2020, la cosecha más desafiante de la historia

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Los hacedores aseguran que cada vendimia es diferente, básicamente por cuestiones climáticas, y la 2020 no será la excepción, aunque sí la más inolvidable. Primero, una helada tardía redujo los rendimientos naturales de las plantas. Luego, una onda de calor que se extendió hasta otoño, junto con un ciclo más seco donde se acentuó la crisis hídrica, hizo que las bayas fueran más pequeñas, reduciendo más aún los kilos de uva. No obstante, esta vez la naturaleza jugó a favor, porque gracias a estas cuestiones climáticas, todo se adelantó entre 10 y 40 días. Y esto permitió que la mayoría de las bodegas pudiera ingresar la uva antes de la cuarentena obligatoria ocasionada por el coronavirus. Como industria exceptuada –por tratarse el vino de un alimento–, los trabajadores tuvieron que continuar sus actividades, tanto en viñedos como en bodegas. Sin embargo, todo cambió. Porque a las medidas de seguridad e higiene, se les sumaron las restricciones para circular y el riesgo de contagio que implicaba estar fuera de casa. Pero miles de hombres y mujeres, mancomunados en un esfuerzo histórico, pudieron salvar la cosecha y así dar vida a los vinos 2020. Que, según afirman los hacedores, serán de una calidad excepcional, además de incluir una carga emotiva sin precedentes. Porque si bien siempre la vendimia se vive de manera vertiginosa, con placer y alegría, además de mucho trabajo, esta vez fue diferente. Y toda esa energía se va a sentir en las copas cuando lleguen los vinos a las mesas. 

TIPS

Hasta hace muy poco, las cosechas en los vinos argentinos solo eran una huella cronológica que podían ostentar aquellos que guardaban botellas por varios años. Porque si bien muchos vinos, y de todas las calidades, trascendían dignamente el paso del tiempo, pocos podían revelar la calidad de la añada a través de los años, tal como sucede con los grandes vinos europeos. Pero el avance de la tecnología generó mucha información que agrónomos y enólogos aprovechan para el manejo de sus viñedos, y así obtener vinos más reveladores, de lugares y también de añadas. 

Por otra parte, las microvinificaciones permiten interpretar la influencia del clima de cada cosecha, demostrando así que el carácter del vino no se mantiene año tras año tal como se creía. Hoy se puede decir que desde la cosecha 2010 hasta la actual 2020 han sido todas muy distintas, y con vinos muy particulares. Vinos de añada.

MINIGUÍA DE VINOS

Contraviento 

Blend de Tintas 2017

Bodega Los Toneles, 

Valle de Pedernal $300

88 puntos

Flamante blend de la familia Millán, a base de Syrah (20%), variedad emblemática de la zona, Cabernet Franc (30%) y Malbec (50%), con toda la fuerza del valle. Es un tinto fresco y frutal, con notas especiadas y un paso ágil pero consistente, con texturas amables. Ideal para servir con carnes rojas a la parrilla o pastas rellenas con salsas a base de tomate.

Andeluna 

Torrontés 2019

Bodega Andeluna, 

Gualtallary $530

89,5 puntos

Redefinidos como vinos de montaña, este blanco elaborado con uvas propias y de botella llamativa irrumpe con todo el ímpetu y la tipicidad que el varietal impone. De aromas intensos y bien florales, paladar refrescante y consistente, franco y profundo, muy expresivo, pero también equilibrado en su carácter. Un vino para lucir en la mesa con platos especiados. 

Gran Mascota 

Malbec 2016

Mascota Vineyards, 

Valle de Uco $1010

90 puntos

El enólogo Rodolfo “Opi” Sadler es el hacedor detrás de este auténtico Malbec del Valle de Uco que tanto éxito tiene en los principales mercados del mundo. De aromas equilibrados, con notas de frutas rojas y especias, paladar franco y fresco, con taninos suaves y un final matizado por la crianza –18 meses en barricas de roble–. Está para descorchar o guardar.