Diego Meischenguiser: “Somos un clásico aggiornado”

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Perramus, la tradicional marca especializada en abrigos para el invierno y la lluvia, cumple 100 años. Su director, tercera generación a cargo de la empresa, cuenta cómo la firma evolucionó y se adaptó a los nuevos tiempos sin perder identidad.

Foto: Pato Pérez

Hace exactamente un siglo, en 1922, Marcos Meischenguiser fundó en Buenos Aires la Casa Perramus, especializada en pilotos para lluvia. Estaban hechos con tejidos de gabardina impermeable que importaba directamente de Perram, una localidad de Gales, en el Reino Unido; de allí el nombre de la marca. Los 100 años no pasaron en vano: hoy la empresa cuenta con 12 locales propios, empezando por el icónico en la peatonal Florida, casi una decena de franquicias y unas 200 tiendas multimarca que venden sus productos. Además, en la actualidad Perramus amplió su oferta a muchísimos otros rubros de indumentaria; concretamente desde que está al frente Diego, nieto del fundador y portador del mismo apellido, con quien conversamos sobre el pasado, el presente y el futuro de la firma.

  • ¿Qué significa este aniversario para vos y para Perramus?

¡Uf, cien años…! Es casi la historia de la familia, el paso de una generación a otra, el recuerdo de los que ya no están… Pero también es un hito que habla de la vigencia de una marca a pesar de los años. De hecho, nos consideramos un “clásico aggiornado” y hacemos honor a eso. Es lo que buscamos sintetizar en un video que produjimos para el aniversario, en el que se cuenta todo lo que le sucede a una persona en el transcurso de un siglo. Con la voz de Arturo Puig, un seguidor histórico de nuestra marca. 

  • ¿Cómo empezó tu historia personal con la empresa?

Siempre fue parte de mi vida. Desde chiquito iba al local y me la pasaba jugando entre las prendas. Me crie con la costumbre familiar de ponernos contentos cuando llovía, porque eso significaba que la gente iba a necesitar más pilotos. Hoy ya no nos limitamos a ese nicho, porque tenemos una línea mucho más completa. 

  • ¿Qué le aportaste a Perramus como representante de una nueva generación?

Empecé a trabajar en la fábrica textil de mi papá, en la que se hacían todos los productos que vendía mi abuelo. Al mismo tiempo estudié Ciencias Económicas. Después, cuando empecé a viajar, entendí la importancia que tiene la industria textil en el mundo y lo compleja que es, porque por un lado incluye el diseño, las telas, avíos y demás, pero también hay otros aspectos como el desarrollo de marca, la identidad corporativa y la imagen de los locales. Todo eso fue mi aporte específico como nueva generación desde 2005.

  • ¿Y en lo que hace al producto específicamente?

Me concentré en ampliar el mix de nuestra oferta, que históricamente era limitada, ya que durante muchos años los pilotos representaron el 90 por ciento de las ventas. Primero me dediqué al outerwear (ropa exterior) y sumé toda una variedad de tapados, Montgomery, chalecos y camperas a nuestro producto tradicional, que son los impermeables. Después pasamos a lo que se llama “segunda piel”, que son suéteres o buzos, y luego a la primera piel, es decir camisas, remeras, chombas y jeans. También sumamos accesorios como paraguas o bufandas, y hasta calzado. El otro gran salto fue la decisión de desarrollar el segmento Mujer, que tiene sus propias telas y colores: todo un rubro aparte. 

  • ¿Cuántos artículos tienen actualmente?

Unos doscientos, entre los de hombre y mujer, sin contar los diferentes colores, que son tres en promedio para cada modelo. La tercera parte de los productos se mantiene año tras año porque son los clásicos de la marca. Somos muy fuertes en el invierno, porque nadie más en la Argentina tiene diez modelos distintos de camperas, tapados o pilotos; a lo sumo tienen dos o tres. Eso nos diferencia y nos posiciona. El resto de los artículos se renueva íntegramente anualmente. Gracias a ese mix de productos nos animamos a sumar locales, o mejor dicho tuvimos que hacerlo porque con la tienda histórica de Florida no alcanzaba para esta propuesta. 

  • ¿Con qué tendencias en la moda están trabajando hoy?

Hoy apostamos al oversize, la ropa más holgada, con lo cual nos corremos un poco de las prendas al cuerpo, achupinadas. Y aclaro que ya estamos planificando la producción para el año que viene, 2023, porque para el actual ya está todo fabricado. Estamos trabajando con colores fuertes como un azul Francia o rosa fuerte, plateado… ¡Viene power la cosa, muy colorida! También se está usando mucho el cuero o símil cuero, así que va a haber prendas con esa materialidad.

  • ¿Cómo sobrellevaron la pandemia?

Estuvo muy difícil con todos los locales cerrados. Por suerte, ya teníamos desarrollado nuestro canal on-line y estaba el e-commerce armado. Mejoramos mucho la web, y así llegamos a hoy, que la gente está ávida de salir y de comprar. En definitiva, es una crisis más de las que hemos pasado en cien años. También son circunstancias que enseñan a planificar, a ser previsores y ordenados.

  • ¿Qué significa Born to care (nacido para cuidar), el lema de la colección actual?

Surgió para posicionar a nuestra marca, que siempre estuvo ligada a la protección: tener un piloto que me protege del agua o una campera que me abriga. La idea es que ahora ese concepto se aplique a todos nuestros productos y no solo a los de abrigo. Por ejemplo, un pantalón que no se manche en una fiesta, una chomba bien fresca con un hilado muy confortable o un short de baño que se seque enseguida. Estamos trabajando con materiales textiles nuevos para ofrecer todas estas ventajas comparativas que convergen en una ética del cuidado. 

GENERACIÓN TOLEDO   

Desde 2017 se incorporó al equipo de Perramus el reconocido diseñador Mariano Toledo, gran admirador de la marca. “Literalmente vino a tocar nuestra puerta y nos hizo la propuesta de crear una ‘cápsula’ con productos más de tendencia y no tan clásicos. Así empezamos a trabajar en la línea New Generation para un público más joven –cuenta Diego Meischenguiser–. Y dio resultado, ya que gracias a estas prendas nuevas logramos hacer bajar sustancialmente el promedio de edad de los compradores”.