció en el shopping. A los dos días lo señé y abrimos el 19 de diciembre, justo antes de las fiestas.

  • ¿Cómo es la clienta de JK?

Son mujeres completamente distintas, de diferentes países. Tienen mucha personalidad, son arriesgadas y se animan a jugar. Si bien poseen estilos disímiles, eligen un mismo zapato. Me gusta que cada clienta incorpore mis zapatos a su guardarropa como quiera. Una vez que vienen y se compran un par, vuelven siempre. Mis clientas me dicen que con mis diseños se sienten cómodas y seguras, y todo el mundo les hace comentarios cuando los usan. Cuando se animan a ponerse zapatos de color, se les abre el panorama de las posibilidades que tienen en su propio guardarropa.

  • ¿Qué se verá este invierno en tu colección?

Además de mucho color, como siempre, tendremos nuevos materiales como bicha, voy a hacer botas tejanas. Habrá más botas que de costumbre en caña baja y media, en taco bajo y medio, medio setentosas. También incorporaré tacos más altos y un poco más angostos, y avíos como las hebillas de strass de verano, pero en resina.


NUEVOS MODOS Y ESTILOS

“Este año decidí diseñar la colección entera, pero producirla y poner en el local novedades cada dos meses. La idea es que todo el tiempo tengamos alguna sorpresa para comunicar a través de las redes sociales y que la producción y la inversión sean más estratégicas y pausadas”, dice la diseñadora, que en pos de expandirse y producir de una manera más ordenada incluyó en su equipo al consultor de moda y marketing Maximiliano Iriart Crespo. Además, sumará para el invierno una línea vegana en la que ninguno de los materiales provienen de animales: “Muchas clientas me lo piden, y está bueno escucharlas”, reflexiona. También sumará un diseño de mocasín estilo car shoe, pero reversionado al estilo JK. Dice que le parece que irán muy bien con su público: “Estoy muy entusiasmada con lo que se viene”.