Actividades para los ecologistas en casa

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Existen varias maneras de entretenerse en el hogar y aprender a cuidar el planeta en tiempos de aislamiento. Aquí, algunas de las múltiples opciones.

Nadie puede asegurar qué va a pasar después de la pandemia en el mundo, pero por lo pronto todavía gran parte de la población está en casa, y eso incluye a quienes más aman la naturaleza y asumen cada día el rol de bregar por un planeta más limpio. Los ecologistas, aun encerrados, tienen múltiples opciones para fomentar la sustentabilidad. Para empezar, es un buen momento para revisar y redirigir el consumo. 

“Tenemos esperanza de que esta pandemia deje enseñanzas. Es hora de preguntarnos a quiénes decidimos apoyar con nuestra compra, qué productos consideramos esenciales para nuestra alimentación, cómo vamos a cuidar nuestra salud de ahora en más, qué poder vamos a ejercer con nuestro dinero”, plantea Angie Ferrazzini, directora y fundadora del mercado de productores Sabe la Tierra.

COMPRA CONSCIENTE

Lo primero, la comida. Es momento de apoyar a los locales barriales y ferias que ya empiezan a abrir. Sabe la Tierra es una ONG que organiza ferias en la ciudad y la provincia de Buenos Aires apoyando el desarrollo local, la vida saludable y la producción sustentable. Dado que sus once mercados debieron cerrar en marzo, la organización decidió crear Punto Sabe. En www.sabelatierra.com se puede hacer una compra semanal y retirarla por el Punto Sabe del barrio: hay uno en CABA, dos en Zona Norte (Martínez y San Fernando, que abastecen también a San Isidro y Vicente López) y uno en Temperley (que llega a cinco kilómetros a la redonda), o lo envían directamente a domicilio.

El Bolsón Sabe La Tierra semanal incluye verduras y frutas orgánicas y agroecológicas cosechadas especialmente, huevos de campo, panes integrales con semillas o panes de masa madre, miel orgánica de monte y de producción cooperativa, y otros productos. En estos días, la ONG está armando toda una red de Puntos Sabe con la idea de colaborar con los pequeños productores y ayudar a sostener sus economías familiares.

“Incubamos en plena cuarentena este nuevo hijo, fruto de la resiliencia. Queremos replicar este modelo para llegar a más barrios y ciudades”, asegura Ferrazzini. 

“La alimentación saludable es clave en este momento. Nuestro ticket de compra debe ser para alimentos que se producen cerca, respetando la tierra y las personas”, concluye.

MÁS VERDE, MÁS VIDA

Una vez resuelto el tema de la alimentación, se puede poner la lupa en el ambiente más cercano: la casa. Este es un buen momento para hacer una evaluación de la basura que se genera y reducir el uso de plásticos, revisar el consumo eléctrico y de agua, y cambiar pantallas por libros y actividades fuera de línea.

En este sentido, qué mejor tiempo que el aislamiento para empezar a cuidar las plantas si es que las teníamos abandonadas. Comprar nuevas flores aporta vida, color y sustentabilidad al hogar, entretiene, enseña y es ideal si en la casa hay chicos. Les permitirá aprender sobre el ciclo natural y ver crecer y respetar la naturaleza sin salir de casa.

Si se tiene patio o jardín, una actividad entretenida para hacer en familia es un minisafari fotográfico para identificar las plantas y los insectos que habitan ahí. Después se pueden buscar en Internet para aprender un poco más, e inclusive hay plataformas ambientales como ArgentiNat.org donde las fotos y la información se suben e intercambian con otros interesados.

“Tenemos esperanza de que esta pandemia deje enseñanzas. Es hora de preguntarnos a quiénes decidimos apoyar con nuestra compra”.
Angie Ferrazzini

Se puede ir un paso más allá y adoptar un animal doméstico de un refugio de confianza. Un animal en tiempos de cuarentena es un buen compañero, pero es importante asegurarse, además de que esté vacunado y en buen estado de salud, de que podremos cuidarlo una vez que llegue el tiempo de volver a la rutina habitual. 

Si se tienen ganas, este es el momento para empezar un nuevo proyecto relacionado con el medioambiente, ya sea construir una compostera, armar por primera vez una huerta orgánica en casa, empezar un blog de ecología, limpiar el hogar de elementos contaminantes y comida ultraprocesada, o sumarse al activismo en redes de alguna organización ambiental.

AMPLIAR EL CONOCIMIENTO

El ecologista también puede aprovechar el tiempo libre para ponerse al día con la lectura y los documentales. Desde ya que la bibliografía relacionada con el ambiente es amplísima, pero algunos clásicos por donde empezar pueden ser: Primavera silenciosa (un libro que inspiró al movimiento ecologista de los 60), La venganza de la Tierra, La sexta extinción, El mundo sin nosotros y Memoria verde, donde Antonio Brailovsky y Dina Foguclman hacen un repaso por la historia de la ecología en la Argentina. 

Para documentales, se puede iniciar por los tres de producción nacional que se estrenaron el año pasado en el Green Film Fest: En el nombre del litio, La ola sin fronteras y Francisco Pascasio Moreno, el perito en límites. Este festival siempre es una buena referencia a la hora de elegir películas de temas relacionados con el medioambiente. Otros documentales recientes para apreciar la naturaleza son Monkey Kingdom y Love & Bananas: An Elephant Story. O se puede buscar los ya famosos (que se encuentran más fácilmente on-line): Una verdad incómoda; Comprar, tirar, comprar; Home; Blackfish; El hombre sin impacto; Planeta de plástico; El guerrero de la basura y muchos otros. 

Otra opción para los días del aislamiento es visitar los museos de ciencias naturales del mundo, como el de Gran Bretaña (https://www.nhm.ac.uk/) o el de Nueva York (www.amnh.org), que además de mostrar los más raros especímenes, tienen recorridos virtuales para ser conocidos en profundidad. O acceder a cursos on-line y encuentros virtuales que brindan diversas organizaciones en sus redes. 

Foto Gentileza Sabe la Tierra

HÁBITOS QUE QUEDAN

Ya que es posible hacer un paréntesis, sería conveniente aprovechar y reflexionar sobre la huella que la humanidad viene dejando en el planeta y de qué manera estos cambios logrados en cuarentena podrían devenir en un mundo mejor. Tal como resume Angie Ferrazzini, “cuando nos volvamos a poner en marcha, el bienestar humano, la equidad social y el cuidado del medioambiente tienen que estar por encima de cualquier otro bien”.