Estudiantes rescatan la historia de afrodescendientes en su pueblo

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Un trabajo de investigación de estudiantes secundarios de la localidad de Ingeniero Sajaroff, en la provincia de Entre Ríos, dio visibilidad a la historia de los “manecos”. El proyecto logró rescatar del olvido el paso de familias afrodescendientes en la zona.

Texto y foto: Bibiana Fulchieri

En lo personal, fue un proyecto muy especial porque incluyó a mi familia y sentí el compromiso grande de sacar un poco a la luz la historia de los manecos, como una manera de conocer a fondo el pasado que nos hace ser lo que somos”, dice Natalia Leiva, alumna de sexto año de la Escuela Secundaria Nº 13 La Capilla, de Ingeniero Sajaroff, una comuna rural ubicada cerca de la ruta nacional 130, al noroeste de la ciudad de Villaguay, en la provincia de Entre Ríos. 

Natalia, junto a Adalberto Núñez y otros seis compañeros de curso, fueron los responsables de la investigación que denominaron “Tras los pasos perdidos”, una búsqueda con objetivos generales y específicos que develó cómo y por qué se estableció allí, a fines del siglo XIX, un asentamiento importante de afrodescendientes. El proyecto también se propuso saber cuál fue el proceso histórico que llevó a la invisibilización de esa cultura en el lugar y, por extensión, conceptualizar las razones del ocultamiento de afroamericanos en la historia argentina. 

“Todo surgió a partir de que en la escuela, en Historia, nos planteábamos qué tema desarrollaríamos para la Feria de Ciencias y Educación”, explica Adalberto Núñez, haciendo referencia a los comienzos del proyecto. “Entonces, se nos ocurrió ponernos a investigar sobre nuestro cementerio abandonado de Sajaroff, llamado ‘cementerio de los manecos’. Sabíamos algunas cosas sobre este lugar, por escuchar historias de boca en boca, pero decidimos entrevistar a descendientes afro que están todavía en este pueblo; en especial, nos ayudó mucho Soledad Ramírez, tía de Natalia. También buscamos información en archivos. Al trabajo primero lo expusimos en la Escuela Mitre de Villaguay, y fue muy bien recibido; después pasamos a presentarlo a la ciudad de Paraná y la respuesta fue excelente, tanto que nos designaron representantes de la provincia de Entre Ríos y viajamos a Buenos Aires para darlo conocer a todo el país en la Feria de Innovación Educativa en Tecnópolis a fines del año pasado”, cuenta entusiasmado.

LOS OLVIDADOS

Apenas se ingresa a la comuna de Ingeniero Sajaroff, un derruido muro entre pastizales sobresale a mano izquierda, dejando entrever el conjunto de cruces antiguas de hierro forjado y algunas tumbas con forma de cuna. Este sitio es único en el país por sus características. Conocido como “cementerio de los manecos”, fue el epicentro del trabajo de campo, que se completó con el “galpón de los manecos”, asentamiento de varias familias emparentadas rodeando un antiquísimo árbol de ubajay, de gran significado, aun hoy, para los nietos y bisnietos de la comunidad afroamericana fundacional de este poblado, que se llamó originariamente Capilla.

«Fue un proyecto muy especial porque incluyó a mi familia y sentí el compromiso grande de sacar un poco a la luz la historia de los manecos».
Natalia Leiva

“’¿A ustedes qué les interesaría investigar?’, les pregunté a mis alumnos. Ellos me dijeron que les intrigaba mucho el cementerio de los manecos –relata Ricardo Moreyra, profesor de Historia de la escuela, y también promotor y acompañante del proyecto–. Me pareció muy importante que viniera de ellos la propuesta, así que empezamos por buscar información en Internet y en las bibliotecas de Villaguay y Paraná”. El profesor recuerda que, anteriormente, en esta misma escuela, la profesora Flavia Portela y sus alumnos rescataron la memoria oral de una partera afrodescendiente. “También fueron muy importantes los datos que aportó Abraham Arcushin, un médico estudioso del tema, que fue el primero en alertar sobre la enorme importancia de este cementerio casi tapado por un basural. Nos asombró que en los libros encontramos mucho sobre la inmigración judía, italiana, belga y española en Entre Ríos, pero casi insignificantes fueron las menciones sobre el gran aporte afro. Esto –cuenta– nos motivó aún más a seguir investigando. Fue en ese momento cuando Natalia Leiva, una de las alumnas que participó del proyecto, se asumió como afrodescendiente y fuimos a la casa de su tía, quien nos compartió fotografías sorprendentes de los afro de Sajaroff. En nuestras búsquedas tuvimos el hallazgo de encontrar que ‘maneco’ significa ‘negro’ en idioma yiddish, el hebreo que hablaban los judíos que vinieron a vivir a esta colonia”.

A los trabajos arqueológicos –los alumnos fueron observadores partícipes– realizados por el Museo de Ciencias Naturales y Antropología Antonio Serrano de Paraná se sumaron otras voces e instituciones. A las investigaciones históricas, los informes en medios de comunicación y el proyecto de los alumnos de la escuela secundaria de La Capilla que había alcanzado difusión nacional, se agregó el apoyo del Estado provincial, en particular del jefe comunal de Ingeniero Sajaroff, con el objetivo de promover la puesta en valor de los sitios arqueo-antropológicos existentes en el pueblo, y rescatar a estos olvidados de la historia: los descendientes de Manuel Gregorio Evangelista y Lorenza Pintos, esclavizados negros que huyeron de Brasil a la Argentina para asentarse en Capilla en 1850, y de quienes sobrevive un legado que enriquece la cultura con mixturas diversas. 

Cómo comunicarse: 

Escuela Secundaria Nº 13 La Capilla

Tel: (03455) 42-2890