En busca del complemento perfecto

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Para sumar personalidad a los looks, agregar color o jugarse por nuevas tendencias, los accesorios son el detalle justo que necesita cada estilo para renovarse.

Por: Cata Greloni

 

Existen muchas maneras de ponerle onda a ese clásico vestido negro que ya tiene muchos usos o de cambiar un conjunto casual de día hacia uno más de noche. Esa cosa mágica que todo lo puede cambiar se llama “accesorio” o “complemento”, y sorprende por su poder lúdico y versátil.

Un pañuelo de seda grande, estampado y colorido puede funcionar como vincha o turbante si se lo lleva en la cabeza, pero también puede ser un toque distintivo para un conjunto de jean y remera si se lo usa como cinturón o, por qué no, como un detalle, anudado a la cartera de mano. Este mismo cuadrado de tela puede doblarse al medio desde sus extremos, a modo de triángulo, y ser una bandana al mejor estilo cowboy del oeste, que cubra el escote o proteja el cuello; o también es posible usarlo como un topstrapless, ideal para los días de calor.

Para la primavera y el verano próximos, la naturaleza será la principal fuente de inspiración de los accesorios, especialmente en la joyería. Abundarán los collares con piedras de colores y engarces brillantes que emulan a la flora; pájaros, margaritas y rosas repujadas en metal y pintadas a mano inundarán las orejas y los cuellos de las mujeres, que también intercalarán con otros motivos de mariposas y hojas tropicales, todavía vigentes entre los accesorios. La moda oversized se extiende hacia los aros, que aparecen no solo en argollas redondas y ochentosas, sino que además conviven con pendientes largos en forma de cadenas y perlas, y otros en tonos metálicos que no pasarán desapercibidos.

SIEMPRE A MANO

Los bolsos, en todos sus tamaños, son los mejores aliados. Los que causarán furor la próxima primavera serán los de tipo balde y los de paja, que parecen sobrevivir la tendencia y reviven cada temporada, con fuertes picos de uso durante el verano, pero que aportan una cuota simpática y anacrónica cuando se llevan en la ciudad. Los llamados bucket bags se reversionan en distintos formatos y en rafia, tela o cuero, con argollas de metal, de madera y hueso, y también dentro de bolsas de red, tejidas en macramé.

Otras de las tendencias que se ven en complementos de mano son los mini bags. En contraposición con la ropa oversized, las carteritas se asoman en tamaño XS y se llevan en colores estridentes, de a dos o tres, y entrelazadas con otras carteras y bolsos, a modo de llavero. Son la nueva versión de los sobres o clutch, y apenas caben los celulares, las llaves y algún que otro labial.

CAMBIO DE LENTE

Al igual que las carteritas, otros de los accesorios que parecen haberse encogido son los lentes de sol. Al mejor estilo Matrix, los anteojos se llevan redondos, cuadrados o con aires felinos, pero mínimos. Solo llegan a cubrir la circunferencia de los ojos y se usan un poco caídos por sobre la nariz. Otro modelo que está haciendo su retorno es el de forma de corazones. Con marco ancho y en tonos cálidos, con lentes en gradación de color o flores pegadas en sus bordes, los lentes de Lolita volvieron para revivir el affaire que provocó la película inspirada en la novela de Vladimir Nabokov.

Cualquiera sea el estilo elegido –más clásico, básico, formal o vanguardista–, los complementos salen a la cancha para jugar un rol protagónico durante el inicio de la temporada de calor, cambiar un total look o rejuvenecer cualquier guardarropa.