Una nueva forma de mirar la inversión

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Es posible ganar dinero y cuidar el planeta. Todo eso, gracias a las inversiones sustentables. ¿De qué tratan y cómo invertir en ellas?

Así como aumentan las maneras de ganar dinero en Internet realizando casi cualquier tipo de actividades, también es posible obtener rentabilidades de una forma un poco más tradicional, pero cuidando nuestro planeta. Las finanzas sustentables son una tendencia que pisa fuerte, y dentro de ellas no podían faltar las inversiones sustentables. 

Cada vez más empresas y gobiernos lanzan sus títulos de valor para captar capitales pensando también en el impacto que estos tienen en el medioambiente. Y cada vez más personas se animan a incursionar en las inversiones sustentables.

¿DE QUÉ TRATAN?

Finanzas sustentables o inversiones sustentables: esta nueva forma de mirar la inversión consiste en priorizar proyectos con un impacto significativo en algún aspecto social, medioambiental, climático o de gobernanza. De hecho, de allí provienen las siglas que las identifican: ASG (por los criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza que se utilizan para medir el efecto concreto de inversión); o ESG, en inglés.

Las inversiones sustentables buscan alinear las estrategias financieras con los valores de la persona que invierte, a la vez que generan retorno a largo plazo: no solo en cuanto a las ganancias económicas –que no dejan de ser una prioridad–, sino también en cuanto al impacto positivo en el mundo.

El principal instrumento de inversión sustentable son los bonos de capital, en este caso conocidos como “bonos sustentables” o “bonos verdes”.

BONOS VERDES

Los bonos sociales, verdes o sustentables son títulos que permiten obtener financiamiento para proyectos que tienen un impacto positivo en el ambiente o en la sociedad, y que contribuyen a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. 

Estos bonos atraen a inversores que tienen interés en apostar por empresas o proyectos con impacto, y, a su vez, permiten a privados y públicos financiarlos, atrayendo capitales vinculados con los indicadores clave de desempeño en relación con los criterios ASG y sus estrategias sostenibles.

En la Argentina, los bonos se conocen como verdes, sociales y sustentables (SVS) y están aprobados por la Comisión Nacional de Valores (CNV), ya sea que estén emitidos por entidades públicas como si corresponden a empresas privadas. También está aprobado el panel de ByMA bonos verdes vinculados a la sostenibilidad (VS), correspondientes a Bolsas y Mercados Argentinos.

“Las inversiones sustentables buscan priorizar proyectos con impacto significativo en algún aspecto social”.

Desde que comenzaron en la Argentina en 2019, las emisiones de bonos verdes ya son más de 30 y superaron los 1190 millones de dólares en inversión. Evidentemente, la gente los elige.

En proporción, los bonos verdes son casi el 80 por ciento de lo emitido, mientras que los sociales representan un 12 por ciento y los sustentables un 9 por ciento. Es más: durante el 2022, se emitieron 22 bonos en la Argentina que cumplen con los lineamientos de sustentabilidad. Hay empresas muy importantes –como Genneia, YPF Energía, Luz de Tres Picos, Laboratorios Richmond y Banco Ciudad, entre otras– que se posicionan como principales emisoras de estos activos. Incluso la Municipalidad de Córdoba fue la primera entidad pública en emitir bonos SVS en el país.

FONDOS COMUNES DE INVERSIÓN

Otro instrumento interesante para invertir de forma sustentable –y también relacionado con los bonos verdes– son los Fondos Comunes de Inversión (FCI), algunos de los cuales incorporaron estos títulos SVS a sus carteras.

No es casualidad: el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD) prevé que para 2025 alrededor del 33 por ciento de todos los activos globales estén alineados a los criterios ASG. Y los inversores ya están virando hacia esta nueva realidad.

En la Argentina, estos FCI también están presentes desde el 2021, cuando la Comisión Nacional de Valores creó un régimen especial que permitió el acceso a inversiones sustentables a través de los fondos ASG, los cuales deben estar compuestos por al menos un 45 por ciento en valores negociables que estén en el listado de negociaciones SVS.

De esta forma, en el país ya hay siete fondos habilitados y otros siete que están en proceso. En total, los FCI ya abiertos suman 1500 millones de pesos, en gran parte gracias a que los fondos ASG sumaron unos 618 millones de pesos en el 2022, con rendimientos del 65 por ciento en promedio. Clara muestra de que las personas eligen invertir de forma sustentable.

Ciertamente, las inversiones sustentables todavía tienen mucho camino por recorrer, pero cada vez más se posicionan como una alternativa interesante para diversificar la cartera de inversiones.