Los cargadores externos son útiles para que nuestros gadgets no se queden sin energía si pasamos todo el día afuera. Un paneo por las distintas opciones.
Todos conocemos la “lucha” por encontrar un enchufe donde cargar el celular o cualquier otro dispositivo cuando no estamos en casa, ya sea haciendo diligencias o en plan de ocio. Para solucionar eso, existen los cargadores externos o power banks, del mismo tamaño que un smartphone: es una batería de litio con un microchip que puede calcular la cantidad de energía necesaria en cada caso, más un cable con plug para enchufar al celu (lo más habitual), laptop, cámara de fotos o smartwatch o auriculares.
A la hora de elegir el adecuado, se deben tener en cuenta especialmente tres requisitos. Primero, su potencia, especificada en miliamperios por hora (“mAh”), porque define la cantidad de recargas que puede realizar antes de agotar su carga propia; luego, la cantidad de dispositivos que permite cargar a la vez; y por último, la variedad de cables que traiga con terminales para la mayor cantidad posible de puertos, tanto para Android como iPhone.
Un cálculo básico para elegir de acuerdo con la necesidad de cada usuario es el tiempo que demora en recargar nuestro celu. Un modelo actual como la Anker PowerCore 20100 posee batería de 20.100 mAh, de modo que puede recargar dos veces al 100 por ciento un smartphone de última generación. También se puede mencionar entre ellos al modelo SW-400 de Spica, una marca histórica de la industria nacional, apto quizás para una sola recarga completa, pero que trae un kit completo de cuatro cables para entradas USB, USB-C, micro-USB y Lightning.
Eso sí: como ocurre también con los celulares, las baterías portátiles tienen un ciclo de vida finito. Es decir que irán perdiendo capacidad progresivamente. Podemos calcular entonces que su capacidad real, al cabo de un tiempo de uso, será del 60 o 70 por ciento de su capacidad inicial.
Si es para la vida outdoor, ya sea una excursión al río u otro lugar en que no haya dónde cargar un celular u otro dispositivo, una buena opción son los cargadores que funcionan con energía solar, que se recoge de la luz natural y es almacenada en células fotovoltaicas. Estas células suelen estar dispuestas en una grilla cuadriculada y, por supuesto, deben estar siempre al sol. Existen modelos con una potencia superior a 25.000 mAh, e incluso algunos productos como Djroll, con capacidad de cargar 36.000 mAh.
Aunque la velocidad de carga con la luz del sol siempre es menor, estos cargadores son muy útiles para sacarnos de algún apuro y no quedar incomunicados. Sobre todo en caso de urgencias y otras situaciones para las cuales hoy estamos más resguardados.
SIN CABLE
Una buena opción para recargar el celu en casa o la oficina son los cargadores por inducción: no hace falta enchufar el celular, solo hay que apoyarlo sobre la base, que consiste en una superficie lisa, horizontal o inclinada según el modelo, en la cual se genera un campo electromagnético que transmite la energía. Para saber si nuestro celu es compatible con esta modalidad wireless, se debe buscar en la “información del hardware” del menú o en la web de la marca, por su número de serie. O bien apoyarlo sobre la base de un cargador y esperar a que se encienda algo en la pantalla: si esto no ocurre, significa que no lo es.
