Con charlas, talleres y jornadas, estudiantes de una escuela cordobesa pudieron indagar sobre la temática de género y replicarla entre sus pares. El proyecto quedó seleccionado para participar en la Feria Nacional de Ciencias.
Por: Magdalena Bagliardelli
Foto: Gentileza IPEM 317
La ley de interrupción voluntaria del embarazo, los derechos de las personas trans, el lenguaje inclusivo, la educación sexual y el feminismo son algunos de los debates de la agenda política argentina que los estudiantes del IPEM 317 San José de Calasanz de Mendiolaza, una localidad cordobesa, no quisieron dejar pasar. Así surgió Deconstruyendo Estructuras, un proyecto de investigación que fue presentado en la Feria Nacional de Innovación Educativa en noviembre del año pasado.
Ante la curiosidad de los alumnos de sexto año, los docentes se embarcaron en el diseño de jornadas interdisciplinarias, charlas y talleres para abordar la temática a lo largo del año. La columna vertebral que guió la propuesta fueron los estudios de género.
“Les estudiantes querían poder encontrar un espacio para debatir e intercambiar sus impresiones”, contó a Convivimos María Serena Tríbulo, profesora de historia y una de las integrantes del proyecto.
“Les estudiantes querían poder
encontrar un espacio para debatir”.
María Serena Tríbulo
Primero, participaron de charlas con profesionales y activistas sobre los temas que les interesaban y que eran foco de la opinión pública, para analizar, debatir y construir saberes desde una perspectiva de género. Con todo el material, armaron un cronograma de charlas y talleres abiertos a la comunidad, inclusive a los padres, según las necesidades de cada curso.
El proceso exploratorio realizado en el aula tuvo una mirada multidisciplinaria para entender cómo puede ser narrada la realidad de manera compleja. Esa profundidad se logró sobre la base de un enfoque multicausal de las problemáticas, con aportes de distintas disciplinas: historia, geografía, política, psicología, sociología, filosofía, economía, comunicación, antropología y literatura.
Una temática incómoda
Resistencia, empatía, aceptación, enojo, unión son algunos de los comportamientos que fueron adoptando los estudiantes a medida que se planteaban los distintos temas.
“Fue muy importante que les estudiantes se posicionaran como agentes multiplicadores frente al resto de la escuela y sus entornos familiares, incentivándolos a responsabilizarse de lo que tenían que replicar o transmitir”, señalan desde el plantel docente.
Además, aseguran que fue la primera vez que la escuela se abrió a la comunidad y promovió espacios de charlas y talleres, que para los estudiantes fueron muy valorados.
“El nivel de conocimiento que les estudiantes poseían al comienzo del proyecto sobre diferentes temas que se estaban debatiendo en la escena de lo público era, principalmente, repetitivo, mecánico y reproductor de diversos mecanismos de violencia de género”, cuentan.
En cambio, al finalizar, notaron que surgió una apropiación de conceptos, de debates en el marco del respeto y de una lectura más crítica respecto a los consumos culturales.
Aunque reconocen que “frente a modos de hacer que reproducen, a lo largo del tiempo, ciertas conductas y comportamientos machistas, es imposible un cambio absoluto”.
Rodrigo Ponce, de 17, aprendió “que existe una gran diversidad de géneros y que todos deben respetarse”. Además, subrayó que vio “muchos cambios, sobre todo de posturas en el curso”. Para su compañera Brisa Barletta, de 18, lo más significativo que le dejó el proyecto fue “que todos podemos pensar diferente y compartir nuestras ideas respetando al otro, y que para formar o transformar ideas, necesitamos tener información”.
Ambos coincidieron en que la temática que más les gustó fue la charla con la participación de tres jóvenes del colectivo Trans Argentinos. Durante la actividad, Karim, Agustín y Lucía hablaron de cómo se construye el género, qué lugar tiene la autopercepción y qué espacio hay para los cuestionamientos. “Una experiencia que nos obligó a todos a mirarnos y a mirarlos, reconociendo nuestras propias limitaciones y las posibilidades de generar otros vínculos, donde lo diverso tenga cabida”, expresan en el blog del proyecto.
Construir conocimiento
El trabajo de investigación se organizó sobre la base de dos grandes instancias: las charlas y los talleres de carácter obligatorio dirigidos a toda la escuela, y el trabajo áulico donde se cumplieron los objetivos de cada espacio curricular respecto al proyecto, y en los que se recuperaron aspectos esenciales de esos encuentros con los invitados.
Ambas divisiones de sexto año –la del turno mañana y la del turno tarde– participaron de este proyecto, por lo que fortalecieron lazos de compañerismo y establecieron relaciones de tolerancia y respeto entre ellos.
El proyecto de investigación se presentó en la instancia provincial de la Feria de Ciencias y luego clasificó a la etapa nacional. “Fue muy reconfortante para les chiques”, opinaron los docentes, quienes aseguran que tienen la intención de profundizar y continuar esta iniciativa en los próximos años, incorporando los aciertos y errores del año pasado.
APRENDER PARA REPLICAR
La divulgación del proyecto se realizó mediante una plataforma virtual
(deconstruyendoestructuras.com.ar) en la cual se puede acceder al contenido integral de la propuesta y a una serie de videos que tienen a los estudiantes como protagonistas, en los que repasan las actividades realizadas y el enfoque con el que abordaron cada tema. La digitalización del material y el armado del sitio web estuvo a cargo de estudiantes universitarios de la carrera de Comunicación Institucional de la
Universidad Blas Pascal, quienes realizaron una campaña de difusión con el objetivo de colaborar con un proyecto de impacto social.
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