En varios lugares del país, los jóvenes se están sumando a la iniciativa de sacar la basura de las playas. Cómo unirse a esta cruzada ambiental.
Por: Denise Destéfano
Las playas argentinas se encuentran cada vez más contaminadas. Según reveló una jornada de limpieza de costas organizada por Fundación Mundo Marino y otras ONG bonaerenses el año pasado, en los 1,2 millones de metros cuadrados censados se recolectaron casi 40 mil residuos no orgánicos, de los cuales el 82 por ciento fueron plásticos.
El plástico que consume un animal no es digerido y se queda en su estómago impidiendo el paso del alimento. Además, al degradarse, libera componentes tóxicos que no solo afectan a quienes los consumen, sino que también entran a la cadena trófica. Algunos elementos, como los bifenilospoliclorados (PCB), se acumulan en las grasas de los peces pasando luego a quienes los devoren, sean estos otros animales o humanos.
El desecho de plásticos en los océanos es tan dramático que se llegó a formar lo que se conoce como “islas de plástico” compuestas de residuos de todos los tamaños. Las vías principales de entrada de esos elementos al mar suelen tener un origen terrestre, asociado especialmente a las zonas de mayor población, fuertes vientos, áreas industriales y basurales costeros o ríos próximos.
El problema es grave, las nuevas generaciones lo saben, y algunas personas ya están dedicando tiempo a remediarlo. En mayo los estudiantes de la Escuela de Enseñanza Secundaria Técnica Nº 1 Eduardo Ader, de Vicente López, provincia de Buenos Aires, guiados por los profesionales de la fundación Enseñá por Argentina, recorrieron la costa de esa localidad. La organización ayudó a los voluntarios a llevar adelante la campaña Costas + Limpias, que consistió en la recolección de residuos, educación y difusión de cuestiones ambientales relacionadas con el tema.
“Para nosotros la limpieza de la costa es un reflejo de lo que somos como sociedad, que el río nos lo está regresando”. Agustín López Colmano
“Para nosotros la limpieza de la costa es un reflejo de lo que somos como sociedad, que el río nos lo está regresando”, expresó Agustín López Colmano, de la Municipalidad de Vicente López, durante la limpieza.
“Nos llena de orgullo apoyar esta iniciativa y aprovechar la oportunidad para trabajar distintas habilidades desde lo educativo”, acotó el director de la escuela, Omar Brandan, y agregó: “Los pinches para la recolección los hicimos en nuestro taller, discutimos la problemática ambiental en distintos espacios y desarrollamos habilidades de planificación y organización entre los estudiantes”.
La acción se va replicando espontáneamente en distintos puntos del país; si no es encabezada por organizaciones, a veces va de la mano del Gobierno local o de empresas en programas de responsabilidad social como Accenture o Telefónica.
La Defensoría del Pueblo de Bariloche, por ejemplo, impulsó la campaña Costas Limpias, que alienta a los visitantes a llevarse la basura que generan cuando van a los lagos de la zona. Por su parte, el Club Andino Bariloche organiza todos los años una semana en la que se realizan eventos de concientización y campañas en los medios de comunicación, y termina con una jornada de recolección en la campaña Montañas y Costas Limpias.
Hay iniciativas mundialmente conocidas, como Clean Up The Sea, que surgió de la colaboración entre las organizaciones Ecologistas en Acción y Legambiente, que organiza limpiezas de playas en España.
También está International CoastalCleanup, una actividad de OceanConservancy con más de 30 años de trayectoria que introdujo la variable de llevar un registro de cada pieza de basura que los voluntarios recogen con la intención de encontrar una manera de eliminar los residuos en el futuro. Hoy la red se extiende por todo el mundo y tuvo su experiencia en nuestras costas cuando un grupo de alumnos de distintas escuelas de Berisso y Ensenada se reunió para limpiar la playa de Punta Lara en la provincia de Buenos Aires de la mano de la Asociación Civil Recrear. La iniciativa se repite desde 1998.
ANTES DE ENSUCIAR
La responsabilidad del cuidado de las playas es de todos los que las visitamos. Por eso, al ir de vacaciones o, si uno es local, al acercarse a la costa para hacer actividades recreativas o simplemente pasar el rato, hay una serie de recomendaciones que debemos tener en cuenta.
- Veranear responsablemente. El lugar debe quedar igual o mejor que cuando lo encontramos. No se debe dejar atrás basura ni contaminar el agua ni afectar a la fauna y flora del lugar. Hay que cuidar la playa como si fuera la propia casa.
- Durante el año. Quienes viven cerca de la costa deben estar atentos a que sus actividades recreativas no afecten al medioambiente. Como en las vacaciones, conviene llevar siempre una bolsa de residuos y prestar especial atención para no arruinar la vegetación natural ni molestar a los animales de la zona.
- Ecoturismo. Los programas de ecoturismo nos llevarán a espacios protegidos y podremos aprender, mientras disfrutamos de las vacaciones, a preservar los sitios que visitamos. Este tipo de paquetes ya de por sí intentan minimizar el impacto ambiental, además de generar beneficios financieros directos para la conservación y las poblaciones del lugar.
- Sumarse a las iniciativas locales. Si deseamos participar más activamente del cuidado de las costas, podemos averiguar qué campañas hay cerca de casa, ponernos en contacto con organizaciones internacionales como International CoastalCleanup u organizar nosotros mismos una acción.
- Hacerlo por cuenta propia. Siempre es recomendable coordinar con un grupo, porque cuantas más manos estén dispuestas a ayudar, mejor. Pero si deseamos limpiar la costa por nuestra cuenta es aconsejable contar con algunos artículos: guantes resistentes a cortes y pinchazos, bolsas de varios colores para clasificar la basura, tijera o un cuchillo por si necesitamos para separarla y un botiquín básico.
- Pasar el mensaje.Si veraneamos acompañados, podemos aprovechar la oportunidad para dar el ejemplo y enseñar a la pareja, los parientes o amigos a visitar las costas con hábitos sustentables. También podemos difundir campañas de limpiezas de playas que lleguen a nuestro conocimiento y sumarnos para potenciar iniciativas globales
Plástico, el enemigo
El 97 por ciento de las tortugas marinas que ingresan al Centro de Rescate y Rehabilitación de Mundo Marino, además de estar en mal estado, tienen plástico en el estómago. El mismo centro asegura que en apenas 35 años se encontrará este material en los intestinos del 99 por ciento de las aves marinas.
Si bien hace unos años no era habitual hallar plástico en las entrañas de los mamíferos de nuestras costas, ahora es una de las principales preocupaciones de los especialistas en relación a estos ecosistemas.
