Estudiantes de la UTN, Facultad Regional Córdoba, sostienen desde hace 10 años un club de puertas abiertas, donde se busca estimular la vocación científica, creativa e innovadora.
Foto Gentileza Club de Robótica UTN-FRC
El Club de Robótica UTN-FRC surgió en marzo de 2010 como un espacio extracurricular dirigido a estudiantes universitarios que deseen aprender o aplicar lo que saben sobre electrónica, software y mecánica en el área de la robótica. “Nos dimos cuenta de que estaba bueno incluir a jóvenes con inquietudes de robótica y programación o simplemente con ganas de acercarse a un club donde encontraran un grupo humano que los haga sentirse cómodos y se puedan desarrollar, así que abrimos también la puerta a otras carreras, incluso de humanidades, a otras universidades, y hasta secundarios de los últimos años”, explica a Convivimos, Marco Álvarez Reyna, fundador del Club y actual director.
Hasta antes de la pandemia, había reuniones de trabajo semanales en las instalaciones de la UTN, donde los estudiantes aprenden a utilizar instrumentos y herramientas de un laboratorio estándar de electrónica, o del anexo de técnicas digitales, que son espacios disponibles para brindar apoyo a las actividades del Club de Robótica. “Los alumnos van con sus cajitas de herramientas y empiezan a trabajar en sus placas, en sus robots, a hacer ensayos. Otra forma de trabajo es desde nuestras casas, hasta se han armado talleres de coworking en domicilios particulares”, señala Álvarez Reyna.
Existe un área de proyectos institucionales que se ofrece como camino estándar a los alumnos que recién ingresan, principalmente orientado a la robótica. Desde mediados del 2017, incorporaron proyectos del área aeroespacial y el año pasado, generaron el Programa de Desarrollo Espacial (PDE), que incluye proyectos de nanosatélites, cohetería y control de basura espacial.
También hay lugar para ideas nuevas. “Si un miembro viene con ganas de hacer algo, tiene un grupo humano de dos o más personas del club asociado, y si respeta las máximas del Club de concebir al conocimiento como bien público, cultura libre, uso pacífico de las tecnologías, entre otros, el proyecto tiene apoyo institucional y lo enmarcamos en área de proyectos independientes”, aclara Álvarez Reyna.
“Los estudiantes que han desarrollado su faz creativa en fase temprana suelen ser emprendedores. Esto es muy importante, porque en un futuro se convierten en personas que dan trabajo a través de micro emprendimientos”, afirma. Uno de los objetivos del club es que los alumnos que salen de ese espacio puedan insertarse en investigaciones, desarrollo de laboratorios y centros de la Universidad para hacer transferencia tecnológica a la sociedad a través de distintas iniciativas.
ACTIVIDAD ESPACIAL
En 2017 el Club abrió el área espacial y al año siguiente se creó el Comité Preparatorio de Unisec Argentina. “Con Unisec estamos haciendo gestiones de alto nivel por la actividad espacial. Es una organización internacional, formada por más de 110 universidades, que tiene más de 50 satélites puestos en órbita, que nos permite proyectar internacionalmente los proyectos espaciales de la universidad y de la región. Y el Club -aclara su director- sigue en paralelo con los proyectos de robótica y con algunas líneas espaciales más tranquilas, con objetivos de integración de los estudiantes, más motivadoras y demás”.
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