Smombies, un fenómeno que crece

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El término “smombie”, que aúna las palabras “smartphone” y “zombi”, describe a las personas que caminan con la cabeza gacha mirando el celular y olvidándose del resto del mundo. Qué están haciendo los municipios de las grandes ciudades para prevenir accidentes de tránsito.

Fotos: AFP y Gentileza Municipalidad de Rosario

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a dependencia a los dispositivos electrónicos trajo aparejados cambios en el comportamiento de muchas personas, quienes no solo actúan como ausentes cuando están en reuniones familiares o de amigos, sino también cuando circulan por las ciudades. Se trata, en su mayoría, de jóvenes que nacieron cuando el celular, las tablets y las computadoras eran parte de la vida cotidiana.

¿Quién no se ha cruzado alguna vez con un smombie? O más bien, ¿quién puede afirmar que no es uno de ellos? Estas criaturas comenzaron a aparecer hacia finales del siglo XX, y hoy la cantidad aumenta a toda velocidad. El término, que combina las palabras “smartphone” y “zombi”, describe a las personas que solo prestan atención a lo que ocurre en sus dispositivos móviles. Este comportamiento ha comenzado a ocasionar molestias e incluso accidentes de tránsito, lo que ha llevado a algunos municipios del mundo a tomar medidas para protegerlos y proteger a terceros.

Según un artículo publicado por la BBC, en Inglaterra, en 2016, tuvieron que retirar una escultura ubicada frente a la Catedral de Salisbury porque los smombies se estrellaban contra ella. En Amberes (Bélgica) y Estocolmo (Suecia) crearon sendas peatonales especiales para personas que se desplazan mirando el celular. En la ciudad sueca, decidieron destinar 30 metros de la senda para que circulen estos seres. En Chongqing, China, repitieron la experiencia. Los que van “texteando” caminan más lento y molestan a quienes no lo hacen.

“Uno de los actores más vulnerables en el tránsito es el peatón”.
Horacio Ghirardi

En Corea del Sur, donde tienen la mayor conectividad del mundo, la Oficina para la Seguridad Vial estimó que en 2014 se produjeron más de mil accidentes de tránsito relacionados con el uso del celular.

Otros municipios como los de Augsburgo (Alemania), Bodegraven (Holanda) y Murcia (España) fueron más allá, e introdujeron semáforos especiales para peatones. La diferencia con los clásicos radica en que consisten en luces led que están ubicadas en la vereda, dentro del campo visual de una persona que se desplaza mirando hacia abajo. Al igual que los otros, estos semáforos se coordinan con los destinados a los automovilistas.

TAMBIÉN EN ROSARIO
La ciudad santafecina no es la excepción. Allí, en 2017, fue inaugurado el primer
semáforo para smombies de la Argentina. Está ubicado en el centro neurálgico de la ciudad y hasta ahora es la única experiencia conocida en nuestro país. La decisión se tomó luego de constatar que, en 2016, de los 3700 accidentes denunciados, en más de 200 estaban involucrados peatones, y el 30 por ciento de ellos se produjeron por el uso de la tecnología móvil.

Los conductores, sin embargo, también se distraen con los dispositivos. Según un estudio realizado por la consultora Leandro Alem, en los primeros meses de 2018 en Rosario se labraron más de 3200 actas de infracciones a personas que mientras manejaban iban mirando el celular. “Se llevan a cabo distintas campañas de concientización en diferentes momentos del año, porque se detecta que se cometen infracciones por el uso del dispositivo móvil”, señala a Convivimos Gustavo Adda, director de Tránsito de la Municipalidad de Rosario. Por su parte, Horacio Ghirardi, concejal de la ciudad e impulsor de la iniciativa de instalación del semáforo de piso, cuenta que el celular es un elemento que ha cambiado el modo de vida de las personas e incluso ha afectado la seguridad vial. “A veces, caminando por las calles, la persona se distrae y corre riesgos, y uno de
los actores más vulnerables en el tránsito es el peatón”, afirma, y cuenta que, durante la última década, los accidentes con peatones crecieron en América Latina, en particular en la Argentina. “Por eso, nos pareció que esta experiencia que se llevó a cabo en otras ciudades del mundo era un aporte más a la seguridad de los peatones en Rosario”, agrega.

Si bien se trata de una prueba piloto, aún se está evaluando si se replicará en otras arterias de la ciudad.

En América Latina, Chile y México son los otros países que también cuentan
con estos semáforos especiales.

MIENTRAS SE CONDUCE
En 2011 la Organización Mundial de la Salud (OMS) elaboró un informe mostrando su preocupación por el uso de los instrumentos electrónicos mientras se maneja. El documento señala que “las distracciones provocadas por el celular
pueden afectar la actuación del conductor de distintas maneras, como por ejemplo,  aumentando el tiempo de reacción, entorpeciendo su capacidad para mantenerse en el carril adecuado, haciendo que acorte la distancia de seguridad y, en términos generales, reduciendo su percepción de la situación de la carretera”. También detalla que un conductor que habla por celular tarda más en reaccionar que el que conversa con un pasajero.

“Los parámetros son los mismos para cualquier tipo de adicción: sea a sustancias, a la pornografía o a las redes sociales”.
Laura Jurkowski

Para la OMS, es preciso que los gobiernos pongan en marcha medidas que permitan combatir el uso del teléfono móvil durante la conducción y, además, que diseñen políticas específicas a futuro.

TECNOADICCIÓN
La irrupción de los dispositivos electrónicos en la vida cotidiana provocó diferentes efectos. Uno de ellos es la creciente adicción a su uso. En la Argentina, como en muchos países, existen centros que trabajan en esta problemática. La clínica Manantiales, en Buenos Aires,
aborda diferentes tipos de adicciones, entre ellas, a la tecnología e Internet. Su página web señala que “la adicción se presenta cuando una persona utiliza las tecnologías por una gran cantidad de tiempo innecesario, renunciando a sus actividades sociales o laborales, y en el
caso de intentar disminuir su uso, fracasa”. Según publicó el diario La Nación en enero pasado, de las 240 consultas mensuales que recibe la clínica, el 35 por ciento están relacionadas con la cantidad de horas dedicadas a la computadora, la consola o el celular. En su mayoría, se trata de varones de entre 14 y 35 años que concurren acompañados por algún familiar cuando presentan un brusco aislamiento social o súbita reducción del rendimiento académico o laboral, combinados con descuidos en la salud y en el aspecto físico. En la misma nota, la directora del centro ReConectarse, lapsicóloga Laura Jurkowski, afirma: “Los parámetros son los mismos para cualquier tipo de adicción: sea a sustancias,
a la pornografía o a las redes sociales. Además de las alteraciones en el comportamiento de una persona, también se produce un impacto sobre la salud”.

En relación con este fenómeno, un reporte de 2017 de la consultora Growth
for Knowledge señala que la Argentina, China y Brasil tienen las cifras más altas de personas con dificultades para tomarse un descanso de la tecnología.

Entre las posibles consecuencias de esta adicción, se encuentran:
• Aislamiento y soledad.
• Alteraciones del estado de ánimo y el sueño.
• Nerviosismo cuando el celular no está disponible.
• Problemas de comunicación.
• Peligro de contactarse personas desconocidas.
• Aumento de sensibilidad en relación con el juicio y la valoración de los demás, lo que aumenta la inseguridad.
• Agresividad.
• Menor rendimiento escolar o laboral.
• Cambio de actitud: al hablar por celular, la persona se siente de una manera diferente a cuando lo hace cara a cara.

“La tecnología es una aliada”, afirma Cinthya De Hoyos, licenciada en Ciencias de la Comunicación, durante una charla TED. La especialista advierte, sin embargo, que se debe establecer la manera en que la utilizamos cuando estamos con nuestros seres queridos. “Tenemos los dispositivos todo el tiempo, pero a nuestros seres queridos, amigos e hijos, no, y es posible que nos estemos perdiendo de momentos que son muy valiosos para nuestra vida”, asegura.