Mamotest: Un movimiento que salva vidas

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Reducir drásticamente la mortalidad del cáncer de mama es el objetivo central de Mamotest, la empresa argentina que creó la primera red de telemamografías de Latinoamérica. 

Mamotest” es el nombre de la compañía que a través de un innovador sistema de telediagnóstico busca revertir la alta tasa de mortalidad por cáncer de mama, enfermedad que afecta a una de cada ocho mujeres en algún momento de su vida.

La detección precoz sigue siendo el elemento más eficaz para dar vuelta esta tendencia, ya que si la enfermedad se diagnostica a tiempo, se podrían curar cerca del 90 por ciento de los casos. Sin embargo, en América Latina solo el 30 por ciento de las mujeres tienen acceso a un diagnóstico médico de calidad. 

Esta realidad fue el disparador inicial para que Guillermo Pepe, licenciado en Economía Empresarial e hijo de un médico especialista en estudios mamográficos, fundara en 2013 esta empresa que brinda servicios de diagnóstico de alta calidad en lugares desatendidos de la Argentina por medio de un sistema de interpretación de imágenes a distancia. A través de su padre, Pepe supo desde joven que entre un 60 y un 70 por ciento de las mujeres mayores de 40 años no se hacían mamografías anuales y que las que se las hacían no necesariamente llegaban a contar con un diagnóstico. 

Por eso, desde el inicio, la búsqueda del emprendedor correntino estuvo orientada a unir el mundo de los pacientes que no tienen acceso a un diagnóstico con el de los especialistas que pueden interpretar imágenes a través de la tecnología. 

“La red tiene instalados mamógrafos de última generación en lugares donde no los había. Las mujeres se acercan a los centros, se les toman las imágenes, se suben a la nube (Internet) y las diagnostica un especialista que puede estar a cientos de kilómetros, pero que hace la diferencia con su ojo entrenado, es decir, aumenta la posibilidad de encontrar el cáncer en una etapa temprana. La diferencia entre la vida y la muerte”, explica Pepe. 

En la actualidad, Mamotest mantiene activos 14 centros distribuidos en distintas ciudades del país, entre ellas, Corrientes, Buenos Aires, Chaco, Jujuy, Santa Fe y Misiones. Los centros funcionan tanto en hospitales públicos como en instituciones privadas. Uno de ellos está instalado en plena estación de trenes de Constitución. 

OBSTÁCULOS 

Los obstáculos que impiden a una mujer realizarse el chequeo anual son múltiples. El directivo los resume: “Falta de tecnología, porque los mamógrafos de la región son antiguos; de médicos especialistas, ya que los que hay solo están en las ciudades grandes; de concientización, porque hay que saber que después de los 40 años es necesario hacerse el chequeo anualmente; y por último, de leyes que incentiven a que la mujer se realice el control”. 

“Había lugares donde una mujer demoraba entre tres y nueve meses desde que decidía hacerse la mamografía hasta que obtenía el resultado. Con nosotros, en cuatro horas tiene todo resuelto”, explica.  

La experiencia de estos años le demostró que la inequidad no es solo una cuestión de recursos económicos. “Al comienzo del proyecto –cuenta Pepe–, creía que las provincias más pobres eran las que tenían mayores dificultades. Luego me di cuenta de que la desigualdad está en todos lados, inclusive en la ciudad de Buenos Aires, porque hay más acceso, pero es más caro. Entonces, se trata de una inequidad de recursos económicos y distancia, y es estructural, no es solo de una zona determinada, en todo el país pasa casi por igual”. Por esta razón, el emprendimiento buscó también acortar la brecha entre calidad y eficiencia. 

La estrategia de la empresa es integral, porque, por un lado, instala mamógrafos y arma la red de especialistas capacitados, pero por otro también articula el trabajo con gobiernos, ONG y empresas interesadas en la salud de la mujer. “En algunas provincias se logró subsidiar el transporte para que no sea un gasto para ellas, e incluso se aprobaron leyes que otorgan días libres para hacerse los controles”, señala Pepe. Y agrega: “Una vez que les damos el diagnóstico, si tienen alguna anomalía, las acompañamos y asesoramos acerca de lo que sigue”. 

ELEGIDA POR LA ONU

El espíritu innovador de Mamotest no solo ha sido reconocido por su impacto social, sino también por el económico, ya que la detección temprana salva vidas y además ayuda al sistema de salud a ahorrar dinero. Por esta razón, Pepe prefiere hablar de “inversión” y no de “costo”.

Este compromiso de la compañía fue reconocido internacionalmente en varias oportunidades. El año pasado, Mamotest pasó a formar parte del Pacto Global, la iniciativa de sostenibilidad corporativa más grande del mundo, y recientemente fue seleccionada por Naciones Unidas como una de las cuatro compañías globales para impulsar soluciones de tecnología en salud en la Cumbre Financiera de Ginebra, que se celebrará en noviembre próximo. 

“El sistema de salud es muy antiguo, ineficiente e inequitativo. Si se lo compara con otras industrias, está treinta años detrás en cuanto a la adquisición de tecnología y eficiencia. Por eso, Mamotest tiene la filosofía de adquirir tecnología, generar sistemas eficientes y universalizar la alta calidad de salud”, resume Pepe, y adelanta que pretenden desembarcar con el modelo de negocio en España y México. 

EMPRESA B 

Mamotest está certificada como empresa B, es decir que genera un triple impacto:

• En la economía: optimizando recursos.

• En la sociedad: impulsando leyes para que las mujeres tengan facilidades sanitarias. 

• En el medioambiente: al digitalizar parte de las operaciones, anulando el consumo de acetato y celuloide (materia prima de radiografías convencionales), que tardan entre 70 y 100 años en degradarse.