Somos un jardín

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La presentación de un libro infantil se transformó en una particular experiencia educativa. Sucedió en el marco del VII Festival de Literatura de La Cumbre. Fue la más celebrada por los chicos.

Texto y Foto: Bibiana Fulchieri

 

Con un entusiasmo mayúsculo, los chicos exploran en una canasta repleta de semillas sus diferentes tamaños, formas y colores; seleccionan una y la hunden con dedos inquietos hasta el fondo de la tierra, que está en una latita decorada a mano por la autora del proyecto; la tapan ceremoniosamente… Todos maravillados por lo recién aprendido. “Yo elegí la que parecía una pepita de oro”, le dice Renzo a un amigo, que le contesta: “La mía era de espinillo, estaba guardada como en una cunita de pelos”. Mientras tanto, Nara deja flotando una pregunta: “¿Las bananas salen de raíz o de semillas?”.

El grupo, con su germinación como trofeo, posa para la foto. Es el testimonio de la experiencia realizada en Casita de Libros, una librería especializada en literatura infantojuvenil de la ciudad cordobesa de La Cumbre. La actividad se da en el marco del festival FILBA/FILBITA Nacional.

Soy un jardín se llama mi libro, con el que viajo para presentarlo de una manera especialmente educativa”, cuenta Florencia Delboy, dibujante e ilustradora. “Resulta una experiencia multidisciplinaria en relación con la naturaleza que los chicos terminan vivenciando como si entre todos estuviéramos construyendo una minienciclopedia. Me interesa muchísimo generar interés, porque a partir de él todo se ve desde otro lugar. Les cuento la historia de los árboles que me acompañaron en la infancia –desde Catamarca hasta Buenos Aires– a través de los dibujos, y eso nos lleva a una práctica de taller de germinación que se enriquece a medida que entienden que es un proceso en el que las posibilidades de incorporar conocimiento son infinitas”, explica.

“¿Quién tiene plantas en su casa?”, pregunta Florencia. Los chicos levantan la mano. “Yo tengo un roble de más de mil años que ahora hizo un colchón de hojas”, dice Joaquín. “En mi casa hay un pino que es el rey de la Navidad”, cuenta Martina. “No sé por qué se llama cedro azul si es gris”, acota.

“Este libro es un álbum de recuerdos de mi familia vegetal”, explica la autora. Ante cada ilustración, Luján Ramón, experta en animación a la lectura, relata el texto que complementa el libro con información y poesía: “Hasta luego tos, tos, tos. El vapor del eucaliptus se vuelve canción. El pecho se abre como una flor. Perfume del invierno en el corazón”, dice la del eucaliptus.

Hacia el final, comienzan las preguntas y el intercambio sobre botánica básica. Surge, además, la posibilidad de llevar a la práctica conocimiento y cultivo de especies de Córdoba a partir de la intervención de Emilia del Valle Contreras, una de las articuladoras del Proyecto de Forestación Raíces, de Villa Giardino, que trabaja junto al INTA y diferentes agrupaciones ambientalistas.

Los pequeños participantes también reciben nociones muy simples para seguir con la tarea de germinación en sus hogares.

 

SEMILLAS

“Es muy importante que los chicos tomen conciencia de la necesidad de reforestar, y por esto insistimos en llevar capacitaciones a diferentes comunidades educativas para que implementen viveros forestales y huertas en cada escuela”, explica Emilia del Valle Contreras mientras enseña a reconocer las semillas de coco, quebracho blanco, mistol, chañar, algarrobo, piquillín, maitén, brea, espinillo, garabatos…

Cómo comunicarse: www.flordelboy.com 

 

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