¿Hasta cuánto endeudarnos?

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Hay una manera de saber hasta cuánto una persona puede endeudarse. Conocer cuál es la fórmula es clave para no terminar con el agua al cuello.

Hablar de la “capacidad de endeudamiento” no se refiere a la habilidad de terminar siempre con la tarjeta al rojo vivo. Más bien, por el contrario, se trata del límite que tiene una persona para gastar por mes y hasta qué punto debería tomar deudas sin que corran riesgo sus posibilidades de devolver ese dinero.
Para cada quien va a ser distinto, y por eso existe este indicador de la capacidad de endeudamiento: un cálculo que ayuda a saber cuál es el peso que representan las deudas o financiación ajena –o sea, con plata de otros– en relación al propio patrimonio real.
La teoría indica que el límite de capacidad de endeudamiento es entre un 30 y un 35 por ciento de los ingresos netos mensuales. Esto vendría a ser el resultado de restarles los gastos fijos mensuales a los ingresos. Una vez que se sabe cuáles son esos ingresos netos, hay que multiplicarlos por 0,3 o 0,35 para conocer el total correspondiente a cada porcentaje. El resultado de la cuenta es la cantidad mensual que se puede destinar a una deuda sin morir en el intento.
El cálculo entonces sería: (Ingresos mensuales – Gastos fijos) x 0,3 = Capacidad de endeudamiento. O bien x 0,35.
Entonces, suponiendo que se tiene un sueldo de 90 mil pesos, pero un alquiler de 30 mil, gastos de comida de 10 mil y otros 5 mil pesos destinados a servicios, esto da que se tienen 45 mil pesos de ingresos netos. Es sobre este total que se va a calcular la capacidad de endeudamiento. ¿Cómo? Multiplicando por uno de los porcentajes mencionados anteriomente, por ejemplo, 45.000 x 0,3.
El resultado da un total de 13.500 pesos para destinar por mes a pagar deudas, ya sea la cuota de la tarjeta, de un crédito o lo que fio el kiosquero de la esquina.
Pero hay una cuenta extra para calcular el ratio de endeudamiento, que mide la relación entre los recursos propios y los ajenos en la financiación personal.
La fórmula es: (Pasivo / Patrimonio neto) = Ratio de endeudamiento. En este caso, pasivo es la deuda por afrontar durante el período de tiempo considerado y patrimonio neto son los ingresos finales que quedan para uno o para el negocio.
Lo ideal es que el resultado sea, como mínimo, 1, pero cuanto más alto, mejor: significa que los ingresos son mayores que las capacidades de pago.
Endeudarse o financiarse no está mal en sí mismo. El truco está en no pasarse de la raya y utilizar estos cálculos para tomar mejores decisiones.