¿Por qué es bueno consumirlo? Detalle de todos sus beneficios.
Por Alejandra Clutterbuck
Las grasas, así como las proteínas, los hidratos de carbono y los minerales, son fundamentales para el buen funcionamiento del cuerpo. Para la doctora Ilanit Romina Bomer, pediatra especializada en nutrición y nutrición vegetariana, en una dieta saludable es esencial comer grasas, macronutrientes en los que están incluidos los aceites. “Las grasas le dan al cuerpo la energía necesaria para que funcione adecuadamente. Son parte de la estructura de las células y forman las hormonas, entre otras funciones”, explica.
Los ácidos grasos pueden ser saturados (grasas que se encuentran en la manteca, el queso, la carne y el aceite de coco), monoinsaturados (nueces, palta, aceite de oliva) o poliinsaturados (maíz, soja, girasol, nueces, calabaza). Estos últimos son esenciales, y si se consumen en la cantidad justa, disminuyen el colesterol total. Los aceites esenciales se dividen en dos grupos: omega 6 (que se encuentra en el aceite de maíz, girasol y soja) y omega 3 (que se encuentra en los pescados).
¿Por qué son importantes los aceites? La Fundación Bengoa para la Alimentación y Nutrición sostiene que las grasas y los aceites representan la fuente principal de energía procedente de los alimentos. Además, garantizan la absorción y funcionan como vehículo para las vitaminas A, D, K, E y para sustancias con actividad antioxidante.
¿Cuál elegir? En los supermercados encontramos aceite de girasol, de oliva, de maíz, de soja, de canola y de coco. El que tiene mejor reputación es el de oliva, ya que ayuda a bajar el colesterol. Otras de sus bondades incluyen la reducción del riesgo de infarto, la estimulación de la secreción de bilis, la reducción de la probabilidad de producir trombosis arteriales y la estimulación del crecimiento óseo (aunque la lista continúa). “El consumo de aceite de oliva es una buena alternativa como fuente de grasas, pero también hay que destacar el consumo de ácidos grasos poliinsaturados procedentes del pescado, los frutos secos y los aceites de semillas”, agrega Bomer.
Cuánto y cómo
Tal como sucede con casi todos los alimentos, los excesos no son buenos. Una cifra muy escuchada sugiere que la cantidad de aceite a consumir por día es de tres gramos. Para Bomer es importante que la ingesta total de grasas se mantenga en menos del 35 por ciento de la energía total diaria, y que la mayoría sea proveniente de fuentes ricas en ácidos grasos poliinsaturados y ácidos grasos monoinsaturados.
La mejor forma de consumir el aceite es en crudo, y no se recomiendan las frituras porque incrementan el valor calórico. Una alternativa es cocinar en el horno utilizando poca cantidad de aceite.
CÓMO ELEGIR ACEITE DE OLIVA
1. Para seleccionar un buen aceite es importante prestar atención a la información de su etiqueta. Allí se indica el colesterol y la cantidad de grasa mono- o poliinsaturada. También valores como el sodio y el potasio.
2. Cuando compramos aceite de oliva, es preferible que sea extra virgen. Es el de máxima calidad y su extracción se realiza sin el uso de sustancias químicas.
3. El color del aceite de oliva no tiene ninguna incidencia en su calidad. La tonalidad depende de la variedad de la aceituna y su madurez.
4. Los envases oscuros son mejores, porque la luz altera las propiedades del aceite.
