Bibliotecas Futboleras

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La iniciativa suma ya más de 80 bibliotecas en escuelas de la Argentina y otros países, donde reconocidos jugadores de fútbol cursaron sus estudios. 

Fotos: Gentileza Bibliotecas Futboleras

En 2016 el escritor Ignacio Irigoyen juntó dos de sus pasiones, el fútbol y la literatura, y empezó a crear bibliotecas futboleras en la Argentina que luego cruzaron fronteras y hoy están presentes también en Paraguay, Colombia, Uruguay y Estados Unidos.

Se trata de una iniciativa que tiene por fin incentivar la lectura en chicos y chicas que cursan la escuela primaria, principalmente. Para ello, este licenciado en Letras con alma futbolera se encarga de convocar, por un lado, a jugadores de fútbol emblemáticos de la historia reciente que sientan la motivación de armar una biblioteca que contenga libros sobre fútbol y otros deportes, y los donen a las escuelas primarias a las que asistieron cuando eran niños. De este modo, se forma un triángulo de colaboración entre jugador, escuela y alumnado que incentiva la lectura. 

Este proyecto arrancó con motivo del aniversario treinta del Mundial de Fútbol desarrollado en México. Oficialmente, la primera fue la Biblioteca Futbolera “Jorge Burruchaga”, en la sede de la Escuela Patricias Argentinas, en Quilmes Oeste, donde cursó la primaria el ídolo del Club Atlético Independiente y excampeón de la copa del mundo en 1986. “Lo que me interesa es acercar material de lectura a los chicos que están en escuelas alejadas de los grandes centros urbanos, preferentemente que asisten a escuelas rurales”, dice Irigoyen, quien previamente a esta iniciativa había creado de manera voluntaria bibliotecas en zonas rurales de Ecuador, El Salvador, Guatemala, México y Honduras. 

“Buscamos que los chicos se sientan estimulados a leer y fortalecer sus hábitos de lectura”, acota. En total suman más de 80 las bibliotecas futboleras, y en la Argentina están presentes en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, Chubut, Chaco, Santiago del Estero, Corrientes y Río Negro. 

En la provincia de Santa Fe se encuentra la Biblioteca Futbolera “Gabriel Omar Batistuta”, que fue fundada por el reconocido jugador mundialista el 26 de septiembre de 2017 y contiene alrededor de 40 libros. Se trata de una sección dentro de la biblioteca “Samuel Cernadas” perteneciente a la Escuela Primaria N° 6044 Ciudad de Reconquista, institución a la que asistió el jugador en su niñez. 

“Estos libros muchas veces son el ingreso al universo de la lectura para muchos chicos”. 
Belén Buyatti

Según Belén Buyatti, bibliotecaria de la escuela, “la temática del fútbol resulta un llamador atractivo, sobre todo para los varones que estudian en los últimos años, pero también para aquellos que se inclinan por los deportes y no tanto por la lectura o lo intelectual. Vemos que esto es un medio muy efectivo para lograr que se interesen en el hábito de leer”, asegura. 

Buyatti detecta que hay dos libros que captan mayormente la atención de los chicos, uno que trata sobre la vida de Gabriel Batistuta y otro sobre la biografía de Manu Ginóbili, el reconocido basquetbolista bahiense. 

Estos libros muchas veces son el ingreso al universo de la lectura para muchos chicos, porque luego se terminan interesando por otros textos de temáticas tan disímiles como la astronomía y la vida de los animales, reconoce Buyatti. Respecto de las bibliotecas futboleras, Buyatti cuenta que el 95 por ciento de quienes se sienten atraídos por estos libros son los varones, y en el caso de las niñas, se trata de excepciones. 

En la misma provincia de Santa Fe, pero en el Municipio de Sastre y Ortiz, una localidad de unos 5000 habitantes, se encuentra la Escuela N°1031 San Francisco de Asís, de nivel primario, a la que concurrió el exfutbolista Hernán Díaz, uno de los jugadores más reconocidos del Club River Plate y contemporáneo de Gabriel Batistuta. Allí se creó la biblioteca futbolera que lleva su nombre. Se inició en 2017 con 88 títulos y hoy cuenta con 130, que fueron sumados con el aporte de los ministerios de Educación de la Provincia y de la Nación.

“Cuando recibimos la propuesta de organizar un espacio destinado a la biblioteca futbolera, fue muy movilizador para toda la comunidad educativa, se generó mucha expectativa. Todo el personal institucional estuvo a disposición para que ese momento fuera único y especial”, narra a Convivimos Carina Stratta, directora de la escuela. 

“El acto inaugural, con la presencia de Hernán Díaz, sus compañeros de séptimo grado, familiares, autoridades y los vecinos de la localidad, quedó grabado en la memoria y el corazón de todos los que asistimos”, revela. 

Para la directiva, “las palabras llenas de emotividad expresadas por Hernán Díaz contando su historia, un verdadero ejemplo de esfuerzo y compromiso para superarse, calaron hondo en el corazón de todos los presentes”. 

En esta escuela a la que asisten 270 alumnos de nivel primario e inicial, la biblioteca futbolera se convirtió, en palabras de Carina, “en un espacio al que los niños asisten con placer y donde desarrollan momentos de lectura, actividades lúdicas, recreativas y de aprendizajes, no solo cognitivos, sino, y lo más importante, referidos al saber ser y las relaciones interpersonales”.

La Biblioteca Futbolera “Hernán Edgardo Díaz” fue declarada de interés municipal y cultural por el Honorable Concejo Municipal de la ciudad de Sastre y Ortiz.

Nahuel “El Patón” Guzmán sacándose una selfi con los chicos.

LA GESTA 

Para la creación de estas bibliotecas, Ignacio Irigoyen cuenta que siguen diferentes caminos. “A veces, nosotros contactamos al jugador, si él nos da el okey, nos contactamos con la escuela a la que asistió en la primaria o la secundaria para ver si están de acuerdo con la creación de la biblioteca y con organizar el evento de inauguración, donde el jugador llevará de regalo la biblioteca que tendrá su nombre”, explica. Otras veces, toman la delantera un sponsor, empresas o las propias escuelas. 

“Buscamos que los chicos se sientan estimulados para fortalecer sus hábitos de lectura”.  
Ignacio Irigoyen

Si bien el objetivo de la iniciativa es fortalecer los hábitos de lectura a través de la temática del fútbol, “también es revincular al futbolista con su escuela primaria para que, una vez instaladas las bibliotecas, el jugador sea un motivador para que sus propios compañeros terminen sus estudios primarios y secundarios, y así ayudar a combatir la deserción escolar, que en Argentina es una problemática bastante seria, sobre todo en la población escolar de la secundaria”, apunta Irigoyen.

MIL ANÉCDOTAS

“Para los chicos que tengan ganas de escuchar, me presento: soy Nahuel Guzmán, estuve por última vez en esta escuela hace 20 años y tengo mil anécdotas, pero te puedo hablar de recuerdos, y los más lindos son los de jugar”, contestó sencillo y emocionado el exarquero de Newell’s a la pregunta de uno de los alumnos de la Escuela Cristóbal Colón de Rosario. Fue en mayo de 2018, y el salón de actos de la institución centenaria ubicada en el barrio Echesortu Oeste explotaba de emoción ante la presencia del actual integrante del Tigres de México, quien cursó allí sus estudios primarios, y donde ese día dejaba formalmente inaugurada la biblioteca futbolera. 

La iniciativa –que se lleva a cabo con la participación de jugadores  de la talla de Néstor Clausen o Jorge Valdano, por poner solo dos ejemplos– cuenta con casos extraordinarios, como el del mediocampista del equipo Cruz Azul de México Walter Montoya, quien fundó siete bibliotecas futboleras en las siete escuelas de su pueblo natal, Machagai, en la provincia de Chaco.

Mil anécdotas y un sueño en común: acercar los libros a los chicos a través de una de nuestras grandes pasiones. 

CÓMO COMUNICARSE:

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Instagram: @bibliofutbolera