Agustina Albertario: La superación de una Leona

0
90

Es una de las principales estrellas de un seleccionado que históricamente trajo grandes alegrías al país. Se observa a sí misma en la recta final de su etapa en Las Leonas, con los Juegos Olímpicos de París como línea de llegada.

Foto: Gentileza Confederación Argentina de Hockey

E l hockey, al principio de todo, fue solo un canal de contención de un impulso que lo excedía. A Agustina Albertario, desde chica, lo que le interesó fue más que nada competir, medirse ante otras y superarlas, luego de haberse superado antes a sí misma. En su casa natal, el deporte era parte del ambiente. Padre, madre, hermanos, todos llevaban una vida activa en clubes. Creció entre canastos desbordantes de ropa transpirada y batallas por la comida para llenar el tanque que siempre, indefectiblemente, se vaciaba hasta la última gota en la cancha. Le gustaba correr y también jugar al tenis, pero se inclinó por el hockey por un espíritu gregario que le pedía un deporte de conjunto. “Nunca fui fanática del hockey. Era fanática de superarme. Si me ganabas, quería ganarte la vez siguiente y me preparaba para que no se repitiera. Siempre puse mucho en lo físico. No soy una jugadora que pueda hacer algo a lo Lucha Aymar, entonces tengo que compensarlo con otras cosas. Hoy, para estar acá, tengo que ser físicamente buena”, afirma.

Cuando dice “acá”, se refiere al seleccionado argentino. Lleva en Las Leonas casi la mitad de su vida: su primera convocatoria fue a los 16. En el camino, fue campeona mundial junior, subcampeona mundial y olímpica de mayores, campeona de la Hockey Pro League y campeona panamericana.

  • ¿Qué significa la selección para vos?

Es mi estilo de vida. Es desgastante, es un esfuerzo todos los días, pero un esfuerzo que amo. No todo el mundo puede disfrutar de lo que hace, y yo sí lo hago. Sé que se va acercando el final y me voy preparando para eso, porque son etapas que uno cumple en la vida. Siempre fui una privilegiada de poder estar acá, hacer lo que amo y vestir esta camiseta.

  • ¿Sentís cercano ese final?

Sí, ya tengo treinta. Vengo de muchos años, y el desgaste mental y físico es grande. Me encantaría poder formar una familia, y a veces eso no va muy de la mano con lo que hago, porque tengo que estar ciento por ciento metida acá adentro. Creo que el día que no me sienta al cien, voy a dar un paso al costado, porque para estar acá una tiene que darlo todo.

  • En tu vida tomaste decisiones como dónde y con quién vivir, dándole prioridad a Las Leonas…

Sí, en algunas etapas tuve que elegir entre estar acá o dar un paso al costado. Ahora que soy más grande, elegir entre tener una pareja o el deporte me cuesta más. Quizás quedás en diferentes momentos con la otra persona, y se hace difícil bancar la relación por la distancia. A veces es realmente muy difícil decidir. Pero estoy contenta con mis elecciones. Están los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina y puede que sean los últimos que juegue. Así que intento disfrutar a full lo que me queda.

  • En el día a día, ¿sentís que hay algo que sea diferente en cuanto a las ganas, al disfrute?

Sí, hay días que me levanto pensando “¿Qué hago acá? ¿Por qué?”, o me replanteo muchas cosas. Pero siempre vengo con la mejor, intento ser positiva y dar todo para demostrar con el ejemplo y no con palabras. Esto es mi vida, y los momentos malos los puedo manejar. Estar acá es lo que siempre quise, y hay que ganárselo todo el tiempo. No doy por sentado tampoco ir a los Juegos Olímpicos, porque esto es un día a día. Una compite con sus compañeras, hay listas y no se sabe si quedás adentro o no. Son las reglas del juego.

  • Te quedaste afuera un par de veces, en 2018.

Sí, son gustos de los entrenadores, y contra eso no se puede hacer nada. Aprendí que si quiero estar, tengo que entrenarme el triple. Con el mismo entrenador fui a torneos, así que mi mensaje es entrenar, entrenar y entrenar. Es duro ver al equipo desde afuera. Te golpea el ego, el orgullo. Llegué a pensar en dejar, pero finalmente me dio más fuerzas para moverme y recuperar el lugar.

  • ¿Qué te da a cambio todo ese esfuerzo?

Satisfacción. Yo estoy acá porque amo competir. Obviamente, viajar y estar con mis compañeras es un plus. Pero creo que llegué a Las Leonas porque amo competir y superarme. Quiero ser mejor cada día. Eso me trajo acá.

  • Cuando termine tu etapa en Las Leonas, ¿tu idea es seguir jugando?

Sí, irme a Europa. Pero ya aprendí que no hay que planear en la vida. Las cosas que tengan que pasar van a pasar. Cuando deje de jugar, me gustaría enfocarme y meterme en la moda, estudiar diseño o algo así. Y hacer alguna publicidad, quizás, que es algo que me divierte.

Considerada una de las mejores jugadoras del mundo, Agustina se quedó afuera por lesión de los Juegos Panamericanos que se disputaron en Chile (donde Las Leonas obtuvieron la medalla de oro), pero su objetivo de ponerse a punto para estar en París 2024 sigue firme. 

Imagen y exposición

Es una de las caras más conocidas de Las Leonas. Su gusto por la moda, y su belleza física, le permitieron acercarse a marcas y campañas. “Me importa mi imagen, porque siento que si me veo bien físicamente, es porque estoy haciendo bien las cosas. Por ahí puede parecer una cosa superficial, pero me ayuda a motivarme”, confiesa.

La exposición, sin embargo, es algo a lo que no termina de acostumbrarse: “A veces me molesta bastante, porque no es que fui a Gran Hermano para hacerme famosa, sino que eso fue una consecuencia. Me cuestan las críticas de desconocidos. Tengo que conseguir que lo único que me importe es lo que piense la gente que yo quiero y nada más”.